Más de 370 familias de un conjunto habitacional en el centro de Santiago serán protagonistas de un novedoso sistema para el rubro inmobiliario, a cargo de la empresa Deisa.
En medio de la escasez hídrica que afecta a todo Chile, Deisa implementará una planta de tratamiento de aguas residuales en su proyecto Marca Santiago, emplazado en la esquina de San Pablo con Manuel Rodríguez, en el corazón de la comuna.
El proceso consiste en recoger las aguas grises, procesarlas mediante un sistema de filtrado y luego reutilizarlas en el riego de todas las áreas verdes del recinto que incluye una plaza central de 1.000 m2. “El ahorro de agua es considerable, ya que tiene la capacidad de tratar 4 mil litros al día, equivalente a 1.050 galones de agua”, destaca Gonzalo Santolaya, gerente general de Inmobiliaria Deisa.
“Nosotros recogimos la experiencia de la Cepal en Vitacura, donde recirculan el agua a una laguna y la usan para regar su amplio parque interior. Es una de nuestras formas de aportar al medio ambiente y la escasez hídrica, considerando que alrededor de un 80% de las aguas residuales se vierten sin ningún tratamiento, según datos de la Unesco”, remarca el ejecutivo de la inmobiliaria.
También se hace tangible la sustentabilidad del proyecto con una huerta urbana en el séptimo piso, que tendrá 500 metros cuadrados y se transformará no sólo en un espacio de convivencia, sino que además permitirá a los residentes planificar su vida cotidiana entorno a un proyecto de autoproducción.
Santolaya agrega que “con este proyecto apostamos por hacer ciudad desde una economía circular que permita optimizar recursos naturales, minimizar los residuos y comprometer a la comunidad en proyectos sustentable. En un entorno lleno de cemento, buscar lo natural genera un valor diferenciador que el cliente lo reconoce”. Como resultado de la gran acogida, la inmobiliaria apuesta por su tercer edificio bajo este concepto donde predominen las áreas verdes.
