Los perros como amenaza a la fauna nativa: ¿Por qué ocurre este fenómeno?

El médico veterinario Eduardo Silva explica que en Chile los perros son un problema grave para la conservación de especies como el pudú, huemul, zorro chilote y gaviotín chico, y en donde el problema principal es el mal manejo y la tenencia inadecuada de animales domésticos.

Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, actualmente está contabilizado que hay unas 5.200 especies en peligro de extinción. Entre ellos, el 25% de los mamíferos y anfibios, el 34% de los peces, el 20% de los reptiles y el 11% de las aves a nivel global.

Si bien la amenaza principal para estos animales es la destrucción y fragmentación de sus hábitats, un estudio demostró que ciertas especies invasoras implican gran parte de esta problemática, llegando a extinguir 87 aves, 45 mamíferos y 10 reptiles.

Dentro de estas especies invasoras, los perros están entre las más perjudiciales para la biodiversidad mundial. Estos están presentes en todos los ambientes en donde está inserto el ser humano, cumpliendo un rol de mascotas o de trabajo. Los podemos ver en las playas como también en el trabajo ganadero e incluso en embarcaciones junto a pescadores.

El denominado mejor amigo del hombre contribuyó a la extinción de casi una docena de especies animales, amenazando a 200 en todo el mundo.

Eduardo Silva, médico veterinario y Doctor en Ecología Interdisciplinaria, expone que a nivel nacional, los perros son un problema grave especialmente para el pudú, huemul, zorro chilote, gaviotín chico, y que han generado problemas importantes en colonias de pingüinos, gaviotas garumas, entre otras.

Además de los casos de depredación, los perros pueden afectar la salud de la fauna nativa transmitiendo enfermedades como el distemper, lo que puede producir alta mortalidad en carnívoros silvestres. “Además, existen efectos no letales. En particular, los animales silvestres pueden evitar usar lugares con presencia de perros, cambiar sus conductas de alimentación, e incluso generar estrés, con consecuencias reproductivas.”

¿Por qué ocurre esto?

Entre las razones biológicas del por qué se da este fenómeno, el experto explica que, ligado al hecho de que el perro es un carnívoro, es esperable que estos puedan actuar como depredadores. “A veces perdemos la perspectiva, porque hay perros chicos y perros grandes. Sin embargo, el pudú es un ciervo que pesa 7 a 10 kg, el zorro chilla alrededor de 3,5 kg, y una güiña menos de 2 kg. Lo anterior pone en perspectiva que incluso un perro pequeño, tal como un fox terrier, es de tamaño importante frente a parte importante de la fauna”.

A pesar de lo anterior, las causas del problema de los perros son más sociales que biológicas. “El problema es el mal manejo, la tenencia inadecuada de animales domésticos: muchas personas permiten que sus perros circulen sin restricción o no se preocupan de mantenerlos al interior de sus propiedades. En ese contexto, la situación en Chile es problemática: está normalizada la presencia de perros callejeros, a pesar de que se trata de un problema ambiental y de salud pública serio, y que claramente representa un grave problema de bienestar animal”.

Como ejemplo de esta situación, específicamente en la Región de Los Ríos, un estudio publicado este año expone que en la localidad la gran abundancia de perros en las calles se traduce en problemas para la fauna silvestre, mordidas a las personas, e incluso problemas para las mascotas, lo cual es presentado principalmente por perros que cuentan con propietarios.

Avances para mitigar el problema

Para Silva, los avances que se han dado hasta ahora en son de disminuir esta situación, ha sido más lentos de lo conveniente, estimando que la Ley 21.020 es muy limitada, ya que dentro de su reglamento acepta simplemente un collar como método de identificación.

“Lo anterior es un problema serio, porque se hace imposible identificar a quien pertenece un perro que se observa en la calle, se hace imposible hacer legalmente responsables a quienes mantienen a sus mascotas en la calle, y para qué decir a quienes abandonan sus mascotas, y en los casos de mascotas perdidas, se hace difícil reunir a las personas con sus mascotas”, comparte.

El experto comparte además que, si bien en este ámbito existen diversos problemas adicionales, estima que, si no se resuelve primero el caso de los animales con propietario, difícilmente se pueda abordar el de los que no lo tienen, “más aun considerando que el origen más probable de los perros sin dueño es de hecho una persona irresponsable”.

Medidas necesarias

Para poder mitigar esto, Silva comparte la importancia de que como sociedad se entienda que la tenencia responsable de mascotas es fundamental, y que esa responsabilidad recae en quienes tienen mascotas, no en la municipalidad ni otra autoridad.

“La principal campaña debería ser tu perro en tu casa. El foco primario es una combinación de educación, y fiscalización. Para esto último es necesario individualizar mascotas, pero con microchip, y esto último debiera incorporarse al reglamento. El resto de las alternativas (esterilización, vacunación, etc.), son importantes, pero deben focalizarse en aquella parte de la población que por motivos económicos y/o de aislamiento (especialmente en zonas rurales) no pueden acceder a servicios veterinarios”.

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