ONG’s destacan importancia de abordar temáticas ambientales en histórico camino hacia una nueva Constitución

Desde WWF Chile, Greenpeace, Fundación Terram y ChileSustentable reconocen una inédita oportunidad para revertir inequidades e injusticias sociales y ambientales, así como también para tomar acciones que contemplen el nuevo contexto climático que enfrenta Chile y el mundo.

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Los resultados del plebiscito para una nueva Constitución fueron claros: la opción Apruebo ganó por 5.885.721 votos (78,27%) frente a 1.633.932 votos (21,73%) del Rechazo. En esta instancia también se definió que el nuevo texto será redactado mediante Convención Constitucional, que será conformada por 155 ciudadanos, elegidos popularmente. El proceso para elaborar una nueva Constitución comenzará el 2021 y tendrá un máximo de 12 meses para presentarse.

Desde organizaciones socioambientales chilenas esperan que esta nueva propuesta constitucional incida directamente en la protección del medio ambiente, al configurar las bases de la institucionalidad ambiental del país y las leyes que regulan su protección y el de las comunidades. En este sentido, la organización dedicada a la conservación, World Wildelife Fund Chile (WWF Chile), resaltó la importancia que se abre con esta nueva propuesta para que temas ambientales puedan estar mejor representados y actualizados de acuerdo con los nuevos contextos nacionales e internacionales. “Un país moderno y que se proyecta al futuro debe priorizar aspectos como la conservación de la naturaleza y la reducción y mitigación de los impactos humanos. Una biodiversidad sana y la incorporación de desafíos como el cambio climático de manera transversal son claves para poder avanzar hacia un desarrollo que sea sustentable, resiliente, equitativo y que incorpore a las comunidades locales”, sostuvo Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.

Respecto al amplio margen por el cual se impuso la opción Apruebo, Pamela Poo, coordinadora política de ChileSustentable, manifestó que «ha sido contundente y refleja en gran parte que la ciudadanía está por la reducción de desigualdades y la construcción de una sociedad más justa, lo que incluye el tema ambiental».

La politóloga agregó que «lo que ocurrió ayer, es el inicio de un camino y trabajo que requiere que tenga frutos en cuanto a darnos una nueva Constitución que se haga cargo del tema socioambiental, debido a que requerimos de forma urgente adaptarnos y ser resilientes ante la crisis climática que deberemos enfrentar y en donde somos un país tremendamente vulnerable».

En la misma línea, Flavia Liberona, directora ejecutiva de Fundación Terram comentó que, “estamos muy contentos con la participación, pues con esto iniciamos un proceso nuevo para el país donde tenemos la oportunidad de, por una parte, elegir a los representantes que van a escribir esta nueva Carta Fundamental y, por otra, poner temas que consideramos deben ser incorporados en esta nueva Constitución”.

En tanto, desde Greenpeace comentaron que “el proceso constituyente debe tener un carácter inclusivo, respetuoso, pacífico y democrático, para lo cual requerirá de la participación de todas y todos, para garantizar que la nueva constitución consagre la genuina voluntad constituyente. Como organización independiente comprometemos todo nuestro esfuerzo en los desafíos que hoy inician”.

Flavia Liberona de Terram también coincide en la relevancia de consolidar la participación ciudadana en temáticas ambientales en esta nueva Carta Fundamental. “Lo más importante es que contenga mecanismos de participación que permitan abordar temáticas de forma amplia, tales como la propiedad de los recursos naturales – incluidos los derechos de agua -, el derecho a vivir en un medio ambiente sano, la justicia ambiental, la participación de las regiones, mecanismos de participación ciudadana activa, entre otros”.

Liberona advierte que, “lo importante es que en una nueva Constitución no existan mecanismos de amarre y, por tanto, que permita responder a las demandas ambientales y sociales de los habitantes del país. Hoy esto es imposible. Por ejemplo, el Estado no es capaz de garantizar el acceso al agua potable y saneamiento como derecho humano”.

Finalmente, la representante de Terram resalta otros aspectos a considerar en esta nueva Carta Magna. “Nos preocupa analizar lo que ha significado para el país la existencia de leyes de quórum calificado, o las facultades del Tribunal Constitucional, sólo por nombrar algunas. También nos parece relevante discutir cuál debe ser la relación entre sociedad y naturaleza, pues está claro que nuestra existencia y bienestar depende en gran medida de cómo abordemos esto”.

Constituciones ecológicas en el mundo

WWF Chile realizó un análisis de la forma en que se abordan diferentes aspectos del medio ambiente, biodiversidad y cambio climático en 30 constituciones a nivel global, donde se arrojó que un 67,7% de las cartas magnas revisadas considera que es deber del Estado proteger el medio ambiente y un 51,6% incorpora el concepto de desarrollo sustentable o sostenible. Cabe destacar que esta revisión no evaluó cómo se desempeñan ambientalmente estos textos constitucionales en la práctica.  

Asimismo, en el estudio detalló que poco más del 51% garantiza la protección ambiental a través de la consagración del derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. “En el caso de la Constitución de Chile, se puede decir que en su momento fue innovadora al incorporar este derecho, aunque al día de hoy debe ser revisado y actualizado en relación a los nuevos contextos y necesidades en términos ambientales”, señala Bosshard.

Y agrega que, “no podemos dejar de ver cómo a nivel mundial, muchos procesos y fenómenos se han acelerado en los últimos años, como la pérdida de biodiversidad y el aumento de nuestra huella ecológica. Y lamentablemente Chile no se encuentra ajeno a esto.  Es momento de pensar y construir esta nueva Constitución que nos ayude a navegar en un futuro lleno de desafíos, incluida la pérdida de biodiversidad a gran escala y el cambio climático, los cuales nos acompañarán al menos los próximos 50 años”.

La ordenación del territorio, ciudades sostenibles, derecho al agua, protección de bosques e incorporar gobernanza en los territorios son algunos de los aspectos trascendentales que Chile, como país altamente vulnerable al cambio climático, debe considerar en su nueva Constitución, concluyen desde WWF Chile.

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