Estudian los cambios climáticos de los últimos 700 años en bahía de Tierra del Fuego

La investigación es llevada a cabo en el Instituto Antártico Chileno (INACH), en Punta Arenas, a través de una tesis de pregrado, cuyos resultados permiten conocer los cambios climáticos de un ambiente y en una época determinada.

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Desde marzo de este año que el Instituto Antártico Chileno (INACH), en Punta Arenas, ha estudiado los cambios climáticos y ambientales en una zona de Magallanes. Esto, a través de la tesis de pregrado denominada “Reconstrucción de los cambios en la paleoproductividad silícea durante los últimos 700 años en el sector de bahía Inútil, Magallanes, Chile”, cuya autora es Daniela Sepúlveda Arenas, estudiante de Geología en la Universidad Andrés Bello y que hoy ha logrado obtener valiosa información sobre el tema. 

El trabajo es guiado por la Dra. Lorena Rebolledo, oceanógrafa del INACH, y se enmarca en el Programa de Cruceros de Investigación Científica Marina en Áreas Remotas (CIMAR Fiordos 25), donde participaron investigadores de la Universidad de Magallanes, Universidad de Antofagasta, Universidad de Talca e INACH. 

En el estudio se evaluaron cambios climáticos y ambientales en el sector de Bahía Inútil, isla Tierra del Fuego, mediante la recuperación de un testigo de sedimentos que abarcaría los últimos 700 años en el pasado. El análisis reveló la presencia de una importante concentración de diferentes especies de diatomeas, algas microscópicas que construyen sus esqueletos con sílice (vidrio), y que son consideradas como paleoindicadores capaces de mostrar los cambios en el clima del pasado.  

A partir de estas microalgas se pueden conocer las condiciones de un ambiente en una época determinada, saber, por ejemplo, si hubo períodos fríos o de sequía. En este caso particular, se han hallado principalmente aquellas que corresponden a un ambiente marino bentónico, es decir, del fondo del océano.   

Dentro de las principales conclusiones de su investigación, Daniela señaló que “detectamos un peak de esqueletos de estas diatomeas que se podría relacionar a un ambiente más cálido ocurrido después de la Pequeña Edad de Hielo y, por ende, vinculado a un mayor derretimiento de los glaciares, con mayor aporte de cadmio y hierro al fondo marino, los cuales actúan como micronutrientes y contribuyen a que exista una mayor abundancia de diatomeas”. 

Al respecto, la joven tesista destaca el apoyo que ha tenido del equipo de investigadores e investigadoras y de las oportunidades que se abren en INACH. Por lo mismo, dejó un mensaje para otros y otras estudiantes que quieran hacer su tesis en temáticas antárticas y subantárticas: “la zona austral de Chile es un laboratorio natural donde aún queda mucho por conocer y sería ideal que se sigan abriendo espacios para los investigadores jóvenes que recién comienzan su carrera científica”.

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