Es probable que no se cumpla el compromiso de utilizar únicamente envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025, esa es la principal conclusión del nuevo informe de progreso del Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico.
Se están logrando avances cuantificables con respecto al Compromiso Global, pero el uso de envases flexibles y la falta de inversión en infraestructuras de recogida y reciclaje hacen que el objetivo del 100% de envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025 sea inalcanzable para la mayoría de las empresas firmantes.
El informe de progreso del Compromiso Global 2022 – elaborado por la Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente– también destaca:
● El uso de contenido reciclado en los envases de plástico sigue aumentando fuertemente, a tal punto que se ha duplicado en los últimos tres años
● Más de la mitad de las empresas firmantes han reducido el uso de plásticos vírgenes desde 2018, pero el uso general entre ese mismo grupo de compañías aumentó en 2021, regresando a los niveles de 2018
● La proporción de envases de plástico reutilizables disminuyó ligeramente hasta una media del 1,2%
Cuatro años después de lanzar el Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico, el informe anual de 2022 muestra que el progreso es variado dentro del grupo de firmantes.
La proporción de contenido reciclado postconsumo ha pasado del 4,8% en 2018 al 10,0% en 2021. Mientras que las empresas tardaron décadas en alcanzar la marca del 5%, los firmantes del Compromiso Global la duplicaron hasta el 10% en solo tres años.
Las marcas y los minoristas deben aumentar exponencialmente su uso de contenido reciclado si quieren alcanzar el objetivo global del 26% para 2025. Mientras que algunas empresas parecen estar en camino de superar su objetivo, otras tendrán que acelerar significativamente su uso para lograr el propio.
Desde 2018, más de la mitad – el 59% – de las marcas y los minoristas han reducido su uso de plásticos vírgenes. Sin embargo, el año pasado, los aumentos de algunos de los mayores usuarios de envases de plástico dieron lugar a un aumento general del 2,5%, invirtiendo las caídas observadas en 2019 y 2020.
La razón por la que algunas empresas no han alcanzado el pico de plástico virgen se debe a los aumentos en su uso total de envases de plástico. Esto refuerza la necesidad de que las empresas desvinculen el crecimiento del uso de envases de plástico.
En 2021, las primeras marcas mundiales anunciaron objetivos cuantitativos para aumentar la adopción de envases reutilizables. Sin embargo, el 42% de las firmas aún no han introducido ningún modelo de reutilización en sus estrategias de envasado.
Muchas empresas han estado invirtiendo en los procesos para lograr el 100% de reciclaje técnico para los envases de plástico rígido, pero el beneficio de esta inversión está siendo sofocado por la inadecuada infraestructura de recogida y clasificación en todo el mundo.
Los envases de plástico flexible, como las bolsitas y las películas, plantean un problema importante. La dificultad de reciclarlos -tanto en la práctica como a gran escala– es una razón clave por la que la mayoría de las empresas no alcanzarán su objetivo de utilizar únicamente envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025.
Las marcas y los minoristas tienen el potencial de hacer una contribución positiva significativa para abordar la crisis de la contaminación por plástico.
Para ello, deben adoptar estrategias ambiciosas para ampliar los planes de reutilización, innovar y abandonar los envases de plástico flexible cuando sea posible, y reducir el uso de envases de un solo uso. El reciclaje por sí solo no es suficiente para detener el flujo de contaminación por plástico.
En todo el mundo sigue creciendo el apoyo de los gobiernos a un instrumento internacional jurídicamente vinculante para hacer frente a la crisis. Sin embargo, se necesita una aceleración significativa de los esfuerzos políticos para ayudar a abordar el problema y la transición hacia una economía circular para los plásticos.
Los gobiernos firmantes del Compromiso Mundial representan ya a mil millones de personas. Más de 500 empresas, gobiernos, ONG y otras organizaciones se han alineado detrás de una visión común de una economía circular para los plásticos. La Fundación Ellen MacArthur y el PNUMA seguirán trabajando con los firmantes para ayudar a afrontar la crisis de la contaminación por plásticos.
«El Compromiso Global sigue proporcionando una transparencia sin precedentes sobre cómo las principales empresas están abordando la crisis de la contaminación por plástico. Los últimos resultados demuestran la necesidad de aumentar urgentemente los esfuerzos, tanto de las empresas como de los gobiernos. Se necesitan planes creíbles y ambiciosos por parte de las empresas para ampliar la reutilización, abordar el problema de los envases flexibles y reducir la necesidad de envases de un solo uso. Los gobiernos deben tomar medidas para ayudar a acelerar el progreso«, dijo Sander Defruyt, jefe de la Iniciativa sobre Plásticos de la Fundación Ellen MacArthur.
Y agregó, «paralelamente, debemos trabajar para establecer un ambicioso tratado mundial para acabar con la contaminación por plásticos. Organizaciones como la recientemente creada Coalición Empresarial para un Tratado Mundial sobre el Plástico – convocada por la Fundación Ellen MacArthur y WWF – están aquí para ayudar a los gobiernos a aprovechar esta oportunidad única en una generación».
Por su lado, Inger Andersen, directora Ejecutiva del PNUMA, indicó que, «al adherirse al Compromiso Global y participar en una fase temprana del proceso, los gobiernos pueden identificar las áreas prioritarias para acabar con la contaminación por plásticos y acelerar el progreso. En este sentido, nos complace ver que otros 34 gobiernos nacionales y subnacionales de diferentes continentes se han comprometido a unirse al Compromiso Global a partir de principios de 2022».