En Valparaíso, hace más de cinco años, un grupo de amigos se unió con la ambiciosa visión de liderar la lucha global contra la contaminación originada por las colillas de cigarro. Hoy, IMEKO es una empresa de innovación que está convirtiendo esa visión en una realidad al transformar colillas en una valiosa materia prima.
Las colillas recolectadas son tratadas para eliminar de forma segura las sustancias tóxicas de los filtros y recuperar el acetato de celulosa para convertirlo en un nuevo material sustentable. El resultado es un componente único, que puede ser utilizado para transformarse en nuevos productos de larga vida útil y de gran valor.
La cofundadora y gerente comercial de IMEKO, Jennifer Araya señala que “nuestros colaboradores y organizaciones aliadas desempeñan un papel esencial en la solución de esta problemática, permitiéndonos recolectar y reciclar estas colillas, que de otro modo quedarían sin gestionar”. Es así que esta empresa de base científica, pionera en Chile, ha ido creciendo gracias a alianzas con organizaciones que comparten su objetivo de protección del medioambiente. Ejemplo de ello es su trabajo con Aramark, empresa líder de servicios de alimentación y gestión de instalaciones. Desde que iniciaron la colaboración, han logrado recolectar casi 50 kilogramos de colillas para ser recicladas, en ciudades como Antofagasta, Los Andes y Santiago.
«A través de esta alianza y en línea con nuestra estrategia de sostenibilidad, nos propusimos avanzar en la gestión y revalorización de estos residuos, que son muy contaminantes, ya contamos con más de 35 contenedores funcionando. Estamos constantemente en la búsqueda de nuevas formas de tratar residuos que actualmente están más invisibilizados», explica Bernardita Varas, gerenta de Comunicaciones y Sostenibilidad de Aramark.
El siguiente desafío
IMEKO ha asumido un nuevo desafío: la recolección de colillas de cigarro a través de la limpieza de playas, en colaboración con la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile (Directemar). Esta iniciativa permitirá recoger y reciclar las colillas de las playas, para aportar a la preservación de las costas chilenas.
“Las colillas son altamente contaminantes, un residuo común en actividades de limpieza costera y urbana. Dada su toxicidad, representan una grave amenaza para la fauna y el entorno acuático”, agrega Araya.
Los fundadores de IMEKO también buscan exportar su tecnología y plataforma de innovación a otros países con problemas similares de contaminación, concentrándose inicialmente en los mercados mexicano y brasileño, esperando sumar a nuevos actores que permitan reducir el impacto de la contaminación generada por el cigarro en nuestro planeta.