¿Por qué cuidar y proteger nuestros oídos del ruido?

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Por Christopher Rooke, presidente de la Sociedad Chilena de Acústica:

 

Estamos tan acostumbrados a oír y escuchar que ni siquiera podemos darnos cuenta lo importante y sublime que es contar con el sentido de la audición.

Los efectos del ruido sobre nuestros oídos, son paulatinos, acumulativos y muchas veces tan lentos (años) que no nos damos cuenta cómo vamos perdiendo la audición, hasta el día en que sencillamente ya no escuchamos bien, no entendemos lo que nos dicen, tenemos que subir el volumen del tv para poder escuchar algo, necesitamos audífonos o, llega el día en que podemos quedarnos sordos.

Para poder entender lo que eso significa, quisiera mostrarlo desde la otra cara de la moneda.

Desde las personas que han surgido en la vida, enfrentando las dificultades de la sordera, en un mundo hecho para gente que tiene su sentido de la audición “normal”, y que hoy, gracias a la evolución de la medicina y de la tecnología, es posible dotar de sistemas a las personas que les permiten escuchar por primera vez en su vida.

Vea la emoción que pueden llegar a sentir estas personas que nunca han podido oir nada sea por la razón que sea, y escuchan por primera vez:

 

Personalmente, ver estas imágenes, me hace tomar conciencia de lo que significa tener mis oídos sanos y poder escuchar…. Estoy tan acostumbrado a que esto siempre ha sido así, que me costaría mucho vivir sin este maravilloso sentido del oído.

Perder la capacidad auditiva es perder una parte importante de nuestro cuerpo y perder una forma en que nos relacionamos con nuestros pares y nos conectamos con el medio que nos rodea.

El ruido puede quitarnos esa capacidad de escuchar, de comunicarnos, de aprender, de emocionarnos con la música, de escuchar la naturaleza, de percibir señales de alerta si es que hay peligro, por mencionar algunas de las cosas que tenemos gracias al oído. EL oído nos mantiene conectados a la vida.

Y es por eso que el llamado que se pregona este día (Día Mundial de la Conciencia Sobre el Ruido), es a valorar este maravilloso sentido, y entender las causas que pueden destruirlo, para protegernos y proteger al resto de la exposición innecesaria al ruido.

El ruido no solo genera molestias, sino que puede dañar nuestra capacidad auditiva. Genera efectos psicológicos relacionados con la concentración, el aprendizaje, la comunicación, genera reacciones fisiológicas, relacionadas con el ritmo cardiaco, hipertensión, desórdenes mentales, y conlleva costos económicos ocultos que pueden ir desde errores cometidos por no poder concentrarse, perder un elevado porcentaje de una clase durante los estudios, incapacidad para descansar, por mencionar solo algunos de estos efectos.

Sin embargo, el ruido es prácticamente inherente a la actividad humana. El desarrollo de la sociedad, las industrias, y el comportamiento humano, que nos hace tener conductas de poco autocuidado y en ciertas ocasiones de atropello hacia nuestros vecinos, generando la complejidad que hoy en día representa enfrentar el ruido como un problema de salud, tratándolo como un contaminante más.

La lucha contra el ruido es una acción individual y colectiva, el ruido no lo hacen solo los demás, sino que lo hacemos todos. La lucha contra el ruido, precisa, por tanto, de la toma de conciencia y la colaboración ciudadana, además de las acciones reguladoras, legislativas y fiscalizadoras de las entidades competentes.

Conozcamos más sobre nuestros oídos, apreciemos el silencio, detengámonos un momento en el ajetreado día a día y escuchemos el entorno. Detectemos las fuentes de ruido, y observemos qué conductas podemos cambiar para ayudar a tener un entorno más silencioso y agradable.