En estos meses en los que hemos estado expuestos a una pandemia a nivel mundial, he reflexionado particularmente en la conservación del medio ambiente y en que nuestro mejor “seguro de vida”, nuestra mejor vacuna para el futuro será proteger la naturaleza y la biodiversidad. ¿Por qué? la respuesta se las daré a continuación.
Los virus de animales siempre han existido, pero ¿por qué nos enfrentamos ahora a esta enfermedad? La respuesta está relacionada con la antropización de los espacios, es decir, la modificación constante de nuestro entorno por parte de los humanos. Enfermedades que antes estaban localizadas en áreas naturales se han expandido al haber incrementado la interacción humana con animales salvajes portadores del virus.
Un ejemplo claro de entornos antropizados son los que deja la deforestación que se desarrolla muchas veces en lugares con alta biodiversidad y cuya pérdida facilita, cada vez más, la transmisión y una mayor propagación de patógenos procedentes de especies animales, como es el caso del Covid-19. Cuando destruimos la selva o un bosque, lo que hacemos es perturbar las complejas cadenas de relaciones que existen entre los distintos seres vivos que mantienen estos patógenos y virus controlados.
Sin duda, la pandemia, las cuarentenas obligatorias y este freno en las actividades están teniendo un gran beneficio para el medio ambiente, pero ¿qué pasará cuando las cosas vuelvan paulatinamente a la normalidad? No tengo la respuesta exacta a esta pregunta, pero sí se que necesitamos aprender, tomar medidas post pandemia, tratar en cierto modo de aprovechar este tiempo ganado, en concientizarnos, porque claramente si no cambiamos nuestra manera de consumir nos expondremos con más frecuencias a pandemias mundiales como ésta, debido a que lo que nos está pasando es un patrón que refleja lo que hemos venido haciendo con el medio ambiente durante las últimas décadas.
Debemos como ciudadanos adoptar hábitos diarios que sean sustentables, educarnos ambientalmente, la información está disponible y sobre todo exigir a los gobiernos cambios que sean estructurales en relación al cuidado y protección de nuestro medio ambiente, ya que tras esta crisis sanitaria nos enfrentaremos a una crisis económica y social, pero también estaremos ante la oportunidad de hacer las cosas mejor, de aprender de los errores y conducir nuestro país a una gestión sustentable y, finalmente, si los cambios no son por ética entonces que sean por la naturaleza y la supervivencia.
