Sector agrícola en Chile: ¿Un cliente inmaduro de la desalinización?

En entrevista con Codexverde, Patricio Valenzuela, gerente de la División de Tratamiento de Aguas en Simtech, indicó que "hay agrícolas que tienen plantas de osmosis inversa, las cuales realizan el proceso de desalinización, pero aún no es una prioridad para todas las empresas del sector. Es un cliente menos maduro en comparación que la actual minería en Chile. Para cambiar esto se necesita en el ámbito de acción un alineamiento en una integración de políticas públicas, planificación, conservación, protección, desarrollo, investigación y educación".

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A pesar de que el 71% de nuestro planeta está cubierto por agua, solo el 2,5% es dulce. Esta comparación es similar al agua que cabe en una botella de dos litros y en una cucharita, respectivamente. Bajo este contexto inicial, se parte de una cantidad limitada de este recurso esencial.

En Chile, el cambio climático tiene una clara injerencia en la disposición de agua. Según destaca la Dirección de General de Aguas (DGA), más del 50% de las comunas del país se encuentra bajo escasez hídrica, y en lo que va del 2022 se han firmado 14 decretos sobre esta problemática, totalizando 205 casos desde que comenzó a aplicarse la medida en 2008. En ese sentido, Chile, en los últimos diez años, especialmente en la Zona Central, ha vivido una continua y decreciente oferta de agua que amenaza el consumo humano, y sus usos para la industria y la agricultura.

En este escenario, y considerando los kilómetros de costa disponible en nuestro país, la desalinización, se considera una alternativa viable para ampliar la matriz de recursos hídricos. Las plantas desalinizadoras, mediante el proceso de osmosis inversa, rechazan la salmuera del agua de mar para convertirla en agua potable. Esta tecnología ya se ha implementado exitosamente en el norte de Chile, especialmente en los sectores mineros y sanitarios.

En ese sentido, son varias empresas las que han comenzado a desarrollarse en el ámbito de la desalación para hacer frente a la crisis hídrica y a la escasez de agua. Una de ellas es Simtech, que trabajó primero como distribuidor de plantas de osmosis inversa utilizando tecnologías, de origen Israelita; hasta hoy día que fabrican y desarrollan sus propios proyectos.

Patricio Valenzuela, de profesión Químico, Magíster en Ingeniería Ambiental con especialidad en Tratamiento de Aguas y Master en Hidrología de la Universidad Alcalá de Henares España, es el actual Gerente de la División de Tratamiento de Aguas en Simtech Ltda.

Respecto a la desalinización, Patricio Valenzuela, químico y actual gerente de la División de Tratamiento de Aguas de Simtech Ltda, aclara que esta tecnología también se puede aplicar para eliminar otros analítos que están presentes en las aguas subterráneas y superficiales. “Las tecnologías de membranas de osmosis inversa tienen una amplia variedad de usos. Por ejemplo, en los centros de diálisis, donde sus equipos requieren un agua con una calidad especifica; o en las industrias, donde requieren un agua con una baja salinidad; o incluso en los tratamientos de lixiviados de los rellenos sanitarios», indicó Valenzuela.

Y agregó que, «en nuestros proyectos apuntamos a las necesidades y al desarrollo de los diferentes mercados a nivel nacional que necesitan el recurso. Estamos trabajando permanentemente con los sectores minero, sanitario, industrial y agrícola”.

La agricultura mirando al mar

Considerando que en Chile, como en el resto del mundo, el mayor consumidor de agua es el sector agrícola, utilizando alrededor de un 73% del recurso que permiten regar 902.158 hectáreas, según el VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal 2020 – 2021, se hace necesario implementar nuevas soluciones hídricas para la agricultura.

En cuanto a los cultivos con los que ha trabajado Simtech, Patricio Valenzuela menciona frutillas, arándanos, tomate, betarraga, maíz lluteño y frutos rojos en general. Además, destaca un proyecto que terminaron recientemente en el Valle de Camarones, Región de Arica y Parinacota, donde se montó una planta de osmosis inversa 100% alimentada con paneles solares, con el objetivo de regar distintos tipos de cultivo en invernadero.

Créditos: Simtech Ltda.

El proyecto de Valle de Camarones se realizó en el marco de una investigación desarrollada por la Universidad Arturo Prat y la Comisión Nacional de Riego. La particularidad de la zona destacaba debido a que las captaciones de agua (río Camarones) presentaban altas concentraciones de boro, con una variabilidad estacionaria respecto a sus concentraciones.

«Estábamos con presencia de boro de alrededor de 22 mg/L (milígramos por litro) y la norma chilena de riego exige 0,75 mg/L. El proyecto consistía etapa de osmosis inversa y otra por un intercambiador iónico, ambas en sinergismo debían dejar el boro en las concentraciones permitidas por la norma de riego. En este caso, no teníamos tanto problema con la salinidad, sino con el boro. Entonces, buscamos la forma de poder llegar a esa calidad, utilizando membranas especiales, ajustando pH en la entrada y con un pretratamiento adecuado para poder contrarrestar la variabilidad en la turbiedad que tiene el río Camarones”, detalló el gerente de la División de Tratamiento de Aguas de Simtech.

Y agregó que “así, se obtuvo un agua de mejor calidad, donde las concentraciones de boro fueron rechazadas y, a su vez, se produjo una mejor calidad, para el estudio agrícola que se está desarrollando en los invernaderos de las instalaciones».

Una de las principales brechas que presenta la desalinización para el agro son sus altos costos, lo cual hace inviables proyectos a una escala menor. Sin embargo, últimamente se han estado realizando varias iniciativas para desalinizar utilizando energías renovables, -especialmente sistemas fotovoltaicos- que son muy útiles a la hora de cubrir el alto consumo energético que requiere la desalación. Al tener un menor costo, ya existen cultivos suficientemente rentables para pagar el costo adicional.

Créditos: Simtech Ltda.

En cuanto a la disminución de costos utilizando energía solar, el experto en tratamiento de agua, manifiesta que “baja bastante el costo operacional de la tecnología al utilizar energía solar. Nosotros, en promedio, estimábamos entre 0,4 – 0,5 US$/m3 de agua tratada, y con energía fotovoltaica, lo bajamos a 0,2 US$/m3 solo en el ámbito de tratamiento».

En esta línea, añadió que “implementar las energías renovables en sistemas de osmosis inversa y, sumarlos a la conducción del agua hasta el lugar del suministro, son unos de los grandes desafíos para que la desalinización esté al alcance de todos. Además, es importante para estos proyectos cumplir con la normativa y con los principios ambientales, para proteger los ecosistemas».

El impacto de la salmuera

Hace unas semanas atrás, el Presidente Gabriel Boric, en el marco de la posible construcción de una planta desaladora en Coquimbo, señaló que “el problema de las plantas desalinizadoras es que generan salmuera, y muchas veces, lo que se hace es que la tiran al mar y eso termina afectando el suelo marino de manera importante…lo que nosotros tenemos que hacer es crear soluciones que no agraven los problemas“.

Al respecto, Patricio Valenzuela comenta que, «todos los sistemas de tratamiento de aguas generan algún tipo de residuo, y dentro del mundo de los sistemas de procesos y balances, la desalinización no es la excepción. Lo importante es abordarlo con anticipación en estas instalaciones que se van a ejecutar. Para esto, se requiere conocer la composición de la descarga, las afectaciones, donde encontramos la tolerancia de los organismos vivos, la localización de la descarga y el dispositivo de esta. Efectuar una buena metodología e ingeniería en el diseño del vertido del rechazo y cumplir con las normativas ambientales que se deben aplicar antes y después de los proyectos es fundamental. Hay plantas desalinizadoras que alimentan a toda una ciudad, como Antofagasta, y no hay daño que sean comprobados actualmente”.

Así, para el experto de Simtech, si se implementan todas las estrategias tecnológicas y logísticas el impacto en el ecosistema sería mínimo, nada comparable con otro tipo de industria, como una refinería, donde el daño es mayor y hay indicios de una contaminación severa. Asimismo, Valenzuela advierte que la desalinización es una de las soluciones más próximas a seguir implementándose para enfrentar la crisis hídrica. “Considerando la fuerte sequía de más de 13 años, la desalinización de agua de mar es la que está más a la mano para poder dar solución al problema inmediato que es no tener agua. El otro camino es el poder reusar el agua de las plantas de aguas residuales y buscar opciones para destinar ese recurso. Estos son los dos caminos que existen a mayor escala, además del concientizar a la población de efectuar una optimización del recurso en cada uno de nuestros hogares para poder abastecer esta falta de precipitaciones”.

Créditos: Simtech Ltda.

Sobre la cantidad de proyectos de desalación de agua de mar en los que ha trabajado Simtech en los últimos años, Valenzuela destaca que aproximadamente han aumentado en un 70%. Sin embargo, para su uso en la agricultura la cantidad se reduce drásticamente. «Hay agrícolas que tienen plantas de osmosis inversa , las cuales realizan el proceso de desalinización, pero aún no es una prioridad para todas las empresas del sector. Es un cliente menos maduro en comparación que la actual minería en Chile. Para cambiar esto se necesita en el ámbito de acción un alineamiento en una integración de políticas públicas, planificación, conservación, protección, desarrollo, investigación y educación», explicó el experto.

Aunque la desalinización debe ir acompañada de otras soluciones que ayuden a palear esta crisis hídrica, esta tecnología representa una opción viable para nuestro país y no solo para su uso en mineras, sino para consumo y riego agrícola; y cuyos costos pueden disminuir y volverse más accesible utilizando energías renovables.

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