Equipos multidisciplinarios para el cumplimiento de la Norma de Emisión de Ruidos en Chile

Cuando existe una infracción a la norma, los equipos multidisciplinarios revisan los casos, el procedimiento, si acogerse o no a un Programa de Cumplimiento o presentar descargos, verificar el tiempo de las notificaciones, revisar el lugar, los receptores humanos partiendo por los más afectados, que alternativa tomar, el tiempo/notificación, audiencias con la autoridad y todo en un plazo de 10 días para presentar un Programa de Cumplimiento, plazo que por lo reducido atenta contra las máximas de la experiencia y conocimientos científicamente afianzados.

Columna escrita en colaboración con la empresa Decibel.


Como muchos saben la Norma de Emisión de Ruidos en Chile está regulada por el Decreto Supremo N.38/2011 del Ministerio del Medio Ambiente, la que tiene por objeto proteger la salud de la comunidad mediante el establecimiento de niveles máximos de emisión de ruidos generados por las fuentes emisoras regulados por esta.

Gonzalo Pérez Cruz, socio fundador de GPC Ambiental

Los incumplimientos a una Norma de Emisión -inmisión en nuestro caso al ser medido en el receptor y no desde la fuente emisora- se regulan por la Ley Orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente, en adelante LO-SMA, y su ente fiscalizador y sancionador con multas desde 1 hasta 10.000 UTA, a $ 690.684.- pesos chilenos la UTA, calcule. Para los efectos del ejercicio de la potestad sancionadora que corresponde a la SMA, las infracciones de su competencia se clasifican en gravísimas, graves y leves.

Cuando existe una infracción a la norma, los equipos multidisciplinarios revisan los casos, el procedimiento, si acogerse o no a un Programa de Cumplimiento o presentar descargos, verificar el tiempo de las notificaciones, revisar el lugar, los receptores humanos partiendo por los más afectados, que alternativa tomar, el tiempo/notificación, audiencias con la autoridad y todo en un plazo de 10 días para presentar un Programa de Cumplimiento, plazo que por lo reducido atenta contra las máximas de la experiencia y conocimientos científicamente afianzados.

Debido a esto, se sugiere que la estrategia para resolver estos casos sea manejada por un equipo de profesionales de distintas especialidades y con vasta experiencia. Por ejemplo, en un Programa de Cumplimiento Ambiental, se debe desarrollar documentación en la cual un infractor a la norma se compromete a resolver el problema mediante medidas de control a nivel de ingeniería, por lo tanto, es fundamental la participación de un experto en derecho ambiental que trabaje junto con un especialista en soluciones acústicas.

Con respecto a los plazos mencionados anteriormente, a simple vista se aprecia la dificultad de poder cumplir con ellos, ya que los 10 días pueden resultar un plazo acotado debido a las tareas que se deben ejecutar. Por ejemplo, en primera instancia, es importante que el especialista acústico acuda al lugar de los hechos para realizar mediciones de ruido a las fuentes involucradas y poder verificar cual o cuales de ellas son las que aportan ruido en cada uno de los receptores. Para poder realizar esta tarea se debe utilizar un sonómetro y un calibrador acústico de terreno que cumplan con las exigencias señaladas para las clases 1 o 2, establecidas en la norma IEC 61672/1:2002 y IEC 60942:2003, respectivamente, con el respaldo de un certificado de calibración periódica vigente.

Para poder identificar las fuentes ruido que deben ser atenuadas se utilizan diversas técnicas, dentro de las cuales se destaca el modelamiento acústico a través de la predicción de nivel de ruido mediante el procedimiento técnico descrito en la norma ISO 9613 “Acústica – Atenuación del sonido durante la propagación en exteriores”, con los alcances y consideraciones que dicha norma técnica especifica. Hoy en día existen softwares, tal como SoundPlan o CadnaA, que resultan ser una herramienta eficaz y a la vez necesaria para poder realizar una predicción con bajo margen de error.

Posterior al modelamiento, se considera la participación del área de ingeniería y dibujo técnico para diseñar y poner a prueba en los modelamientos acústicos distintas alternativas de solución, donde se destacan principalmente:

  • Atenuadores de ruido (celosías y splitter).
  • Barreras acústicas.
  • Silenciadores.
  • Acondicionamiento acústico en locales con alta reverberación.
  • Medidas administrativas, tales como regular el uso y horario de fuentes de ruido.

Equipos como Decibel y GPC Ambiental se han alineado para poder enfrentar las problemáticas y variables que la interpretación de la normativa, su aplicación y su cumplimiento, dan pie a la necesidad de tener un servicio de valor y que sean realizados por expertos en la materia.

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