Aladyr estima que “hay dificultades, pero sí existen motivos para celebrar el Día Mundial del Agua”

Desde Baja California en México hasta la Patagonia argentina, la geografía latinoamericana exhibe casos de éxito en la implementación de desalinización y reúso de agua como medidas para robustecer sus sistemas hídricos.

Créditos: Aladyr.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más de 160 millones de personas en la región no cuentan con un suministro de agua potable confiable y sólo el 20% de las aguas residuales generadas son debidamente tratadas. Este panorama se ensombrece más a medida que la escasez y las sequías se intensifican a causa del cambio climático.

Pero pesar de las dificultades hídricas que enfrenta Latinoamérica, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (Aladyr), considera que existen razones para celebrar el Día Mundial del Agua y entre ellas destacan una mayor profesionalización del sector, casos de éxitos en aplicación de tecnologías e iniciativas y normativas que hacen vislumbrar que un futuro sostenible es posible.

La asociación decidió sumarse al tema propuesto por la ONU para el Día Mundial del Agua: “Acelerar el Cambio”, el cual consiste en aumentar considerablemente el esfuerzo y la inversión en la infraestructura para tratar y reaprovechar las aguas residuales y para potabilizar el agua de mar.

“En los últimos años hemos sido testigos de lo peor del cambio climático con sequías históricas en varios países de la región como Chile, Argentina y México. Pero también hemos visto lo mejor del ingenio humano aplicado a la gestión hídrica en Latinoamérica con proyectos como las biofactorías de Santiago de Chile; la PTAR Atotonilco en México; o el proyecto Provisur en Lima, Perú. Cada una de estas instalaciones son referencias globales de eficiencia y aplicaciones tecnológicas”, declaró Gerald Ross, presidente de Aladyr.

Reúso en América Latina y el Caribe

El reúso es un proceso que consiste en tomar las aguas residuales y tratarlas para llevarlas a una calidad suficiente para aplicaciones agrícolas, urbanas, ambientales o industriales. Sobre esto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicó recientemente un estudio en el que destaca diez casos de éxito que van desde México, en el extremo norte del subcontinente, hasta Argentina en el sur.

En esa línea, a nivel local destaca la experiencia de Antofagasta, con la instauración de una planta de tratamiento que recibe la totalidad de las aguas servidas de la ciudad y las trata para destinarlas a industrias dedicadas a la elaboración de productos de cobre y zinc. Algo parecido ocurre en São Paulo, Brasil, con la empresa Aquapolo Ambiental, que utiliza el agua tratada para fines industriales, como la producción de papel y celulosa.

Por su parte, la mina de Cerro Verde en Perú, usa agua tratada para sus operaciones mineras, lo que ha permitido reducir el consumo de agua fresca y disminuir la contaminación de los ríos cercanos.

En conclusión, América Latina enfrenta grandes desafíos en la gestión del agua, pero también existen soluciones innovadoras y sostenibles que pueden contribuir a mejorar el panorama hídrico, y el presidente de Aladyr valor que “los casos de éxito y muchos más, son la prueba de que el reúso es seguro y necesario”.

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