Un estudio realizado a través de las Expediciones Científicas Antárticas, organizadas por el Instituto Nacional Antártico de Chile (Inach), determinó que los pingüinos tuvieron su origen en el período Mioceno en Nueva Zelandia y Australia, con lo cual se pudo establecer que habitaron zonas templadas y luego de ésto fueron colonizando hacia aguas antárticas.
La investigación denominada “Análisis del genoma revela los impulsores de la diversificación de los pingüinos” fue publicada como artículo recientemente por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, por sus siglas en inglés). y además, contó con la colaboración de los investigadores nacionales Juliana Vianna, María José Frugone, Daly Noll y Elie Poulin, junto al aporte de especialistas de Brasil, España, Estados Unidos, Noruega, Francia, Australia, Sudáfrica e Inglaterra.
El estudió analizó 22 genomas nuevos de 18 especies diferentes de pingüinos para reconstruir el orden, tiempo y ubicación de su diversificación, con lo que se rastrearon los cambios en sus nichos ecológicos y se probó la adaptación asociada a través del genoma. “Este es el primer estudio con datos del genoma completo, que estudia toda la historia evolutiva, el origen, la diversificación, la adaptación, la historia demográfica y la introgresión”, explicó la doctora en ciencias biológicas, Juliana Vianna, académica e investigadora de laUniversidad Católica y autora principal del escrito.
Entre los resultados más importantes de la investigación se encuentra la confirmación del origen de los pingüinos en el Mioceno, específicamente en Nueva Zelandia y Australia, y no así en la Antártica como se pensaba. Esto significa que las especies ocuparon zonas templadas y luego fueron colonizando hacia las frías aguas antárticas y, posteriormente, hacia regiones con mayores temperaturas.
Otro aspecto identificado en el trabajo científico es el que apunta a la diversificación de los linajes de los pingüinos. Esta habrpia sido impulsada en gran parte por las condiciones climáticas cambiantes como el descenso de la temperatura en el océano Austral y la intensificación de la corriente circumpolar antártica.
“Observamos que hubo un descenso muy importante de las temperaturas en mitad del Mioceno y ahí se separan varias zonas de los pingüinos. Una gran diversificación fue más actual, estimamos en el Pleistoceno. También vimos la intensificación de la corriente circumpolar, cuando se separó totalmente Sudamérica de Antártica, lo que favoreció que muchos pingüinos colonizaran otras regiones”, detalló la doctora Vianna.
La investigadora que lideró la investigación valoró el apoyo del Inach en la ejecución de su proyecto “Microevolución de pingüinos en Antártica: Análisis genómico de SNPs para comprender su adaptación” (INACH RT_14-12), además del Fondecyt 1150517 y del Proyecto Anillo de Biodiversidad Genómica Antártica (Programa de Investigación Asociativa de la ex CONICYT), lo que les permitió participar de las Expediciones Científicas Antárticas desde el año 2014 hasta la actual temporada.