La importancia de la norma de olores del sector porcino para la sexta región

El 22 de julio de 2020 se publicó en el Diario Oficial el anteproyecto de norma de emisión de contaminantes en planteles porcinos que, en función de sus olores, generan molestia y constituyen un riesgo a la calidad de vida de la población.

Rodrigo Lagos, seremi Medio Ambiente R. O’Higgins

Para el desarrollo de esta regulación se ha trabajado con una mirada integrada para lograr hacer que los planteles porcinos controlen sus emisiones de olores y paralelamente subir su estándar operacional, de manera de conseguir un desarrollo sostenible de la industria.

La Región de O’Higgins, en términos territoriales, concentra 42 planteles de cerdos diseminados en 19 comunas de las 33 que la conforman, es decir, en un 57% de las comunas, hay instalaciones donde se lleva a cabo esta práctica productiva, razón por la cual esta norma tendrá un fuerte impacto.

Algunas comunas de la región han experimentado episodios de olores molestos, provocado por planteles porcinos, en los cuales, se han realizado mesas de trabajo entre autoridades, servicios públicos, vecinos y empresas. Muchos acuerdos alcanzados, tenían relación con planes de gestión voluntarios a objeto de mejorar acciones y procesos que generasen olores molestos.

Con esta nueva normativa, mejorará la calidad de vida de los vecinos potencialmente afectados, al señalar límites máximos de emisión para planteles existentes tanto para zonas rurales como urbanas, y limites más exigentes, para planteles nuevos.

Por otra parte, la presente normativa exigirá reducir las emisiones de olor por eficiencia de reducción de olor a aquellos planteles existentes que cuenten con lagunas en su proceso productivo, en un 70% al menos a aquellos planteles pequeños y en un 75% en aquellos medianos y grandes. Para planteles nuevos se exige que para todos los tamaños deben tener una reducción en laguna de al menos 70% y en pabellones de al menos 50%, esto en el marco de la evaluación del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). La eficiencia de reducción deberá ser acreditada a través del muestreo anual de las emisiones de olor.

El anteproyecto, también incluye exigencias respecto del reporte de las prácticas operacionales estandarizadas, que deberán cumplir los planteles de más de 750 animales, las que tienen por finalidad minimizar las emisiones de olor, como por ejemplo limpieza de los pabellones, condiciones respecto al transporte del purín y guano, entre otras. Además, debe contemplar un plan de prevención de contingencias y emergencias.

Especial importancia tendrá esta normativa en aquellas comunas de la Región de O’Higgins, en que la cantidad de cerdos, supera ampliamente a los propios habitantes. En definitiva, a lo que apuntamos con esta norma es que se asegure la calidad de vida de las personas, normando para que la industria utilice las tecnologías necesarias para no afectar a las comunidades vecinas, de eso se trata un desarrollo sustentable, porque no queremos menos empresas, queremos mejores empresas.

La norma ingresará a consulta pública este segundo semestre a objeto que todos los ciudadanos puedan entregar su opinión respecto de esta normativa que apunta a mejorar su calidad de vida, en especial a aquellas comunidades que se han visto afectadas, con lo cual avanzamos armónicamente y damos un paso más en construir una Región de O’Higgins, cada vez más sustentable.

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