Centros de educación superior: Un espacio vital para el futuro ambiental de Chile

“Ha sido impresionante el aumento de instituciones que se han comprometido con la incorporación de un sello ambiental. Muchas están comprometidas a este cambio, han avanzado desde la incorporación del manejo de residuos hasta sistemas eficiente de manejo de agua y energía, estrategias de movilidad, incluir criterios ambientales en adquisición de bienes y servicios, etc. Sin embargo, creo que hay desafíos en los que aún tenemos que avanzar, como es la incorporación transversal en la formación e investigación”, explica Francisca Sandoval, directora ejecutiva de la Red Campus Sustentable.

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En lo que respecta a noticias ambientales, el 2021 estuvo marcado por grandes acontecimientos, tales como el último Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), el cual fue determinante al señalar que el escenario actual no iba a mejorar y, por tanto, que era fundamental tomar acciones urgentes y eficientes para mitigar esta crisis climática, con el fin de limitar el aumento de temperatura bajo los 1.5 °C.

También, durante ese año, el gobierno dio luz verde al proyecto minero y portuario Dominga, lo que provocó una ola de críticas desde las organizaciones ambientales y ciudadanía, debido a la eventual afectación de una de las zonas con mayor biodiversidad en el mundo como es el Archipiélago de Humboldt. La guinda de ese pastel llamado Dominga fue la publicación del reportaje internacional “Pandora Papers”, en el que se vincula expresamente al Presidente Sebastián Piñera a una negociación secreta en Islas Vírgenes Británicas con su amigo y empresario Carlos Alberto Délano en 2010, en la que se garantizaba la viabilización del proyecto. Ese reportaje le valió al mandatario una acusación constitucional y dejó tambaleando, una vez más, al proyecto que hoy pertenece a Andes Iron.

Además, en 2021, Chile se enfrentó a las elecciones presidenciales, un proceso lleno de polémica e incertidumbre que culminó con el triunfo de Gabriel Boric, candidato que tenía el programa ambiental más completo y detallado, según los especialistas.

Bajo este contexto ambiental, iniciamos este 2022 con importantes desafíos, puesto que se espera que la crisis climática y ecológica vaya mostrando sus consecuencias más severas y, a su vez, se tiene la esperanza de iniciar nuevos cambios para hacer frente a lo que viene.

En ese sentido, la interdisciplinariedad será un enfoque clave, ya que, lo que se lleve a cabo a partir de ahora, debe contemplar la sostenibilidad y su impacto en el medio ambiente, desde los grandes proyectos económicos hasta el consumo y hábitos personales. Por tanto, para poder lograr las metas del Acuerdo de París, hay que redoblar los esfuerzos e incluso, triplicarlos. Si bien, este 2022 tendremos un presidente que ha demostrado no ser indiferente al cambio climático, esta transformación debe correr por parte de todos.

Desde esta perspectiva, las instituciones de educación superior son esenciales para integrar la sustentabilidad a las distintas carreras, profundizando la relación de cada una de ellas con el medio ambiente. Los futuros profesionales serán nuestro presente, y deben estar interiorizados en este desafío trascendental. Adelantándose a esta situación, la Red Campus Sustentable, desde el 2010, se ha impuesto el gran desafío de asociar a instituciones de educación superior y profesionales para promover la sustentabilidad, con el fin de generar las transformaciones que la sociedad requiere.

Para conocer sobre las acciones y el panorama de la educación superior en Chile respecto al medio ambiente, Codexverde conversó con Francisca Sandoval, directora ejecutiva de la organización.

Francisca Sandoval, directora ejecutiva de Red Campus Sustentable.

¿Qué desafíos y acciones busca realizar en 2022 la Red Campus Sustentable?

Anualmente tenemos el desafío de implementar el Reporte y Evaluación de Sustentabilidad en Instituciones de Educación Superior (RESIES). Esta herramienta busca facilitar la transición de las Instituciones de Educación Superior (IES) hacia la sustentabilidad desde las categorías de gobernanza, academia, cultura, vinculación con el medio y responsabilidad Social y, por supuesto, gestión de campus. En ese sentido, a comienzos del 2022 entregaremos información, auditada y verificada, de las IES chilenas respecto a sustentabilidad y se comenzara a evaluar los avances del 2021.

Otro desafío que tenemos es la implementación del segundo Acuerdo de Producción Limpia, IES Sustentables, instrumento de política pública que permite certificar a las instituciones como Campus Sustentable. Hasta diciembre de 2021 las IES podían adherir de forma voluntaria y en enero de 2022, daremos inicio a la implementación de este gran acuerdo.

La red, sus alianzas, convenios, proyectos y desafíos ha avanzado exponencialmente. Comenzamos con tres IES, y hoy ya somos 34, con más de 40 socios y socias profesionales que día a día buscan aportar a esta transformación de la educación. Creemos fundamental avanzar en temas país para la formación de agentes de cambios que llamen a la discusión, al debate, al cuestionamiento, a la innovación, a la regeneración y a la colaboración, con el fin de aportar a los grandes desafíos de una sociedad más equitativa, a un medio ambiente resguardado y a una economía que satisfaga necesidades apostando por el bien común.

 ¿Considera que hay una mayor consciencia por parte de las instituciones de educación superior en incorporar un sello ambiental en sus actividades? ¿Por qué?

Ha sido impresionante el aumento de la incorporación del sello ambiental. Muchas instituciones están comprometidas a este cambio, han avanzado desde incorporación del manejo de residuos hasta sistemas eficientes de manejo de agua y energía, estrategias de movilidad, incluir criterios ambientales en adquisición de bienes y servicios, etc. Sin embargo, creo que hay desafíos en los que aún tenemos que avanzar, como es la incorporación transversal en la formación e investigación. En ese sentido, también se deben entregar presupuestos para avanzar con la urgencia que requiere esta crisis climática, a la que debemos responder con espacios de formación de profesionales, ciudadanos y ciudadanas.

¿De qué forma repercute en los estudiantes que su centro educativo cuente con un sello ambiental?

Los aprendizajes tienen que ser transformadores para que logremos revertir la situación en la que nos encontramos, solo así podremos asegurar nuestra supervivencia y la de las siguientes generaciones. Tener un sello ambiental y, más aún social y económico, te lleva a empatizar con el entorno, aumenta la conciencia y conocimiento de realidades. Además es una oportunidad para entregar aprendizajes cognitivos que les permitirá tomar decisiones informadas, éticas y responsables.

En el escenario actual de Chile frente al cambio climático, ¿cuál es el papel de las instituciones de educación superior?

Lo más terrible de todo es que deberíamos haber actuado antes. Los impactos planetarios son inminentes, ya los vivimos hoy y la proyección a que lleguemos a 1.5°C solo nos llevará a mitigar y adaptarnos. Sin embargo, el papel de las IES, a mi parecer es innovar trans e interdisciplinarmente para dar respuestas a estos desafíos, y esto quiere decir innovar desde el curriculum, incorporando la temática de forma transversal. También es fundamental reestructurar la forma en la que gestiona un campus sustentable y, por supuesto, ser agentes vinculantes con diferentes actores de la sociedad para bajar su conocimiento a la ciudadanía, dejando de lado los egos y competencias.

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