A fines de abril se realizó el III seminario por el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, organizado entre Codexverde y la Facultad de Ingeniería y Negocios de la Universidad de Las Américas, con el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente.
En esta edición el webinar se centró en la situación del ruido en las ciudades de Chile a un año de las medidas de confinamiento por la pandemia. En ese contexto, y ante más de un centenar de personas conectadas, expusieron Igor Valdebenito, jefe del Departamento de Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio del Medio Ambiente, quien explicó la relación entre el ruido y salud pública; Nicolás Bastián, presidente del Colegio de Ingenieros en Acústica, quien compartió con los asistentes el cómo afecta la pandemia en la percepción del ruido; María Verónica Aguirre, gerenta general de la Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental (ETFA) Ruido, quien explicó la labor de tales organizaciones; y Joaquín Argomedo, ingeniero acústico de la empresa Decibel.
La exposición de Argomedo se centró en los conceptos relacionados a la propagación del sonido, cómo se comporta el sonido en espacios cerrados y las claves para un aislamiento acústico efectivo en torno a regulaciones existentes en Chile.
Argomedo comenzó contextualizando características físicas del sonido, como que este se propaga de manera esférica, perdiendo nivel a medida que aumenta la distancia. Luego, indicó que, en caso de contacto con alguna superficie, el sonido se comporta de tres maneras: se refleja en la superficie, es absorbida por esta o se transmite. “Para la explicación del aislamiento acústico, pondremos el foco en el fenómeno de la transmisión del sonido”, indicó el ingeniero en sonido y acústica de Inacap.
Argomedo continuó la exposición hablando sobre los descriptores de distintos estándar ISO de aislamiento acústico, partiendo por la 16.283, «la que reemplaza a la 140 y es lo que ocupamos para definir el elemento acústico de una pared o de una partición horizontal», dijo. Según el experto, los descriptores de esta ISO son: diferencia de nivel de presión sonora entre dos recintos (D), reducción sonora (R) que es la diferencia logarítmica entre la potencia acústica incidente y la potencia acústica transmitida, la reducción sonora aparente (R´), que es una corrección que considera la geometría y parámetros acústicos de la sala receptora. Por último, están la diferencia de nivel normalizado (Dn) y la de nivel estandarizado (DnT). «Lo importante es que hay distintos descriptores y todos sirven, básicamente, para lo mismo y depende del acústico encargado ver cuál ocupará. Normalmente se ocupa el índice de reducción sonora aparente y/o la diferencia de nivel estandarizado», aseguró el ingeniero.
Por otro lado, está el descriptor de la ISO 717, que se usa para definir niveles globales. Este es el valor Rw, que se determina ajustando una curva de referencia, comparándola con la curva de TL. El Rw corresponderá al valor en 500 Hz de la curva de referencia. El ingeniero de Decibel aclaró que este es un valor de referencia. “No es un valor en sí que me diga cuánto va a atenuar una pared. Decir que una pared tiene una Rw de 45 y que por eso va a reducir en 45 decibeles, no es así. Porque es solo un valor de referencia para comparar distintas particiones”.
Por su lado, también explicó que existe la ISO 12354, la que calcula el índice de reducción sonora aparente, que es influenciado por la transmisión directa, la transmisión por flancos, el elemento divisorio y la transmisión indirecta. Para completar su cálculo aplica variables acústicas y estructurales. «En Chile no la ocupamos y, según mi opinión, estoy muy de acuerdo en que se use, ya que divide y complementa más el estudio de aislamiento acústico», argumentó Argomedo.
Medición y regulación del aislamiento acústico en Chile
En Chile, el aislamiento acústico se regula mediante la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC), la cual en su artículo 4.1.5 divide a las edificaciones, según el ruido que generan y/o el ruido que puedan recibir. Existe un índice de reducción acústica mínima de 45 dB(A) para elementos verticales y horizontales, indicado en el artículo 4.1.6 de la OGUC.
La evaluación se hace con un informe según la NCh 2785, que es una medición in situ y si no, se ocupa una medición de laboratorio de cada una de las particiones. Para ayudar a las empresas constructoras, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo dispone una guía que presenta soluciones pre-diseñadas para particiones verticales y horizontales, con una alta diversidad de materiales, que cumplen con OGUC, presentando el índice de reducción acústica (R).
«La normativa OGUC pide cumplimiento de un descriptor de laboratorio, como es el índice de reducción acústico, pero pide evaluación con un descriptor in-situ, lo cual pone mayor rigurosidad a la norma, ya que la partición instalada siempre tendrá menos aislamiento acústico que la de laboratorio», explica Joaquín Argomedo.
En la empresa Decibel realizaron evaluaciones a 12 particiones entre 2018 y 2021, usando como descriptores DnT y DnTw. Al respecto, de las 12 particiones, solo tres tenían un aislamiento de ruido aéreo de 45dB (A), es decir, que cumplen con la norma. «Los resultados obtenidos, si bien la muestra es pequeña, brinda preocupación en el incumplimiento de la norma», explicó el ingeniero.
Lo anterior se puede deber a la confianza que se le da al listado oficial de soluciones constructivas, sin tomar en consideración el método de unión entre particiones. “Una normativa como la presentada en la NCh 352 ayudaría a que se pueda evaluar desde el punto de vista legal, y de esa manera tener más elementos para mantener el confort acústico dentro del hogar”, concluyó el ingeniero acústico.
