Los países que estarían haciendo lobby para suavizar alarmante reporte del IPCC

Greenpeace Reino Unido accedió a 32 mil documentos que dan cuenta que una serie de países, empresas y organizaciones están haciendo lobby con un solo objetivo: presionar para que se moderen o suavicen las alarmantes conclusiones de un informe científico de la ONU, el más importante desde 2014.

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A principios de agosto, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU entregó su más reciente informe, texto en el cual concluyó que el cambio climático efectivamente está siendo magnificado por los humanos y que las acciones para frenar el alza de las temperaturas no están surtiendo efecto, por lo cual el aumento podría llegar a 1,5°C en 2030, diez años antes de lo que la instancia predijo hace solo tres años.

Las conclusiones, alcanzadas por miles de científicos de casi todos los países del mundo, causaron revuelo, preocupación internacional y el documento fue catalogado como una “alerta roja”.

Pero empresas, gobiernos y otros agentes están haciendo lobby para que el candente reporte se suavice y la ONU haga modificaciones a lo establecido por la ciencia.

La noticia se conoce a semanas que arranque la COP26 en Escocia, la cumbre climática de la ONU que justamente busca lograr mayores acuerdos a nivel planetario para contener el alza de los termómetros.

Cerca de 32 mil documentos fueron entregados a Unearthed, un grupo de periodistas de investigación de Greenpeace Reino Unido, quienes luego compartieron la filtración con la BBC.

Combustibles fósiles

Parte de las presiones en la materia provienen de países donde los combustibles fósiles son parte importante de la economía.

Por ejemplo, un consejero del Ministerio del Petróleo de Arabia Saudita solicitó eliminar frases como “la necesidad de acciones de mitigación urgentes y aceleradas a toda escala”.

Ese mismo país también está pidiendo a los científicos del IPCC que borren de sus conclusiones que “el foco de los esfuerzos de descarbonización en el sector de la energía debe cambiar rápidamente a fuentes de carbono cero y activamente dejar los combustibles fósiles”.

Desde India, el Instituto Central de Minería e Investigación en Combustibles dejó en claro que, a su juicio, el carbón seguirá siendo la mayor fuente de producción de energía, acusando demasiadas complicaciones a la hora de producir electricidad barata.

En tanto, desde Australia quieren que el IPCC borre una referencia que critica el efecto del lobby en ese país y Estados Unidos a la hora de moderar el debate sobre el rol de los combustibles fósiles en la emergencia climática.

Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) habría pedido que se elimine la parte donde se dice que “el activismo del lobby, protegiendo modelos de negocio extractivistas, previene la acción política”.

Argentina y Brasil van por la carne

Argentina y Brasil también aparecieron en la filtración peleando por uno de sus productos estrella: la carne.

En concreto, ambos países argumentaron contra la evidencia científica, que arrojó que reducir el consumo de carne es necesario para paliar el alza en la emisión de gases de efecto invernadero.

Mientras el texto indica que dietas basadas en plantas pueden ayudar a cortar en 50% las emisiones, Brasil asevera que eso no es correcto.

Así, ambas partes solicitaron borrar las referencias a dietas en base a plantas y aquellas que tildan a la carne como una comida “alta en carbono”.

En la misma línea, Argentina pidió la remoción de iniciativas como un impuesto a las carnes rojas y la campaña llamada “Lunes sin Carne”.

Además, Brasil negó que cambios en las regulaciones gubernamentales hayan causado un aumento en el avance de la deforestación. Eso no es efectivo.

Con la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro la pérdida de cobertura forestal se extremó, pero no es el único culpable: un estudio calculó que la selva perdió entre 1985 y 2020 un 17% de su vegetación nativa, área equivalente al territorio de Chile, y el 52% de sus glaciares, ubicados en su región andina.

Suiza no quiere apoyar a países más pobres

En los últimos años, la comunidad internacional ha visado apoyar monetariamente a naciones más pobres ante los embates del cambio climático.

¿La razón? Mientras las naciones más ricas pueden costear sus consecuencias, son estas quienes más aportan a la emisión de gases de efecto invernadero.

Pero Suiza no estaría de acuerdo. Según la filtración, la mayoría de sus comentarios apuntan a “arreglar” aquellas secciones del reporte donde se señala que los países más acaudalados deberán apoyar a los en desarrollo o subdesarrollados.

En 2009, el mundo acordó que las naciones ricas formarían un fondo anual de US$100 mil millones hacia 2020 para los fines ya mencionados, algo que todavía no ocurre.

En este apartado, Australia vuelve a ser mencionada y con argumentos similares a los de Suiza.

Consultada por la BBC al respecto, desde la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza indicaron que aunque el financiamiento climático es una herramienta importante en la batalla contra el alza de las temperaturas, esta medida “no es la única”.

Energía nuclear

Según la BBC, una serie de países del este de Europa piden que el reporte del IPCC intente ser más positivo a la hora de hablar de la energía nuclear.

Y tienen razón: esta no genera emisiones de carbono, pero sí representa un serio problema si algo sale mal.

Acá también reaparece India, que acusa que el informe de la ONU casi que solo habla mal de este tipo de energía.

“Es una tecnología establecida con buen soporte político”, comentaron desde el nuevo gigante asiático.

En tanto, Eslovaquia, Polonia y República Checa fustigan que la ONU solo le atribuya uno de 17 de sus objetivos ambientales a la energía nuclear.

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