El nuevo proyecto Gobernanza de Ecosistemas Marino Costeros del Fondo Mundial para el Medio Ambiente o GEF, por sus siglas en inglés, tiene como objetivos: mejorar la gobernanza de los espacios marinos costeros, comprometer a los actores que actúan en el borde costero a incorporar medidas de manejo y tecnologías para la sostenibilidad del recurso pesquero y perfeccionar la gestión efectiva de las áreas marinas protegidas. Se espera que la iniciativa, que tendrá una duración de cinco años, sea lanzada en agosto de este año. Los sitios pilotos donde se trabajará con esta nueva gobernanza, será en el norte, en las comunas de Freirina y La Higuera, regiones de Atacama y Coquimbo, respectivamente, y en el sur, en la comuna de Los Cisnes, Región de Aysén.
El proyecto GEF Gobernanza de Ecosistemas Marino Costeros, tiene como proponente al Ministerio del Medio Ambiente, como socios a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). Además, cuenta con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como agencia implementadora.
La directora de Sernapesca, Jessica Fuentes, asegura que, “es de gran relevancia participar en este proyecto GEF y contribuir al ordenamiento territorial y la gobernanza de las zonas priorizadas, considerando la importante actividad pesquera artesanal que allí se desarrolla, así como también la gestión de las Áreas Marinas Protegidas presentes tanto en la zona norte (Reservas Marinas Isla Chañaral e Islas Choros y Damas) y el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) Piti Palena Añihué, en la región de Aysén, con el fin de contribuir a la conservación de la biodiversidad marina y uso sustentable de los recursos hidrobiológicos bajo un enfoque ecosistémico”.
Chile es un país marino costero con más de 4.000 kilómetros de costa de alta productividad, y una de las zonas económicas exclusivas (ZEE) más grandes del mundo, los cuales benefician a miles de personas y son una importante fuente de ingreso especialmente para comunidades costeras repartidas a lo largo del país. Por tal motivo, la iniciativa de GEF se llevará a cabo junto a instituciones públicas y privadas, y organizaciones sociales y vecinos, quienes colaborarán con sus visiones e intercambio de experiencias respecto a prácticas como la pesca artesanal, y la acuicultura de pequeña escala, y cómo éstas se relacionan con la conservación de la biodiversidad presente en las zonas y el uso sostenible de recursos naturales de los ecosistemas.
“Uno de los aspectos más valiosos de esta iniciativa es que considera una muy activa participación de las comunidades y de otros actores locales, quienes podrán así dar a conocer sus puntos de vista sobre una materia tan relevante y esencial como la gestión y el uso sostenible de los ecosistemas marinos costeros. El diálogo es el camino correcto para avanzar en estas cruciales materias. Como institucionalidad pública pesquera y acuícola, participaremos de manera entusiasta en este proyecto”, indica la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Alicia Gallardo Lagno.
Por su parte, la representante para la FAO en Chile, Eve Crowley, indica que, “la gestión activa es la forma más efectiva de conservar la biodiversidad de los océanos, la que debe contar con una planificación espacial marina que permita gestionar de la mejor manera los ecosistemas marinos costeros para combatir su degradación, que amenaza los medios de subsistencia y la nutrición de las personas. Esta disposición apoya la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible”.
Cabe señalar que, los océanos, los mares y las zonas costeras son vitales para el funcionamiento de nuestro planeta y proporcionan al mundo numerosos servicios, recursos fundamentales para el bienestar humano y para la seguridad alimentaria. Contienen una rica biodiversidad y son ecosistemas clave en el combate contra el cambio climático, ya que pueden capturar cerca de un tercio del CO2 que emitimos a la atmósfera, y además absorber casi el 90% del calor producido por estas emisiones.