Aislamiento de vibraciones y ruido inducido en piscinas de edificios residenciales

Particularmente en el caso de las piscinas, es muy común que sean incorporadas a las azoteas de los edificios y a su vez, inmediatamente debajo de las azoteas se encuentran las viviendas del piso más alto de los respectivos edificios. Esta ubicación de un área común como una piscina, respecto de áreas privadas como los departamentos, acaba por transformar a las piscinas en una fuente de ruido y vibraciones inducidas hacia las viviendas con las que comparten una losa.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en un boletín acerca de permisos de edificación autorizada en febrero de 2019, las obras nuevas se expandieron 22,2% respecto a enero del año anterior, y ampliaciones anotó un alza de 13,2% en el mismo período.

El dato anterior, indica como se ha mantenido en alza el sector inmobiliario, respecto del cual es fácilmente observable la tendencia a la construcción de edificios de departamentos, no solo en la Región Metropolitana, ya es una tendencia que se observa en la mayoría de las regiones del país y como parte de las instalaciones comunes de los nuevos edificios, cada vez es más normal que se incorporen áreas comunes como quinchos, gimnasios, salas de uso múltiple, sector de juegos para niños y piscinas, cada una de las cuales se convierte en fuentes de ruido o vibración, con características particulares cada cual dependiendo del uso y mantenimiento que se le dé y el sector donde cada uno de esos sectores haya sido incorporado por parte del diseño arquitectónico del proyecto inmobiliario.

Particularmente en el caso de las piscinas, es muy común que sean incorporadas a las azoteas de los edificios y a su vez, inmediatamente encima de de las viviendas del piso más alto. Esta ubicación común de las piscinas acaba por transformar a estas en una fuente de ruido y vibraciones inducidas hacia las viviendas con las que comparten una losa.

Este problema se podría ver acentuado si durante la etapa de diseño del inmueble no es considerada la probable transmisión de ruido desde la piscina hacia alguna(s) vivienda(s), ya que normalmente la identificación de los ruidos y/o vibraciones indeseados en unidades de uso de tipo residencial, se produce a partir del uso de los espacios. Y a partir de aquí, el problema se hace mayor, porque la corrección de un problema de transmisión de ruido/vibración desde una piscina ubicada en una azotea, plantea enormes dificultades para el desmontaje de la piscina, instalación de una solución y nuevo montaje del elemento, por temas de acceso, costos y otros problemas derivados para los usuarios del edificio.

Decibel, como distribuidor en Chile de la firma española AMC Mecanocaucho, ofrece una sencilla solución que atenúa en gran manera la transmisión de ruido y vibraciones transmitidos mecánicamente y puede ser diseñada previo al inicio de la construcción. Se trata de la implementación de una suspensión elástica del vaso contenedor de la piscina con los materiales Sylomer y Sylodyn. Este tratamiento es muy sencillo de instalar y no entorpece la forma tradicional de construir una piscina. Se trata de colocar una plancha elástica sobre la losa, cubriendo toda la superficie sobre la cual posteriormente se levantará el vaso contenedor de la piscina. Es imprescindible realizar la suspensión elástica del vaso contenedor de la piscina tanto en el suelo como en las paredes para que el desacoplamiento elástico sea total y no se presenten los denominados “puentes acústicos”, que posteriormente podrían mermar la eficiencia de la solución.

Los buenos resultados obtenidos son visibles en proyectos implementados en diversos países, logrando cumplir con las más estrictas normas acústicas internacionales. Como ejemplo de una solución de este tipo, se destaca la piscina construida en el edificio Residencial Towers de Las Vegas, EE.UU. En este caso se optó por una solución basada en el material Sylomer SR55 en espesor de 50 mm, con la intención de lograr los mejores resultados. Dicha suspensión resulta en 10 Hz de frecuencia propia, lo cual asegura muy buenos valores de aislamiento ante la transmisión del ruido y las vibraciones, puesto que mientras más baja consiga ser la frecuencia propia del sistema, mejor comportamiento tendrá la solución implementada para estos casos.

Para un correcto diseño previo del tratamiento preventivo de la transmisión de ruido y vibración desde instalaciones como piscinas en una azotea de edificio residencial u hotel, es necesario conocer datos muy sencillos, como las dimensiones de la piscina proyectada. Con eso, se pueden calcular las cargas ejercidas sobre la estructura del edificio por el peso del volumen de agua contenida, más el peso del vaso (generalmente despreciable) y luego, determinar el modelo del desacople tipo Sylomer o Sylodyn a instalar, con énfasis en la frecuencia propia y por tanto, con la posibilidad de atenuar conforme al objetivo de reducción del 90%-95% de las vibraciones que inducen ruido estructuralmente.

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