Las consecuencias de los ríos atmosféricos para la Antártica y sur de Chile

En el marco del proyecto de Predicción Polar, el artículo del Dr. Raúl Cordero y la Dra. Penny Rowe, se enfoca en detectar los ríos atmosféricos que causan lluvias torrenciales. Sus efectos en la urbe son inundaciones y deslizamientos de tierra, en el continente blanco acelera el derretimiento de glaciares.

0
1380

El proyecto de Predicción Polar y su actividad principal, el Año de la Predicción Polar (Year of Polar Prediction, YOPP por sus siglas en inglés), es una iniciativa liderada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) donde participan una veintena países, entre ellos, Chile. Esta iniciativa permite mejorar la caracterización de la predicción ambiental en las regiones polares y las proyecciones de los efectos del fenómeno del cambio climático en altas latitudes.

Los primeros resultados del YOPP en el hemisferio sur reportan las diferentes observaciones y análisis realizados en diferentes puntos del Continente Blanco, durante el período especial de observaciones del YOPP que culminó a mediados del año pasado. Estos datos fueron publicados recientemente por la revista especializada Bulletin of the American Meteorological Society.

Con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACH), la Dra. Penny Rowe y el Dr. Raúl Cordero contribuyeron al YOPP a contar del año 2018, mediante el lanzamiento de más de 200 radiosondas desde la base Profesor Julio Escudero del INACH, en isla Rey Jorge, en el extremo norte de la península Antártica. Las mediciones de las radiosondas fueron complementadas con las del sistema de detección remota basado en un láser visible (LIDAR). Esto con el objetivo de detectar ríos atmosféricos.

“Las radiosondas son instrumentos que nos permiten la caracterización del perfil de la atmósfera, midiendo variables meteorológicas (temperatura, viento o humedad), mientras ascienden más de veinte kilómetros de altura atadas a un globo; la sonda envía por radio el resultado de las mediciones a la estación en tierra. Una de las variables que mide la radiosonda es la humedad, que es justamente la que permite detectar el paso de un río atmosférico” explicó Cordero, climatólogo y académico del Departamento de Física de la Usach.

Efectos negativos de los ríos atmosféricos

En la investigación aportada al Año de la Predicción Polar los científicos describieron el arribo de los ríos atmosféricos a la Antártica. Se trata de bandas estrechas que transportan gran cantidad de vapor de agua desprendido desde latitudes bajas o tropicales (donde la humedad es alta) y que ocasionalmente alcanzan las costas de Chile y la Antártica ocasionando intensas precipitaciones. En estado gaseoso, el volumen de agua transportada por los ríos atmosféricos es muy superior al de los ríos terrestres.

Según afirma Cordero, los ríos atmosféricos contribuyen entre el 45 y el 60 % de las precipitaciones anuales en el centro y sur de Chile y son responsables de intensas lluvias que pueden tener efectos negativos para la población. “Las fuertes precipitaciones a inicios de julio (que dejaron casi 40 milímetros de lluvia en Santiago) fueron resultado de un río atmosférico. A finales de junio de 2019, otro potente río atmosférico provocó lluvias torrenciales en el sur de Chile, que provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones graves. El evento también aumentó diez veces la descarga en algunos ríos, transportando nutrientes a la zona costera y promoviendo la proliferación de algas” detalló el climatólogo.

Estos ríos atmosféricos que llegan ocasionalmente a Chile también pueden alcanzar la Antártica, pasando por Punta Arenas o directamente. Si llegan al Continente Blanco, su efecto puede ser devastador, ya que provocan precipitaciones líquidas al este de la península que derriten parte de la nieve y el hielo. “Las precipitaciones en forma de nieve ayudan a que Antártica recupere la masa perdida por derretimiento, pero la lluvia que trae un río atmosférico puede acelerar ese derretimiento. Uno de estos eventos ocurrió el 6 de diciembre de 2018 y es el que reportamos en el paper. Este río pasó por Punta Arenas donde fue también monitoreado utilizando tecnologías LIDAR”, expresa.

Por otro lado, los ríos atmosféricos también están relacionados con los récords de temperatura en el lado oeste de la península Antártica. “Esto se debe a que el aire húmedo del río se seca al descargar lluvia del lado este. Cuando el aire ya seco cruza de este a oeste el cordón montañoso de la península Antártica se calienta por efecto Foehn. Ese aire caliente provocó el récord de temperatura de 18º C medido el 6 de febrero en la base argentina Esperanza”, explicó Cordero.

El investigador de la Usach respecto a los esfuerzos internacionales que buscan la caracterización de las teleconexiones atmosféricas entre la Antártica y el trópico, comenta que “la mejor compresión de la interrelación entre Antártica y el clima global es un enorme desafío. Se trata de un esfuerzo que ningún país puede acometer por sí solo y que requiere el trabajo coordinado de los diversos programas de investigación antárticos”.

Aunque se ha avanzado en la comprensión de los ríos atmosféricos y sus consecuencias en Chile y Antártica, quedan preguntas por resolver “aunque sabemos que los ríos atmosféricos generan eventos extremos tanto en Chile como en la península Antártica, persiste la incertidumbre en cómo el cambio climático afectará la frecuencia con la que ocurren estos eventos. En eso trabajamos”, concluye Raúl Codero.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Ingrese su nombre aquí