Lograr alimentar a 8 mil millones de personas en el mundo sin dañar al planeta es uno de los grandes desafíos que aborda la agricultura sostenible. Sin embargo, pese a las innumerables investigaciones y a pesar de que hace más de 30 años se advierte de las consecuencias negativas de la agricultura intensiva, y la lenta transición hacia prácticas amigables con el medio ambiente es un tema que preocupa enormemente a la comunidad científica.
Frente a esta situación, un grupo de investigadores, liderado por científicas y científicos del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), el Centro Regional de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad de la Agricultura y los Territorios Rurales (Ceres), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y el Center for Carbon Management and Sequestration, realizó un estudio con el fin de abordar los desafíos e implicancias de una verdadera agricultura sostenible y su vínculo con la sociedad, el mercado y la política.
De acuerdo con estos desafíos, el equipo analizó la percepción de las prácticas y preferencias alimentarias desde la mirada de las y los consumidores a través de encuestas de opinión a 333 chilenas y chilenos realizadas a finales de 2021. Sobre esto, un 97% de las y los encuestados afirmó que preferiría comprar alimentos respetuosos con el medio ambiente en lugar de los convencionales si tuvieran el mismo precio, pero pese a esta preferencia, el 41% consideraba el precio como el problema más crítico para comprar alimentos ecológicos.
Referente a estos resultados, Juan Luis Celis, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, comenta: “Lo que más nos llamó la atención en este trabajo, es que el precio es la variable más importante para las personas, al momento de tomar una decisión ambiental y alimentaria. Y eso, sin duda, nos pone un enorme desafío por delante, que es masificar estos sistemas de producción amigable, para que sean accesibles a todas las personas y no solo a una élite.”
Respecto al estudio, Juan Luis Celis destaca la relevancia de trabajar a diferentes niveles y de incrementar la conexión entre la investigación científica, la divulgación, la gobernanza y los sistemas productivos.