Uno de los principales problemas que enfrenta el medio ambiente y las sociedades humanas es la contaminación producida por basura que, en gran parte de los casos, termina apilada en un vertedero o en las mismas calles. Esto no es solo en Chile sino a nivel mundial, pues se producen más de 2.100 millones de toneladas de desechos cada año, que podrían llenar más de 800.000 piscinas olímpicas.
Es muy sencillo solo tirar lo que ya no sirve al basurero y que se vaya lejos junto con el camión. Problema resuelto. Pero, ¿Realmente se resolvió? Si se continúa con ese ritmo solo se acumularán más desechos en los vertederos. Allí se pudrirán y propagarán olores causando contaminación del aire en las áreas circundantes, en los suelos y en las aguas que también son víctimas de nuestros desperdicios, tanto industriales como domésticos, todo se aglomera sin importar de donde provenga.
Se entiende comúnmente como basura todo lo que ya no tiene ninguna utilidad, sin embargo, el reciclaje cuestiona y hace la diferencia entre la basura y los residuos. Residuos son todos los productos que, después de ser utilizados, pueden reciclarse y darle así una “segunda vida”. Los residuos pueden ser orgánicos, reciclados mediante el compostaje, e inorgánicos, todos aquellos fabricados en procesos industriales y artificiales, la gran mayoría reciclables.
Mientras que mediante el compostaje los residuos orgánicos se convierten en abono orgánico, los inorgánicos pueden vuelven a la cadena de producción y consumo. Sin embargo, para que estos últimos tengan una vida útil es necesario separarlos correctamente entre lo que es cartón, vidrio, plástico, papel, entre otros. Esa responsabilidad cae principalmente en los consumidores.
Tanto el sector público como el privado han trabajado para incentivar y facilitar el reciclaje. Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, se hace complicado salir a puntos limpios, al mismo tiempo que los residuos domiciliarios aumentan. En este sentido, cobra mayor importancia las iniciativas para el retiro de los residuos y el reciclaje domiciliario.
Codexverde conversó con Rodrigo Jiménez, fundador Relivery, empresa dedicada a la recolección de materiales inorgánicos domiciliario, quien comenta su experiencia con el reciclaje en Chile.
Con respecto a otros países de Latinoamérica, ¿Cuál es el nivel de reciclaje domiciliario en Chile? ¿Qué tan avanzado está?
Chile es uno de los países que más recicla en Sudamérica y el segundo en Latinoamérica después de México. Actualmente, existen varias empresas que se dedican al rubro del reciclaje a domicilio, fomentando la conciencia ambiental y la responsabilización del consumidor. A pesar de lo anterior, y más allá del avance en materia de reciclaje, lo que más interesa en este momento es la falta de una cultura e interés en esta industria, porque si bien, el reciclaje avanza con fuerza y gran participación en la Región Metropolitana, esto no es igual en las regiones.
¿Cuál es la principal diferencia de Chile con la realidad de otros países en Latinoamérica?
Personalmente, creo que, lo que nos diferencia de otros países es que en Chile se le da más importancia a este tema. Hoy en día podemos ver como varias municipalidades están haciendo cambios en sus comunas, creando puntos limpios o preocupándose de retirar los productos casa a casa; entregando bolsas para que las personas puedan juntar los diferentes productos y así poder ser reciclados en las diferentes plantas valorizadoras de materiales o reciclaje. Aunque eso solo se da en la Región Metropolitana.
A nivel domiciliario en Chile, ¿Cuáles son los productos que más se reciclan y los que menos?
Desde nuestra experiencia, los materiales que más recibimos de las casas son el cartón, vidrio, botellas de plástico y latas de cerveza o bebida. Por otro lado, los que menos se reciclan son los tipos de plástico, pero esto no es un problema de las personas, sino que es un tema a nivel país, ya que los puntos limpios no están reciclando estos tipos de productos. Actualmente, estos puntos son bastante limitados en cuanto a los materiales que reciben.
¿Crees que debería haber más normativas, aparte de la Ley REP, que favorezca al reciclaje? ¿En qué deberían ir enfocadas?
Si, deberían haber más normativas con respecto al reciclaje, pero si tienen que venir acompañadas de campañas educacionales y con inversiones en diferentes aspectos. Por ejemplo, mayor cantidad de puntos limpios en las diferentes comunas, mayor accesibilidad a plantas de reciclaje y también diferentes beneficios para las personas por reciclar. En Suecia, país líder en reciclaje a nivel mundial, a la gente les entregan descuentos en los supermercados por reciclar latas de bebidas o botellas de plástico. También, el país se encarga de entregar basureros y bolsas a cada casa para incentivar el reciclaje y disminuir la cantidad de basura que se genera. Cabe destacar que en Suecia toda la basura es procesada para generar energía, con la cual el estado regala calefacción, luz y gas.
¿Cuál crees que debería ser el papel de consumidores y productores para fomentar una cultura real de reciclaje?
Para el consumidor debería existir diferentes beneficios por reciclar, por ejemplo, descuentos en supermercados o devolución de impuestos asociados a estos productos. En el caso de los productores, aplicaría más restricciones en cuanto al uso y fabricación de productos tóxicos o no reciclables, con el fin de disminuir la cantidad de materiales en los vertederos. Por otro lado, la Ley REP trata de algo parecido; hacer que el productor se haga cargo de la cantidad de contaminación que genera.
¿Cuáles son los objetivos de Relivery?
Como empresa queremos que todas las personas tengan el acceso a reciclar de la manera más fácil y eficiente, llegando a las diferentes regiones de nuestro país, para así lograr una cultura nacional con respecto a esta materia y dar cuenta lo importante que puede ser el reciclar de manera correcta.
