Lontra felina, conocido como chungungo o nutria marina, es un mamífero marino carnívoro que habita en las costas rocosas desde el norte de Perú hasta el sur de Chile. Es el mamífero marino más pequeño que existe en el mundo y una de las dos especies de nutrias que habitan en Chile junto al huillín.
Tamara Huerta Santander, investigadora de las ciencias de la ecología marina, ingeniera en conservación de recursos naturales, presidenta de la Fundación Chungungo, becaria del Centro de Investigación Oceanográfica Sur Austral y uno de los referentes en Chile que se ha dedicado a la investigación de esta especie, así como mitigar efectos negativos ya que se encuentra en peligro de extinción.
Huerta Santander, autora del Protocolo para las buenas prácticas en la observación y en la investigación de la nutria marina, en el marco de su trabajo de magíster, señal que el hábitat del Chungungo está limitado a una delgada franja de 30 metros en tierra y no más de 150 metros en el mar.
“Esta especie requiere de condiciones de hábitat costero terrestre muy peculiares como presencia de cuevas, galerías conectadas con el mar y madrigueras. La especie está clasificada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Acerca de esto, la presidenta de Fundación Chungungo comenta que “las amenazas para esta especie provienen de distintas presiones antrópicas, comenzando con la caza intensiva realizada en el siglo XX por la industria peletera, la pesca, la construcción de carreteras y obras cercanas a los ecosistemas marinos, la presencia de perros y gatos domésticos en el litoral rocoso, envenenamiento y la contaminación por microplásticos”.
De acuerdo a los trabajos de investigación, estas amenazas y la fragmentación del hábitat del chungungo han generado una disminución en la densidad. En términos de densidades poblacionales, investigaciones lideradas por Valqui (2011) y otros científicos han calculado cifras que varían entre 0,04 y 10,0 individuos por kilómetro (en un total de 12 estudios), con una densidad media de 3,3 individuos por kilómetro”.
Tamara Huerta Santander, comenta que “en este contexto, se realiza la investigación sobre el uso de hábitat del Chungungo en una localidad del golfo de Arauco, en la cual junto al doctor Iván Hinojosa y el doctor Cristóbal Pizarro hemos estudiado aspectos como la abundancia presente, su interacción con estructuras de origen antrópico y su dieta. Lo que requiere un gran esfuerzo en terreno, el cual nos permitió observar de forma paralela su interacción con los bosques de algas”.
Iván Hinojosa, es tutor magíster en la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y Cristóbal Pizarro es cotutor del magíster, del Laboratorio Antropoceno de la Universidad de Concepción.
Los bosques de algas y el chungungo
La ingeniera en conservación de recursos naturales, sobre esta relación, destaca lo siguiente: “Los bosques de algas juegan un papel fundamental en la vida de los chungungos ya que proporcionan tanto alimento como refugio. Presas como crustáceos, peces y moluscos, dependen de esta cobertura para desarrollarse”.
Huerta, también resalta que “durante su conducta de alimentación, es común observar a los chungungos cercanos a áreas con presencia de algas, donde se les puede ver boca arriba, aprovechando los recursos disponibles en su entorno. Además, durante nuestras observaciones, hemos presenciado a las crías de chungungos entre rocas y algas, donde las madres las dejan temporalmente mientras van en busca de alimentos. Esta dinámica evidencia la importancia de estos ecosistemas marinos para el desarrollo y subsistencia de la especie”.
Para Tamara Huerta Santander, la importancia de comprender esta interacción se refleja en la necesidad de nuevas investigaciones centradas en los bosques de algas y su relación con el chungungo.
“Este enfoque integral es fundamental para abordar las problemáticas relacionadas con la comprensión, supervivencia y hábitat de la nutria marina, especialmente en un contexto de crecientes presiones humanas en la zona costera del Pacífico, como el barreteo de algas”, concluye la investigadora y presidenta de la Fundación Chungungo.