Anualmente, los seres humanos liberan más de 30 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que sin duda implica un desafío frente al cambio climático y cómo disminuir su impacto en el planeta.
Frente a esto, Climeworks, empresa suiza especializada en tecnología de filtración de dióxido de carbono directo del ambiente, hace unos días anunció el inicio de obras para la construcción de una segunda planta de captura de CO2, directamente desde el aire. La planta llamada Mammoth será la más grande del mundo, luego de Orca, de la misma compañía.
Esta mega iniciativa, que se ubicará en Islandia, utilizará energía renovable para hacer que sus sistemas directo de captura y almacenamiento de aire funcionen, de tal manera que de forma segura se capturen unas 12,5 toneladas de CO2 cada tres meses, logrando un total de 36 mil toneladas de CO2 al año.
“Nadie ha construido nunca lo que estamos construyendo y somos humildes y realistas en cuanto a que la forma más segura de tener éxito es ejecutar la tecnología en el mundo real lo más rápido posible. Nuestros rápidos ciclos de implementación nos permitirán tener las operaciones más sólidas a una escala de varios megatones”, sostuvo el cofundador y codirector ejecutivo de Climeworks, Christoph Gebald.
Mammoth es el decimoctavo proyecto de la empresa suiza y su instalación representa para Climeworks un paso en su plan de expansión, con el objetivo de tener una capacidad para varias megatoneladas en 2030. De esta manera, la compañía se concentrará en invertir en desarrollo tecnológico y hacer crecer su organización a nivel mundial.
Se espera que la construcción dure entre 18 y 24 meses, antes de iniciar su funcionamiento.
