Los envases cumplen un rol fundamental a la hora de proteger y entregar los alimentos en forma segura a los consumidores. Algo que ha quedado en evidencia tras la crisis sanitaria que afecta a todo el mundo producto de la pandemia generada por el covid-19.
En ese sentido el sector de envases y embalajes ha sido fundamental para abastecer al mercado de bienes esenciales y satisfacer la demanda generada por el aumento de las ventas en línea, lo que genera a su vez un volumen de residuos mayor. Por ello, evitar que terminen en rellenos sanitarios, es mucho más que una moda o una dinámica pasajera.
Más allá de lo que muchos pudieran creer, la industria de envases y embalajes lleva en Chile más de 30 años recuperando materiales y aplicando de modo consciente el concepto de economía circular.
En el contexto de la Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, más conocida como Ley REP, la industria ha estado hace años trabajando en reducir gramajes, invirtiendo en tecnologías, avanzando en producciones más limpias-sustentables, innovando en nuevos materiales que sean más fáciles de reciclar, apuntando, además, a generar materias primas a partir de recursos renovables y compostables, aspectos que facilitan el manejo posterior, posconsumo.
La cadena productiva de envases y embalajes ha tenido que replantear su forma de hacer las cosas, en el sentido de incorporar la gestión ambiental en sus líneas productivas y se han conseguido grandes beneficios y ahorros. Ser más sustentable no significa ser más caro. Por el contrario, y así lo hemos demostrado, con valores reales en los trabajos en el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) que realizamos y terminó su periodo el año 2019.
Como fruto relevante del primer APL, nuestra industria se anticipó a la Ley REP con el desarrollo del primer “Piloto REP” de separación selectiva y recolección diferenciada de residuos domiciliarios, que se realizó conjuntamente con la Municipalidad de Providencia, generando información técnica que sirvió como insumo para la elaboración del decreto de metas para este producto prioritario (envases y embalajes). La información obtenida sobre los hábitos de consumo de los vecinos, el compromiso de la cadena de reciclaje de los envases posconsumo, cifras de residuo y su caracterización, costos relevantes de recolección y clasificación son los primeros datos locales para la implementación de futuros sistemas de gestión de residuos.
Sin embargo, para tener una cadena de reciclaje más efectiva y eficiente se necesita más que nunca la colaboración y aporte de la ciudadanía y de los recicladores de base. Ambos eslabones fundamentales para cumplir el objetivo primario de disminuir los residuos pos consumo en los rellenos sanitarios. Por ello, es importante poner énfasis en la educación ambiental de los ciudadanos, en buscar caminos de incentivos, en proponer campañas motivacionales, de manera que este primer eslabón en la cadena de reciclaje se sienta parte del éxito de la Ley REP.
Ya lo dijo Wangari Maathai, ecologista keniata, premio Nobel de la Paz en el año 2004: “Dentro de algunas décadas, la relación entre el ambiente, los recursos y los conflictos, será tan obvia como la conexión que vemos ahora entre derechos humanos, democracia y paz”.
Debemos terminar con la economía lineal para avanzar fuertemente a una economía circular o mejor dicho a una economía regenerativa, de manera de entregarle a las futuras generaciones un mundo mejor que aquel en el que nosotros vivimos.
La industria de envases y embalajes está comprometida con el camino para ser más sustentables, para cuidar el medio ambiente y a las personas, prueba de ello es que actualmente está implementando el segundo APL, impulsado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente.
Bajo el lema “Transitando hacia la Economía Circular”, este segundo APL liderado por CENEM, ya está trabajando en cuatro metas voluntarias y cuenta con 36 instalaciones (31 empresas) comprometidas con el este gran desafío de avanzar hacia la economía circular, acorde con las exigencias normativas y de leyes como las obligaciones fijadas en la ley 20.920, en el marco de la Responsabilidad Extendida del Productor.
Además de consolidar el compromiso de la industria con una economía circular y regenerativa, las metas propuestas están relacionadas directamente con el reciclaje; la primera “incorporar o incrementar el contenido de material reciclado en envases y embalajes” desarrollando una metodología que permita medir la cantidad y procedencia de dicho material y una segunda meta que es “cuantificar la huella ambiental de los envases y embalajes”, utilizando la calculadora ambiental simplificada Ecopackagingchile.cl, lo que permitirá proponer mejoras a través del ecodiseño de los envases y embalajes. Se trabajará en el flujo de residuos no domiciliarios para facilitar a las empresas el proceso de identificación, cuantificación, declaración y posterior cálculo de la tasa correspondiente de reciclaje.
Hoy en día es imprescindible volver nuestra mirada hacia las personas, a las necesidades del entorno y por supuesto, del medio ambiente. Una visión integral que nos permita construir un futuro más sustentable, aspirando a lineamientos que conduzcan a una mejor calidad de vida para todos quienes somos parte de esta sociedad.
CENEM, en conjunto con sus más de 100 empresas socias, seguirá trabajando de manera colaborativa por el desarrollo sustentable de la industria de envases y embalajes en Chile y en especial en la innovación de nuevos materiales y tecnologías, abriendo nuevos caminos para recuperar materiales como es el proyecto del reciclaje químico y otros que son parte de un mismo objetivo, de un mismo ideal, de un mismo fin: Cuidar nuestras personas y nuestro planeta.