En junio pasado el Colegio de Ingenieros en Acústica (CIAC) organizó una charla técnica para dar a conocer a sus socios y socias los distintos subsidios y beneficios tributarios que existen para la investigación y desarrollo (I+D) en Chile.
El encargado de dictar la charla fue Joaquín Costa, consultor asociado en Scientia, empresa especializada en financiamiento y administración de proyectos de alto riesgo, expansión internacional y evaluación técnico-financiera de empresas tecnológicas.
Costa centró su exposición en los subsidios para proyectos de innovación e Investigación y Desarrollo (I+D), y la Ley I+D.
Respecto a las motivaciones del colegio para organizar una charla con el experto en proyectos I+D, el vicepresidente de CIAC, Christian Gerard, comentó que, “se convocó a Joaquín para que presentara a los socios las alternativas de financiamiento público existentes, para que así ellos puedan tener opciones de llevar a cabo nuevas iniciativas de innovación en sus empresas. En estos tiempos de pandemia, puede ser una muy buena oportunidad”.
Subsidios Corfo
La Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) cuenta con doce gerencias, de las cuales, tres de ellas -Gerencia de Innovación, Gerencia de Emprendimiento y Gerencia de Redes y Territorios- son con las que trabaja el consultor asociado a Scientia.
Respecto a la Gerencia de Innovación, Costa apuntó las líneas que están actualmente disponibles: “Súmate a Innovar”, “Conecta y Colabora”, “Crea y Valida Rápida Implementación”, “Crea y Valida I+D+i” y “Consolida y Expande”.
El primer subsidio, “Súmate a Innovar”, es entregado a aquellas empresas que tengan un concepto o idea de un posible producto y que quieran convertirlo en un prototipo funcional. Esto, mediante la contratación de una o dos entidades colaboradoras que lo desarrollen de manera rápida y barata. Para ello, el subsidio ofrece $10 millones y cubre el 80% del proyecto presentado por la empresa, el cual debe ejecutarse en un periodo de seis meses. Sobre lo anterior el profesional agregó que, “esto quiere decir, que los 10 millones son un 80%, por lo tanto, el total 100% del proyecto son $12.500.000. Ustedes tendrán que colocar como contraparte empresarial esos $2,5 millones”.
En cuanto al subsidio “Conecta y Colabora”, Joaquín Costa explicó que, “el subsidio entrega hasta $30 millones con el 80% de cofinanciamiento para ejecutar un proyecto en seis meses y esta línea cierra el 8 de julio. Sirve para que se asocien al menos tres empresas, que tengan productos complementarios y que vayan a desarrollar un producto en conjunto para ir a ofrecer una solución a un mercado común”.
Por otro lado, en la Gerencia de Emprendimiento, existen tres líneas denominadas: “Semilla Inicia”, “Semilla Expande” y “Semilla Escalamiento”. Estas líneas se abren dos o tres veces al año, actualmente no están abiertas. “Semilla Inicia” está destinada a aquellas empresas o personas naturales que no tengan ventas, y que hayan tenido un inicio de actividades menor a 18 meses, es decir, para todos aquellos emprendimientos que estén empezando. Mediante este subsidio, Corfo entrega a la empresa $15 millones y cubre el 75% del proyecto, el que se debe ejecutar en un plazo de 10 meses.
El profesional añadió que, “este subsidio es para desarrollar un concepto o un diseño muy inicial y llevarlo a un prototipo funcional, y lo importante siempre en esta línea de Corfo es que el diseño tenga potencial de escalamiento y de ventas internacionales. Para Corfo, ‘con potencial de escalamiento’, significa que el proyecto pueda crecer a tasas de venta del 30-40% año versus año, lo que significa que en cuatro años estaría duplicando sus ventas”.
Por último, la Gerencia de Redes y Competitividad tiene la RED Asociativa. Para optar a este subsidio se deben juntar al menos tres empresas con productos complementarios que apunten a exportar o a vender a un mercado común. “Este subsidio cubre hasta $88 millones (70% del costo del proyecto) y puede ejecutarse en 30 meses”, señaló Joaquín Costa.
Ley I+D
La Ley I+D (20.241) nació el 2008, y establece un incentivo tributario a la inversión privada en Investigación y Desarrollo. Es un derecho al que las empresas chilenas o empresarios individuales pueden optar si llevan a cabo un proyecto de Investigación y Desarrollo (I+D). Solo hay dos requisitos: deben tributar en primera categoría y llevar régimen de contabilidad completa.
Sobre el beneficio de esta ley, el especialista explicó que, “se devuelve el 35% de los gastos en los que incurras en un proyecto de investigación y desarrollo por año, por el periodo que dure el proyecto que mandaste a certificar”. Cabe señalar que, esta devolución es en base a un crédito tributario contra el impuesto de primera categoría.
Para ilustrar la cantidad máxima a la que se puede acceder mediante la devolución en la Ley I+D, Costa ejemplifica con el monto 15.000 UTM al año por RUT, lo que es aproximadamente $780.000.000 al valor de la UTM de junio. Y agrega, “para llegar a ese tope tienes que gastar alrededor de $2.228 millones en un proyecto cada año (utilizando el valor UTM de junio). En cuanto al 65% restantes de los gastos, los puedes imputar como gastos necesarios para producir renta. Recuerden que antes el Servicio de Impuestos Internos no te dejaba imputar gastos si llevabas a cabo investigaciones de innovación y desarrollo porque no era del giro. Ahora sí se puede”.
Además, la Ley I+D es compatible con los subsidios, lo cual disminuye aún más los costos del proyecto. “Si te adjudicaste un subsidio “Crece y Valida I+D+i”, empresarial o colaborativo, y tienes que poner una contraparte, esa contraparte la puedes certificar por la ley I +D, y así recuperar el 35% de esa contraparte que pusiste. Por tanto, el proyecto real va a salir muy barato”.
Los ítems financiables con la ley son: investigación básica o aplicada, desarrollo de nuevos productos basados en investigación, componentes necesarios para la ejecución del proyecto, recursos humanos de la empresa, asistencia técnica, entidades I+D que sean contratadas para la ejecución del proyecto, gastos básicos de la empresa (luz, agua, internet), equipamiento, infraestructura habilitante para la ejecución del proyecto. Es decir, puedes armar un presupuesto empresarial más grande que en el caso de los subsidios, ya que, la ley I+D tiene menos requisitos.
La Ley I+D se creó principalmente porque Chile invierte muy poco en Investigación y Desarrollo, considerando su PIB con el de otros países. “Esta ley hace que las empresas quieran invertir más, porque está financiando el 35% que es brutalmente alto. Personalmente, he hablado con otras empresas e inversionistas en otros países, y ellos no pueden creer que sea tanto lo que devuelven de plata”, comentó Costa.
Tras finalizar la charla, el vicepresidente del colegio indicó que, “ahora nuestros socios tienen el conocimiento de estas herramientas de apoyo del gobierno a proyectos de innovación, que les permitirá llevar a cabo proyectos que antes estaban detenidos o lejanos en el road map de desarrollo por falta de recursos”.
Para más detalles e información sobre la Ley I+D y los demás subsidios, puedes acceder a la presentación aquí: