Estudio revela alarmantes cifras de contaminación a causa de termoeléctricas a carbón

La investigación de Fundación Chile Sustentable constata la importancia de acelerar el cierre o reconversión de las centrales termoeléctricas a carbón dentro de la presente década, con límite al 2030.

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La principal conclusión de la investigación sobre desacarbonización y zonas de sacrificio encargada por Fundación Chile Sustentable a la Consultora Kas Ingeniería fue: Alertar la necesidad actualizar las normas para alcanzar estándares que permitan resguardar la salud de la población y la calidad ambiental, según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio analizó la diferencia en emisiones de los escenarios de descarbonización y la influencia en la contaminación local. Además, evalúo el cumplimiento de los Planes de Descontaminación en las comunas de Tocopilla, Huasco y Quintero, y compara los estándares nacionales con los que recomienda la OMS.

Tal como evidencia el Inventario Nacional de Emisiones las centrales de generación termoeléctricas a carbón en Chile, son las principales fuentes de emisión de contaminantes globales, siendo causantes del 25% del dióxido de carbono, (CO2) así como de contaminantes locales (como el NO x, SO2 y Material Particulado fino y grueso [MP2,5 y MP10]).

Esto se refuerza con el hecho de que entre 2017 y 2021 la generación en base a combustibles fósiles (gas, carbón, petróleo) se mantuvo entre 54% y 57% de la generación total, tal como muestran las cifras del Coordinador Eléctrico Nacional (citadas por KAS Ingeniería en el estudio), lo cual significa que las emisiones de contaminantes del sector generación de electricidad se han mantenido en los mismos niveles, aun cuando algunas de las plantas a carbón más antiguas hayan salido de servicio.

Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable, es clara en señalar que, “es alarmante constatar que, si se utilizan los estándares recomendados por la OMS en lugar de utilizar los límites de la norma chilena vigente, los niveles de concentración de MP2,5, MP10, SO2 y NO2 sobrepasan largamente las recomendaciones del organismo internacional, llegando en ciertos casos a ser más del doble de estos valores. Esto explica por qué en comunas como Tocopilla, Huasco y CQP los índices de mortalidad y morbilidad superan la media nacional y regional, y evidencia que los planes de descontaminación deben ser revisados y modificados en base a nuevas normas”.

Las tres comunas incluidas en el estudio son parte de las más contaminadas de Chile, por lo cual se las denomina como “Zonas de Sacrificio”.  El estudio en base a información de la Superintendencia de Medio Ambiente (2021) muestra que los responsables de la contaminación en Tocopilla son las termoeléctricas Electro Andina de Engie y Norgener de AES Gener, como las principales emisoras de contaminantes. En Huasco, las cinco centrales a carbón Guacolda de Capital Advisors y la planta de pellets de CAP Minería. Por su parte, en Quintero- Puchuncaví, las cuatro centrales termoeléctricas de AES Gener, la fundición de CODELCO y la refinería de petróleo de ENAP.

Actualmente Chile tiene un cronograma de retiro voluntario programado de 18 centrales a carbón al año 2025 para lograr reducir las emisiones de CO2 en forma consistente con sus compromisos climáticos; y el pasado gobierno dio plazo hasta 2040 para el fin de la operación de las otras 10 termoeléctricas a carbón que aún no tienen fecha de cierre.  No obstante, si el país estableciera el cierre o reconversión de estas 10 unidades al año 2030, pondría fin a las zonas de sacrificio y, avanzaría en los compromisos climáticos al reducir las emisiones del sector eléctrico de 30 a 10 millones de toneladas anuales de CO2; bajar de 35 mil a 7 mil toneladas anuales de NOx; además de reducir de 35 mil a 3 mil toneladas anuales de SO2 y de 1.600 a 300 toneladas anuales de material particulado. 

Al respecto, el estudio constata la importancia de acelerar el cierre o reconversión de las centrales termoeléctricas a carbón dentro de la presente década, con límite al 2030, junto con limpiar los procesos de CAP, CODELCO y ENAP, establecer condiciones de ordenamiento territorial y permisos sectoriales que prevengan la ocurrencia de superación de las normas de emisión.

Ante los hallazgos del estudio de Chile Sustentable advierte que este debe ser un llamado de atención al nuevo gobierno para que realice una mejora sustancial a las normas de emisión de contaminantes atmosféricos para nivelarlas con las recomendaciones de calidad del aire recomendadas por la OMS. Sólo así podrá realmente garantizar el derecho de las personas a la salud y a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado y al mismo tiempo cumplir con las recomendaciones ambientales de la ultima Evaluacion Ambiental que hizo la OCDE a Chile.

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