El archipiélago de Chiloé lleva años conviviendo con problemas de estancamiento de residuos sólidos domiciliarios, problema que ha llevado a la localidad a estar actualmente al borde de un colapso sanitario.
Diversas organizaciones locales han denunciado esta crisis y la ineficacia por parte de los organismos públicos a la hora de resolver planes de cierre, restauraciones y coordinaciones para una nueva política de residuos con garantías de no repetición.
Esto ocurre con más vigor en la comuna de Ancud, donde la situación empeoró luego de que en septiembre del 2021 la Corte Suprema acogiera las reclamaciones de comunidades y tomara la determinación de clausurar el vertedero comunal Puntra El Roble, además de exigir al municipio ancuditano retirar la basura acumulada en ese espacio.
Puntra El Roble: la solución que no fue
Puntra El Roble nació como un relleno sanitario provisorio luego de que la Seremi de Salud de la Región de Los Lagos tomara la resolución de depositar los desechos de Ancud en ese lugar. Esto, con el objetivo de contrarrestar la alerta sanitaria que había sido decretada en abril de ese mismo año en toda la isla.
Su ubicación era uno de los principales problemas, debido a que está aproximadamente a tres kilómetros del Santuario de la Naturaleza Humedales de la Cuenca del río Chepu, lugar que alberga una de las mayores diversidades de avifauna y bosques nativos del país.
En una entrevista para La Tercera, el biólogo Jorge Valenzuela, miembro del Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN) en Chiloé, explicó que bajo la urgencia por encontrar un recinto en donde depositar la basura, el alcalde de la comuna propuso a la autoridad sanitaria el terreno cercano al santuario del río Chepu, sin realizarse un estudio previo sobre el impacto ambiental que podría generar en esta área protegida.
Infracciones
Los problemas no tardaron en llegar. La Superintendencia del Medio Ambiente le imputó tres cargos graves a la Municipalidad de Ancud: operar un relleno sanitario sin contar con la respectiva Resolución de Calificación Ambiental (RCA), no cumplir con las medidas provisionales, e incumplir el requerimiento de ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Todas estas deficiencias tuvieron una sanción de más de $187 millones.
Natalia Jaque, fundadora de Minga Chiloé, organización de activismo socio ambiental, expresó que “el cierre del vertedero de Puntra es el claro ejemplo del estado de muchos vertederos en el archipiélago, con una vida útil ya utilizada, colapsada de residuos y con un sistema arcaico que no ayuda en nada a no contaminar”.
De Ancud a Los Ángeles: ¿otra solución incorrecta?
La clausura de este relleno sanitario de emergencia causó que Ancud se quedara sin lugares para depositar su basura, por lo que actualmente se están destinando los residuos en el relleno sanitario de KDM en Los Ángeles, Región del Biobío.
Bajo este nuevo plan, son cuatro vehículos los que recorren diariamente los 600 kilómetros que existen entre ambias ciudades, lo cual, según datos entregados por la Dirección de Medioambiente, Aseo y Ornato del municipio ancudino, generaría aproximadamente 96 toneladas de carbono mensualmente.
Ante ello. el Presidente Gabriel Boric se refirió a esta crisis, manifestando que se están gastando recursos de manera poco eficiente, enfatizando en la necesidad de crear una planificación urbana que considere la migración interna y la presión por responder a los servicios básicos, como el acceso al agua, la construcción de establecimientos de atención primaria y el fortalecimiento de las comisarías.
Próximas soluciones
Desde el Gobierno Regional de Los Lagos se establecieron ciertas medidas que buscan afrontar esta problemática. Entre ellas, la entrega de recursos hacia los municipios para la mantención de sus vertederos y la instalación de un centro de depósito provincial que estaría ubicado en un terreno municipal de Castro.
Para este fin, también se fichó a Marcel Szantó, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y experto en gestión de residuos, quien fue contratado por la Subdere para, entre otras labores, asesorar a la Municipalidad de Ancud en el objetivo de resolver el problema del relleno sanitario Puntra El Roble.
En el contexto de esta asesoría, Szantó señala que la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato (DIMAO) de Ancud, bajo la dirección del ingeniero Alfredo Caro, “ha transformado una tragedia en una oportunidad: reducir, minimizar, optimizar los recorridos, puntos limpios, junto a la participación ciudadana, les ha permitido valorizar, segregar las fracciones, enviando a reciclaje porcentajes que alcanzan a cifras que alcanzan a un 50% de la fracción recolectada”.
Agregó que “actualmente hay expertos colaborando en la contención de un relleno sanitario cerrado, además de aportar en el desarrollo de su plan de gestión integral de residuos, modelo que pasará a ser un ejemplo nacional y que permitirá dar solución a la gestión de residuos sólidos”.
No obstante, aclara que “los procesos de implementación de un plan de gestión con relleno sanitario requiere entre seis y ocho años. Frente a la propuesta de un centenar de tecnologías, se debe indicar que no existe varita mágica que resuelva el problema, en un continente donde menos del 30% de la población paga por la gestión de sus residuos”.
Por su parte, comunidades socioambientales, como Minga Chiloé, expresan tener desconfianza sobre el avance de los objetivos de estos programas y proyectos. “La falta de interés de la asociación de alcaldes del archipiélago, quienes, si bien han asumido un compromiso en la reducción de basura, no se han creado políticas locales para la fiscalización de vertederos clandestinos o para fomentar el reciclaje en las comunas. Además, la ejecución en la gestión de la mayoría de las comunas de los residuos no es eficiente ni valorizada, es decir, hay partes de la cadena que aún no se completan y la hacen circular, lo cual nos preocupa inmensamente”, indicó Natalia Jaque.
Agregó que “la falta de una mesa ampliada entre organizaciones y autoridades locales es un gran vacío en la adaptación y mejora de las estrategias en el territorio. Creemos que la participación ciudadana no es real y no hemos sido escuchados para estudiar el tema a fondo”.
