La industria porcina frente a la futura norma de olores

Codexverde conversó con Carlos Montoya, representante de Coexca S.A., para conocer la postura de la compañía y el panorama de la industria de cerdos frente al antreproyecto de la primera norma de olores en Chile.

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Chile tiene mucho trabajo que hacer para consagrar una regulación ambiental que aborde todos los sectores productivos, con miras a generar una verdadera economía sustentable. Industrias como la minera, forestal, salmonera o la porcina, presentan temáticas socioambientales en que el Estado tiene el deber de normar para garantizar el menor impacto posible a los ecosistemas y a las comunidades.

En el caso de los planteles porcinos, los principales conflictos evidenciados en esta industria son los referentes a la eliminación de residuos y a la emanación de olores molestos, los que han originado serias complicaciones de convivencia con las comunidades vecinas. Un caso que alcanzó alta connotación mediática y que ejemplifica estas problemáticas fue el ocurrido en Freirina, Región de Atacama, conflicto socioambiental en el que la presión de las protestas ciudadanas obligó al cierre definitivo de la planta de cerdos más grande de América Latina (Agrosuper) en 2012.

Con miras a generar una política pública que aborde este tipo de contaminación específica y que regule de manera completa la situación en la industria de cerdos, el Ministerio del Medio Ambiente publicó el 22 de julio de este año en el Diario Oficial el anteproyecto de la primera norma específica de olores que existirá en Chile, denominado “Norma de Emisión de Contaminantes en Planteles Porcinos”, el cual buscará implementar una hasta ahora inexistente regulación en torno a los olores que emiten medianas y grandes empresas productivas.

Entre los principales mecanismos adoptados en esta iniciativa para el tratamiento y control de olores, se encuentran el establecimiento de valores límite de concentración y emisión para compuestos químicos específicos que generan olor (gases), y la fijación de valores límite de concentración de emisión de olor, evaluados a una distancia de la fuente, en un punto receptor.

Sobre la presentación de este anteproyecto del MMA, Codexverde conversó con Carlos Montoya Becerra, gerente de asuntos corporativos y sustentabilidad de Coexca S.A., empresa productora, faenadora y exportadora de carnes de cerdo, quien se refirió a la postura de la compañía y al panorama de la industria porcina frente a esta nueva norma.

-¿Qué tecnologías utiliza Coexca en sus distintas plantas para controlar y mitigar olores?

En nuestro criadero San Agustín del Arbolito, ubicado en la comuna de San Javier y que tiene una resolución de calificación ambiental RCA reciente (2019), hemos utilizado las mejores tecnologías disponibles, por lo cual tiene un alto nivel y funciona como lo haría cualquier plantel en Europa. Así no presenta externalidades negativas para no perjudicar a nuestros vecinos ni contaminar el medio ambiente. Las tecnologías que utilizamos son:

  • Uso de un biodigestor que constituye una de las tecnologías más modernas en el mundo para el tratamiento de los purines. Esto permite la generación de energía eléctrica que se puede utilizar en el mismo plantel.
  • Sellado de otras fuentes de olor, como la laguna de acumulación de los efluentes líquidos ya depurados; de los pabellones, los que han sido hermetizados (cerrados) y en ellos se han implementado túneles con aire forzado y chimeneas de 14 metros de altura, hacia la atmósfera que dispersan los gases, para no provocar problemas. Además, se ha cerrado la estación de transferencia.
  • Se realiza un riego con microaspersión, similar al riego de los frutales para los pinos plantados en el predio de mil hectáreas. Esto significa que el agua que se extrae de la tierra de los pozos profundos, debidamente inscritos, se saca de la tierra y vuelve a la tierra.

-¿Cuál ha sido la inversión que ha realizado Coexca enfocada en tema?

Carlos Montoya, Coexca S.A.

Todos los puntos anteriores, han significado una inversión para este plantel cercana a US$2 millones, es decir, cerca de $1.590 millones chilenos. Es importante destacar que, en el caso de los otros planteles, se están realizando mejoras que eventualmente apuntan en la misma dirección.

-En cuanto a la reciente publicación de parte del Ministerio del Medio Ambiente del anteproyecto de la primera Norma de Olores en Chile, ¿cómo abordará Coexca la próxima normativa de olores para planteles porcinos?

Todas las empresas productoras y exportadoras de cerdos en Chile hemos pedido tener una norma de olores, pues así tendremos reglas claras sobre la materia. La norma propuesta la estamos estudiando para hacer las observaciones que correspondan en las instancias pertinentes, pues este anteproyecto requiere algunas oportunidades de mejora, con el objeto de proteger el medio ambiente y el bienestar de las comunidades, por un lado, y entregar claridad a los regulados, por el otro.

-¿Qué apuntes hace Coexca sobre la construcción y ejecución de la normativa?

Respecto al anteproyecto propuesto por el Ministerio del Medio Ambiente podemos decir lo siguiente, entre otras cosas:

  • Como cuestión previa debemos decir que no existe en Chile una planificación del territorio como existe en los países desarrollados, en consecuencia, esto debería ser previo al establecimiento de estas normas. Además, nos sentimos discriminados, pues esta norma propuesta regula sólo el sector porcino, en consecuencia que debería ser para todo el sector pecuario productivo.
  • Existe un reglamento que establece la manera en que deben hacerse las normas, y confiamos en que este reglamento se cumpla íntegramente. Esto requiere que el Ministerio de Medio Ambiente revise los beneficios y costos de esta regulación, para asegurarse que los primeros sean mayores que los segundos. Nosotros aportaremos toda la información necesaria para generar una norma adecuada y bien fundamentada. Dicho esto, nos parece que el anteproyecto publicado no está del todo acorde con la realidad nacional, pero aún existen instancias para realizar los ajustes correspondientes.
  • Si se compara con la normativa europea, la norma holandesa señala dos sectores donde se aplica la norma, el sector urbano y el sector rural, en dicha norma los límites de olor para el sector urbano es de 3 u.o/m3 para el sector rural de 8u.o/m3. En cambio en la norma propuesta a nosotros se nos aplica en los predios grandes que están en el sector rural, 5u.o./m3 para los criaderos existentes y para los criaderos nuevos 3u.o./m3. Esto significa claramente que nos están midiendo con una vara distinta y más exigente que los países desarrollados.
  • Nos exigen monitoreos en línea respecto de los olores, en consecuencia, que si tenemos monitoreos periódicos es suficiente para reportar los olores que se dan en los criaderos. Estos monitoreos en línea son extraordinariamente caros y muy difíciles de implementar.
  • Los cálculos económicos de las inversiones necesarias para aplicar tecnologías no corresponden a la realidad nacional, lo que debiera ser considerado en el proceso de elaboración de esta norma.

-Según estos argumentos, ¿cree que el Ministerio del Medio Ambiente no ha sociabilizado pertinentemente esta norma?

La ha sociabilizado, sin embargo, no ha recogido todos los planteamientos que hemos expresado. Ahora bien, lo que existe hoy es un anteproyecto, que por definición es un borrador, y el proceso de consulta que se hará será la instancia apropiada para hacer observaciones. Confiamos en que ellas serán acogidas y podamos contar con una norma adecuada para compatibilizar el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sustentable de una industria tan relevante para el país como es ésta, más aún cuando el Estado ha optado por ser una potencia agroalimentaria. Hay que considerar además que Chile es el quinto país exportador de carne de cerdo del mundo y este sector da trabajo a 14 mil familias.

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