Innovador programa fortalece la conservación de la biodiversidad en Chiloé

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Chile enfrenta crecientes amenazas a su biodiversidad debido al cambio de uso del suelo, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático, lo que exige nuevas formas de conservación además de las políticas ya existentes. En este escenario surge el proyecto GEF Incentivos para la Conservación de la Biodiversidad (ICB), que busca promover herramientas innovadoras para fortalecer la gestión de los territorios y detener la pérdida de biodiversidad.

La iniciativa, que es implementada por el Ministerio del Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para un periodo de ejecución de cinco años, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), trabaja con instrumentos normativos y económicos que movilizan recursos y compromisos para la conservación. Entre los primeros se encuentran las compensaciones de biodiversidad y los Derechos Reales de Conservación (DRC), que permiten proteger predios de manera permanente. Los instrumentos económicos, como las retribuciones por servicios ecosistémicos y las certificaciones de biodiversidad, buscan generar incentivos y financiamiento para prácticas sustentables.

Estas herramientas, impulsadas por la Ley para la Naturaleza, buscan complementar la política ambiental del país y reconocer el aporte de iniciativas de conservación promovidas por la sociedad civil, proyectos de restauración de ecosistemas y actividades económicas que utilizan la biodiversidad de manera sostenible.

Lanzamiento del Proyecto

El proyecto se desarrolla en territorios como Chepu, en la costa occidental de Chiloé, donde los ecosistemas de humedales y ríos forman parte de un paisaje de alta relevancia ambiental. Desde allí se dio inicio a la iniciativa y se impulsa una experiencia piloto que combina actividades productivas sustentables con la protección del entorno, en el marco del Paisaje de Conservación de Chiloé.

En la instancia los pescadores del sector asumieron el compromiso de conservar el ecosistema marino-costero a través de la creación de un refugio marino voluntario en el área de manejo y explotación de recursos bentónicos (AMERB) que ellos administran y promover certificaciones de buenas prácticas de manejo de recursos y turismo de intereses especiales, cuidando el territorio y propiciando una mejor calidad de vida para las familias de este rincón del sur de Chile. 

Al respecto, el subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, destacó en la ceremonia de lanzamiento que en Chepu se ha desarrollado una experiencia pionera donde actividades productivas locales se compatibilizan con la protección de la naturaleza. Valoró el trabajo conjunto entre el sindicato Mar Adentro, la comunidad y diversas organizaciones para avanzar en sustentabilidad, asegurando recursos para las futuras generaciones. Además, resaltó que esta experiencia se alinea con los instrumentos económicos de conservación impulsados por la nueva Ley 21.600.

Herramientas para la conservación

Como parte del proyecto GEF Incentivos para Conservación de la Biodiversidad, la comunidad local ha comenzado a explorar nuevas herramientas para la protección del medioambiente, como refugios marinos voluntarios, certificaciones de sustentabilidad que reconocen buenas prácticas de manejo local y retribución por conservación de servicios ecosistémicos marinos y costeros.

El proyecto GEF apoya la iniciativa con subvenciones de bajo valor que permiten consolidar el refugio, fortalecer la gobernanza territorial y establecer estrategias de financiamiento relacionadas a la conservación y desarrollo de turismo local de largo plazo. Además, se están fortaleciendo capacidades locales en monitoreo y gestión ambiental, con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del esfuerzo en el tiempo.

“Buscamos que el refugio marino de Chepu se consolide como una iniciativa sostenible, con mecanismos que aseguren su financiamiento y permitan que la comunidad siga liderando su conservación. Esperamos fortalecer el monitoreo comunitario y explorar nuevas oportunidades de movilización de recursos vinculadas al uso sustentable de la biodiversidad marina, asegurando beneficios a largo plazo para las familias de la zona” destacó Amerindia Jaramillo, coordinadora nacional del Proyecto GEF Incentivos para la Conservación de la Biodiversidad.

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