Constatan masiva pérdida de verdor en bosque esclerófilo chileno a causa de la sequía

Un estudio liderado por tres centros de investigación nacionales reveló que el bosque esclerófilo de la zona central de Chile sufrió un abrupto oscurecimiento de sus árboles en solo 100 días durante uno de los años más secos de la megasequía, constituyéndose en un hecho sin precedentes para este tipo de ecosistemas a nivel mundial.

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La zona central de Chile es uno de los cinco lugares del mundo donde se halla presente el denominado bosque esclerófilo, un ecosistema de altísima biodiversidad, caracterizado por árboles de hojas duras y resistentes que mantienen su color verde durante todo el año. Sin embargo, en el último tiempo, este bosque ha estado sometido a una sequía sin precedentes, cuyo impacto, si bien no enteramente comprendido, sí ha significado la pérdida del verdor de muchas de estas especies vegetales.

Este hecho motivó a que diversos especialistas del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2 y el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) conformaran en 2021 la iniciativa intercentros “Bosque Esclerófilo y Cambio Global”. Para evaluar los impactos iniciales de esta sequía, usaron observación satelital y compararon el verdor del bosque esclerófilo de Chile con el de otros sistemas de este tipo en el mundo (California, Sudáfrica, sudoeste de Australia y la cuenca del Mediterráneo), publicando recientemente sus resultados en la revista Nature plants.

Hallazgos

Uno de los principales hallazgos es que el ecosistema presente en Chile es el único que ha sufrido este oscurecimiento de sus árboles y en un periodo muy corto de tiempo. Sin ir más lejos, su verdor decayó abruptamente en un 90 % entre los años 2019 y 2020, en apenas cien días y en una zona que abarcó desde la costa hasta la cordillera de los Andes.

Alejandro Miranda, investigador del CR2 y del Departamento de Ciencias Forestales de la Universidad de La Frontera, señaló que es un fenómeno de la naturaleza extremadamente raro. “Eventos similares se habían reportado en otras zonas del mundo como parte de los efectos de la sequía u otras perturbaciones, pero estos se habían dado solo en algunos parches de bosque, en ciertas condiciones, para ciertas especies y a través de los años. En cambio, aquí el ecosistema respondió en un periodo muy corto de tiempo y llama la atención la sincronía con que esto ocurrió”, comentó el especialista.

Dentro de las hipótesis que buscan explicar el porqué de este oscurecimiento, también llamado pardeamiento o browning en inglés, se encuentra la megasequía iniciada en el año 2010 y que registró un año hiperseco en el 2019, momento en que el bosque perdió abruptamente su verdor. Sin embargo, desde el año 1900, la última década también ha sido la más seca en cualquiera de los ecosistemas mediterráneos del mundo, pero solo el bosque chileno se ha visto impactado de esta manera, lo que podría deberse a que es el único donde las bajas precipitaciones se han mantenido de manera constante y con años hipersecos.

Impactos de la mega sequía en los bosques

Según Miranda, esta pérdida de verdor del bosque tiene implicancias que aún no se han medido, como extinciones locales, cambio en la distribución de especies y modificaciones en las cadenas alimenticias por cambios en las comunidades y en el suelo. Se suma la acumulación de ramas y hojas secas, lo que aumentaría el riesgo de incendios. Asimismo, deben evaluar si los árboles están muriendo o si este oscurecimiento y pérdida de sus hojas es una estrategia adaptativa para sobrevivir a la sequía, pero que aún pueden rebrotar.

También plantea impactos a nivel de política pública, principalmente, por el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad para el año 2050. Esto se debe a que en el inventario de gases de efecto invernadero (GEI) la captura de carbono descansa casi únicamente en los bosques nativos, pero un bosque dañado es posible que vea mermada su capacidad de almacenamiento.

El equipo de investigación que participó del estudio plantea que lo que ocurrió en Chile puede ser una ventana hacia el futuro, ya que los otros cuatro ecosistemas similares podrían reaccionar de la misma manera si alcanzan una sequía tan extensa y constante como la que está ocurriendo en el país. 

Así, el bosque esclerófilo de Chile central es visto como un ecosistema centinela de lo que serán las respuestas esperadas en los bosques mediterráneos a las anomalías climáticas de las próximas décadas.

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