Conmoción causó en marzo de 2011 el hallazgo de una veintena de crías de lobos marinos muertos en el sector de bahía Laredo, a unos 25 kilómetros al norte de Punta Arenas. Los animales, que fueron enterrados en el borde costero, habían sido capturados en la zona de los canales de Ultima Esperanza.
Las crías fueron capturadas en áreas protegidas para llevarlos a delfinarios en Moscú, pero no resistieron, falleciendo en terrenos del Centro de Cultivos Marinos Bahía Laredo, de la Universidad de Magallanes (Umag).
El año 2010 Teresa Saldivia, de pesquera Melinka, hizo un trato con una empresa rusa para realizar una exportación no tradicional: el envío de 20 ejemplares de lobo marino común. La empresaria obtuvo, con fecha 2 de diciembre de 2010, una autorización por parte de la subsecretaría de Pesca para la captura de 30 ejemplares juveniles de la especie lobo marino común, para lo cual era necesario capturar los ejemplares y luego someterlos a un proceso de acondicionamiento o adaptación, previo a su envío al exterior. Por tal motivo, la Sociedad Comercial Melinka, habilitó algunas instalaciones en dependencias del Centro Experimental de la Universidad de Magallanes, en bahía Laredo.
En el convenio de prestación de servicios de la Umag a la empresa Melinka, firmado el 21 de diciembre de 2010, la institución educacional se comprometía “al monitoreo permanente de las condiciones de los animales y el lugar por parte de dos técnicos en acuicultura y dos operarios. Todos ellos a tiempo parcial. Por su parte, pesquera Melinka aceptaba cancelar $3.055.920 por la mantención y cuidado de los mamíferos.
La Fiscalía acreditó que los animales fueron capturados con maltrato y crueldad, y que no se trataba de lobos marinos juveniles sino de crías recién nacidas, que se encontraban en período de amamantamiento, con alrededor de dos meses de nacimiento. Estos no pudieron valerse por sí mismos ni destetados, a consecuencia de lo cual murieron, la mayoría por bronconeumonia.
En agosto de 2011 y a seis meses de que quedara al descubierto el entierro de las crías de lobos marinos, el Segundo Juzgado de Letras de Punta Arenas falló una causa civil, imponiendo una multa de 3 millones 800 mil pesos a la empresaria identificada como responsable del negocio.
Además, luego de una investigación de la PDI, que se extendió por más de 3 años, el Juzgado de Garantía dictó fallo condenatorio el pasado viernes 11 de julio, condenando a Jaime Valderas Velásquez, patrón de la lancha pesquera Magallanes III, que capturó los lobos marinos, como autor de maltrato animal. Se estableció que éstos murieron por la falta de alimentación y cuidados en su estado de lactancia.
Fuente: www.laprensaustral.cl
