Entidades Técnicas de Fiscalización Ambiental y el control de la contaminación acústica

Cuando cambiamos nuestra rutina producto del confinamiento, desde nuestros hogares tomamos conciencia que el ruido molesta más de lo que pensábamos, el silencio en las calles nos permite dormir, trabajar, estudiar, escuchar y convivir entre nosotros(as) y con la naturaleza. Al final del día concluimos que el ruido irrumpe en nuestra cotidianidad y definitivamente en nuestras vidas.

Las Entidades Técnicas de Fiscalización Ambiental (ETFA) son personas jurídicas autorizadas por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), a través de requisitos específicos para apoyar todas aquellas labores de fiscalización de competencia de la SMA, las cuales están sometidas a un estricto programa de control de sus actividades para dar cumplimiento a su cometido.

María Verónica Aguirre, gerenta general de ETFA-Ruido.

El rol que cumplen las EFTA de ruido es velar que las actividades productivas de nuestro país cumplan sus compromisos ambientales a través de organizaciones técnicas y éticamente competentes, que sostengan dentro de sus convicciones la labor por la cual fueron autorizadas, esto es, apoyar al control de los niveles de contaminación acústica en nuestro país, y así mismo, aumentar el bienestar de las personas.

Cuando el ciclo anterior logra confluir de manera óptima, es decir; compromisos individuales, empresariales, estatales con el medio ambiente, donde se cumplen las metodologías de control y seguimiento normativas, solo así conseguimos beneficios colectivos, que sin duda cada uno de nosotros(as) anhelamos y apreciamos.

Este último año ha estado marcado de cambios en nuestra manera de relacionarnos, entre las personas y también con el entorno. Cuando cambiamos nuestra rutina producto del confinamiento, desde nuestros hogares tomamos conciencia que el ruido molesta más de lo que pensábamos, el silencio en las calles nos permite dormir, trabajar, estudiar, escuchar y convivir entre nosotros(as) y con la naturaleza. Al final del día concluimos que el ruido irrumpe en nuestra cotidianidad y definitivamente en nuestras vidas.

Las EFTA no solo debemos actuar para sacar beneficios, sino también con convicción y abrazar el fondo de su propósito y adherirlo como cultura, para que dicha convicción se traspase a través de cada uno de nosotros(as) y podamos mejorar el mundo donde vivimos. Cuando conmemoramos el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido, no solamente se trata de las palabras plasmada en una columna, sino que, internalizar el mensaje de fondo y llevarlo a la práctica día a día.

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