El ruido submarino ha aumentado tres decibeles por década desde 1960

Durante el último siglo, el nivel de ruido en los océanos ha incrementado considerablemente debido a la mayor frecuencia de actividades humanas en espacios marinos. Esto trae múltiples consecuencias a la fauna marina que depende principalmente del sistema auditivo para su sobrevivencia. Para profundizar en este problema ambiental, Codexverde conversó con Max Glisser, gerente técnico en Gerard Ingeniería Acústica SpA. y miembro del Colegio de Ingenieros en Acústica A. G.

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El entorno subacuático, de por sí, no es silencioso. Fenómenos naturales como viento, lluvia, olas, hielo, terremotos y la misma vida marina al interior del océano, contribuyen a generar un ruido constante en este ecosistema. A esto se suma que el ruido viaja casi cinco veces más rápido por el agua que por el aire. Los animales marinos se han adaptado a esta situación, sin embargo, la contribución humana al ruido submarino ha aumentado rápidamente desde el siglo pasado. En este contexto, existe una convivencia permanente con el ruido antropogénico.

De hecho, la tendencia, según datos del Ministerio del Medio Ambiente, es un aumento de tres decibeles (dB) por década desde la segunda mitad del siglo XX a la fecha, lo que se atribuye, principalmente, al tráfico marítimo que es la fuente de ruido que tiene mayor presencia a nivel internacional. También contribuye a este impacto marino las tronaduras, construcciones de hidrocarburos e hincado de pilotes.

Foto: Niveles y frecuencias de las fuentes de sonido antrópica y de origen natural en el medio ambiente marino. Nivel de ruido Espectral versus la frecuencia medida en Hertz. Fuente: OSPAR Commission, Overview of the impacts of anthropogenicunderwater sound in the marineenvironment, OSPAR ReportNo. 441, London, UK, 2009.

Por otro lado, la fauna marina ha evolucionado de tal forma que dependen del sistema auditivo para desarrollar actividades rutinarias, como el apareamiento, buscar alimento, migrar, identificar obstáculos, defenderse o evitar a su depredador. Los efectos del ruido causados por actividades humanas pueden interferir con todas estas funciones en un individuo e incluso a nivel de población. Por tanto, si el ruido antropogénico no es regulado correctamente puede causar la alteración de hábitos, variación de la vocalización, abandono, desorientación, pérdida auditiva, varamientos, muerte, entre otros.

Para profundizar más sobre el estado del ruido submarino en Chile y los esfuerzos que se están realizando internacionalmente para mitigar este impacto, conversamos con Max Glisser, gerente técnico en Gerard Ingeniería Acústica SpA. y miembro del Colegio de Ingenieros en Acústica A. G.

Max Glisser, gerente técnico en Gerard Ingeniería Acústica SpA. y miembro del Colegio de Ingenieros en Acústica.

¿Cómo se regula actualmente la emisión de ruidos en los ecosistemas marinos en Chile?

Actualmente, no hay una reglamentación específica para la emisión de ruido hacia los ecosistemas marinos que rija en el territorio nacional, sin embargo, según lo establecido en el artículo 11 de la Ley N°19.300 del MMA, los receptores de impactos por ruido y vibración, como recursos naturales renovables (en particular, fauna nativa asociada a los hábitats de relevancia para su nidificación, reproducción o alimentación) (letra b); son objetos de protección para el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Por lo tanto, cualquier proyecto cuya área de influencia contenga fauna submarina que se adecúe a esta definición debería ser considerada.

Cabe señalar que hay varios proyectos que han efectuado estudios de ruido submarino, entre ellos Andes LNG, donde para la evaluación del efecto del hincado de pilotes en cetáceos y pinnípedos, se utilizó una norma australiana, y para el efecto en peces de la detonación de explosivos, se usó una guía canadiense. Como se puede observar, cada situación específica requiere un esfuerzo importante de investigación, para utilizar las guías más apropiadas que puedan asegurar el cumplimiento de ciertos umbrales requeridos para la no afectación de las especies comprometidas.

Según su opinión, ¿qué aspectos deberían tener un mayor énfasis para una regulación del ruido submarino?

Los aspectos que deberían tener un mayor énfasis, según mi punto de vista, corresponden a: (1) estandarizar las mediciones de ruido submarino, es decir, la instrumentación y las técnicas de medición. Esto sería útil al efectuar las líneas de base (mediciones antes del inicio del proyecto), y los monitoreos del cumplimiento de los compromisos adquiridos en el proceso de la obtención de la autorización ambiental, (2) normalizar los parámetros más relevantes de los modelos de propagación, para efectuar la proyección de las emisiones en el ambiente submarino de forma a tener simulaciones confiables y, por último, (3) consensuar umbrales adecuados para evaluar distintos efectos en las diferentes especies presentes en el mar chileno.

Créditos: Isabel Retamales, Unsplash

¿Qué innovaciones tecnológicas se están implementando para mitigar el ruido submarino?

Actualmente, son pocas las actividades donde se aplican medidas de control de ruido submarino. Algunas de ellas son la prospección sísmica submarina e hincado de pilotes. Para esto último, la pantalla o cortina de burbujas es una medida que se podría denominar como tecnológica, y se utiliza para la atenuación de los niveles de presión sonora y de velocidad de partícula. En un estudio efectuado por JASCO Research Ltda., para el hincado de pilotes de 30 pulgadas de diámetro, utilizando un martillo diesel Delmag 62, se obtuvieron reducciones de 9.1 dB para el nivel de presión peak.

Sin embargo, hay muchas medidas importantes que se deben tomar para controlar de mejor manera las emisiones de ruido submarina, como por ejemplo, el cambio de las condiciones de operación de las actividades, como puede ser la reducción de velocidad de las embarcaciones, el cambio de la metodología del hincado de pilotes, o la disminución de la cantidad de explosivos a detonar en el mismo retardo, la generación de áreas de restricción donde ciertas actividades no podrán ser realizadas, la observación sistemática de especies marinas que se deseen proteger y, finalmente, el monitoreo acústico en sectores de interés, nos podría indicar si umbrales peligrosos se están superando o no.

¿Cuál es el nivel máximo de ruido marino que se puede producir sin afectar a la fauna marina?

Hay diferentes valores dependiendo de qué especie se está considerando y la afectación a la cual nos referimos y los organismos que las establecen. Como ejemplo se puede indicar la política de la NMFS (Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de EE.UU.) que requiere que los cetáceos y pinnípedos no estén expuestos a sonido impulsivo superior a 160 dB re 1 μPa rms.

Por otro lado, el Gobierno Federal de Alemania requiere una zona de exclusión de 750 m de la hinca de pilotes para los mamíferos marinos. Además, el operador deberá utilizar todas las medidas necesarias para mantener el nivel recibido a 750 m por debajo de un valor de exposición al ruido de 160 dB re 1 μPa2s y por debajo de un valor de presión acústica de peak to peak de 190 dB re 1 μPa. Estos niveles se basan en mediciones de TTS (cambio de umbrales de audición temporales) en una marsopa común después de la exposición a las señales impulsivas, los cuales se redondearon a la baja para tener en cuenta los efectos acumulativos y la variabilidad intraespecie.

Créditos: Todd Cravens, Unsplash

A nivel internacional, ¿cuál es la iniciativa que mejor ha funcionado para controlar el ruido submarino?

No tengo información que permita concluir cuál o cuáles han sido las mejores iniciativas, pero vale la pena en este punto mencionar a la agencia NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), organización norteamericana cuya iniciativa Ocean Noise Strategy Roadmap tiene como objetivo reducir los impactos físicos y de comportamiento negativos en las especies, así como conservar la calidad de los hábitats acústicos. NOAA se comprometió a mejorar las herramientas utilizadas para gestionar los impactos del ruido submarino de manera más integral, incluso para abordar mejor los impactos acumulativos en ballenas, delfines y marsopas. Desarrolla dos herramientas de mapeo, CetMap y SoundMap, que tienen como objetivo mejorar la capacidad para visualizar la densidad y distribución de cetáceos y el ruido submarino creado por el hombre, respectivamente.

Por otro lado, se puede destacar la iniciativa europea, Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (MSFD), que ha armonizado los principios de la evaluación de impacto ambiental de los proyectos mediante la introducción de requisitos mínimos, en función del tipo de proyectos sujetos a evaluación, las principales obligaciones de los desarrolladores, el contenido de la evaluación y la participación de las autoridades competentes y del público.

¿Qué tipos de acciones ha realizado o planea realizar el colegio para aportar en el control de esta problemática ambiental?

El Colegio de Ingenieros Acústicos de forma permanente efectúa actividades de capacitación a los socios y también jornadas de concientización para el público en general. Este tema sin duda será tratado en las próximas iniciativas ya que, la costa de Chile está compuesta por 6.400 kilómetros de mar, una de las veinte líneas costeras más largas del mundo y contiene 51 especies de mamíferos marinos, el 36% de la diversidad mundial, incluyendo sujetos de tres grupos: ballenas, nutrias y pinnípedos (focas y leones marinos).

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