Un millón de hectáreas en restauración: la ambiciosa meta con la que Chile recuperará sus paisajes y ecosistemas para 2030

En una ceremonia en el Parque Metropolitano, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y los ministros de Agricultura, Esteban Valenzuela, y de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, anunciaron la puesta en marcha del Plan Nacional de Restauración de Paisajes, política que cuenta con financiamiento internacional del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).

Créditos: Ministerio del Medio Ambiente.

Incendios, sequías, cambios de uso de suelo, especies invasoras y una seguidilla de fenómenos, todos exacerbados por el cambio climático, han puesto en jaque a los ecosistemas y la biodiversidad del país. Hasta hace poco, Chile no poseía una política que agrupara a los distintos organismos en la recuperación de paisajes degradados. Para cambiar esta realidad, el 31 de enero se anunció la puesta en marcha del Plan Nacional de Restauración de Paisajes, que tiene como meta iniciar la recuperación de 1 millón de hectáreas de paisajes y ecosistemas para 2030.

En una actividad en el Parque Metropolitano, la ministra del Medio Ambiente, el gobierno anunció el inicio de este plan, el cual cuenta con financiamiento internacional del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), a través de unproyecto de restauración de paisajes agrícolas, forestales y de su entorno natural llamado “Restauración de Paisajes Silvoagropecuarios”. El objetivo de este proyecto es mitigar y revertir el fenómeno de pérdida de biodiversidad, uno de los problemas más complejos que enfrenta el país.

En este escenario, la ministra Maisa Rojas explicó que “estamos abocados a la tarea de proteger y recuperar nuestra biodiversidad. Hoy enfrentamos una triple crisis ambiental: de cambio climático, de pérdida de biodiversidad y de contaminación, y con la puesta en marcha de este plan estamos avanzando en el compromiso que adquirimos en la última Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), en la que nos comprometimos a incorporar en un proceso de restauración 1 millón de hectáreas de paisaje vulnerable de aquí a 2030″.

Por su diseño, el Plan Nacional de Restauración de Paisajes es un instrumento que servirá para mitigar y enfrentar la crisis bioclimática a través de una nueva gobernanza, generando impactos positivos en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, la población y las actividades económicas sustentables del país.

¿Cómo nace este plan?

Fue en 2018, a raíz de las consecuencias de los incendios que afectaron al país entre 2016 y 2017, cuando los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura acordaron formular este plan. Tras un largo proceso, que contó con talleres regionales y nacionales, con la participación de la ciudadanía, actores públicos y privados, apoyados por la orientación de un Consejo Asesor Nacional de Restauración, además de una consulta pública, emanó un documento que establece la nueva política de restauración de paisajes. 

Acerca de esto, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, destacó que “este maravilloso proyecto nace después de los megaincendios del año 2017, que significó en total 700 mil hectáreas de bosques que se perdieron, no sólo plantación, también bosque nativo”. Añadió que están trabajando junto al MINVU y que “durante marzo van a haber diálogos con propuestas de ordenamiento territorial aún más estrictas, pero a su vez tomando estándares del mundo, para cuidar el paisaje rural y urbano. El Presidente Boric nos pidió que Agricultura fuera ‘Agricultura Verde’, lo cual implica alimentar con menos uso de los recursos y también la soberanía alimentaria”.

Llegar a la meta

Para llegar a la ambiciosa meta de un millón de hectáreas en restauración para 2030, uno de los pilares será la implementación del proyecto GEF mencionado anteriormente, que impulsarán el Ministerio del Medio Ambiente, Conaf y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Christian Little, director de Conaf, explica que “estamos apuntando a un trabajo enfocado en la integridad ambiental de los territorios, impulsando acciones de protección, conservación y restauración, por lo tanto, esta política pública mejorará de forma permanente la vida de las personas y recuperará la funcionalidad del paisaje en su gran extensión”.

Este proyecto se implementará en la Ecorregión Mediterránea, que comprende desde las regiones de Coquimbo hasta la del Biobío. Este tipo de ecosistemas es uno de los más relevantes y frágiles del mundo, dado su valiosa biodiversidad, amenazada por el cambio climático y la presión antrópica. 

Con una inversión de US$5,7 millones (uno de los montos más altos para la implementación de un proyecto GEF), los siete paisajes donde se desarrollará este plan están ubicados en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. En total, abarcará una superficie cercana a las 650 mil hectáreas, beneficiando a 10.000 personas.

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