Desiertos: regiones para agricultura y progreso

Según Ivo Radic, representante Aladyr para Chile, la desalación abre la posibilidad de habilitar tierras para uso agrícola incluso en las áreas más áridas y despobladas. Esto traería no sólo mayor capacidad de producción sino una mayor rotación de cultivos para permitir que los suelos que se emplean habitualmente se recuperen.

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Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y la Sequía promulgado por las Organización Naciones Unidas para aunar esfuerzos desde distintos sectores y combatir este fenómeno que amenaza el acceso a recursos vitales por parte de millones de personas en todo el mundo.

El lema de este año es “Alimentos. Forrajes. Fibras” y hace referencia a la cantidad de tierra y productos provenientes de ella para satisfacer la demanda de una población creciente y con mayor poder adquisitivo en un contexto agravado por el cambio climático.

En palabras del comunicado de la ONU, los alimentos, los forrajes y las fibras contribuyen al empeoramiento de la salud de los suelos a causa de la sobreexplotación y el uso inadecuado de las superficies.

Aquí es donde, de acuerdo a la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (Aladyr), la desalación de agua de mar y pozos salobres constituye una herramienta importante en la lucha contra la desertificación y la sequía.

Según Ivo Radic, representante de la asociación para Chile, la desalación abre la posibilidad de habilitar tierras para uso agrícola incluso en las áreas más áridas y despobladas. Esto traería no sólo mayor capacidad de producción sino una mayor rotación de cultivos para permitir que los suelos que se emplean habitualmente se recuperen.

“Otra ventaja, es que las zonas áridas con grandes extensiones de superficie tienen un valor de terreno menor al de las fértiles que ya son escasas, pudiendo compensar el costo del agua tratada con un menor costo de tierra», dijo refiriéndose al contexto chileno, uno de los países más golpeados por la sequía en los últimos años y cuyo territorio contiene el desierto no polar más árido de la tierra, como el de Atacama.

Resaltó que existen ejemplos para la región de como adapatarse al desierto, como el de la ciudad de Tocopilla en el norte árido de Chile, que gracias a Aguas Antofagasta se abastecerá completamente de agua potable a partir de la desalinización.

“Chile tiene un gran potencial de desalación y energía fotovoltaica para aprovechar el cultivo en superficies áridas”, agregó el especialista para resaltar la oportunidad que otorga la energía proveniente del sol y hacer de la desalación para la agricultura una opción más viable y sostenible.

La ONU afirma en su informe Decenio de las Naciones Unidas para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación 2010 – 2020 que “la subsistencia de más de 1.000 millones de personas que habitan alrededor de 100 países está amenazada por la desertificación. Cerca de 1.000 millones de personas pobres y marginadas, que viven en las áreas más vulnerables, pueden ser las más severamente afectadas por la desertificación. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio detectó que, en general, el bienestar de la población de las tierras secas es inferior que el de los de otros ecosistemas. Por ejemplo: comparado con otros ecosistemas, en las tierras secas la tasa de mortalidad infantil es mayor y el producto interior bruto (PIB) per cápita, menor. Esto implica que las tierras secas representen el hogar de la población con un nivel de bienestar comparativamente inferior”.

El mismo documento concluye que “la escasez de agua y la brecha entre su demanda y su oferta es mayor en las tierras secas. Esta insuficiencia aumenta a medida que lo hace la aridez. Bajo el actual escenario de cambio climático, cerca de la mitad de la población mundial vivirá en 2030 en áreas afectadas por un alto grado de estrés por déficit hídrico. Esto forzará el desplazamiento de entre 24 y 700 millones de personas en algunas áreas áridas y semiáridas.

Por su parte, Juan Miguel Pinto, presidente de la Aladyr, afirmó que la integración de la desalinización como fuente de agua en la agricultura junto a una gestión sostenible de los suelos es económicamente viable debido a los avances tecnológicos y disminución en los costos y su aplicación sería una oportunidad para revalorizar las zonas áridas como asentamientos poblacionales y sectores de progreso económico, como sucede con el estado de California en USA, que a pesar de ser una zona árida es uno de los mayores productores agrícolas de Estados Unidos.. “Dicha viabilidad económica está supeditada a las características particulares de cada cultivo y su precio en mercado”.

Acorde a las estadísticas de CDFA (CA DEPT OF FOOD & AG) California incluye más de 400 productos. Más de un tercio de las verduras y dos tercios de las frutas y nueces del país se cultivan en esa zona. California es el principal estado de EE.UU. en ingresos agrícolas y representa más del 13 % de ese valor total de la nación.

Pinto explicó también que los requerimientos normativos internacionales para que el agua sea apta para la agricultura no son tan estrictos como para uso potable, por lo que el gasto en tratamiento es menor. Por ejemplo, para la agricultura la desinfección no suele ser un requisito por las características de inocuidad que presenta el agua desalinizada.

Citó como ejemplo que aquellos cultivos con huellas hídricas altas (índice que expresa la cantidad de agua por unidad producida) como el arroz no son económicamente viables para usar desalinización de agua de mar. Sin embargo, en aquellos cultivos con baja huella hídrica y alto precio de venta de mercado, sí lo son como por ejemplo el tomate.

También mencionó que Aladyr como asociación entiende que la agricultura (la mayor consumidora de agua de las actividades humanas – 70% del agua potable disponible en el mundo) debe hacerse sustentable para el desarrollo de América Latina y que en tal sentido, la cooperación interinstitucional es un eslabón necesario en la lucha por la sostenibilidad. En base a esto, Aladyr firmó un acuerdo con la Asociación Gremial de Riego y Drenaje (AGRYD) de Chile para contribuir a instaurar un Nuevo Modelo de Agricultura mediante prácticas eficientes que integren las mejores tecnologías de riego, conservación de humedad, desalación y reúso de agua.

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