Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en toda Latinoamérica existen 2.513 kilómetros de ciclovías, más del 10% (300 km) de ellos en Santiago, lejos de los 20 km que había en 2003.
La cifra refleja el explosivo crecimiento del uso de la bicicleta en la capital, que según el mismo estudio, en 2016 registró 510.569 viajes diarios en promedio, la segunda ciudad de Latinoamérica con más viajes, solo superada por Bogotá, pero por sobre Ciudad de México o Río de Janeiro.
Este boom pedalero ha permitido la expansión del fenómeno de las bicicletas públicas. En 2015 se contabilizaban 150 unidades, en 2017 3.890 y para fines de 2018 se proyecta llegar a 10.890 en 16 comunas (para fin de año podrían llegar a Valdivia) y tres empresas operando: Mobike, BikeSantiago y Bici Las Condes.
Pero no siempre fue así. Luis Andaur, conductor del programa Bicitantes de Mega, cuenta que a fines de los 80, estando en la universidad, formó un grupo de ciclistas para visibilizar sus demandas. “Al principio éramos dos o tres los que llegábamos en bicicleta, pero después llegamos a ser 100 o 200. Queríamos fomentar su uso”. Por ello se movilizaron. “Fuimos como 500 ciclistas por la Alameda y presentamos un proyecto para hacer ciclovías, pero en el país habían otras prioridades y no nos pescaron”, recuerda.
Dice que el crecimiento de este medio siempre tiene dos orígenes: subdesarrollo y desarrollo. El primero, porque algunos no tienen medios -como en Asia o India- para comprarse un auto. “Pero en Europa es por desarrollo, por una cultura de compromiso con el medio ambiente y por los beneficios por sobre un automóvil”. Dice que en Chile opera la segunda razón.
Relata que en el extranjero somos muy bien evaluados. “Somos un lujo respecto al resto de Latinoamérica, estamos muy avanzados. En varias comunas de Santiago ya han implementado ciclovías, estamos a la vanguardia. Hay que aprovecharlo y perderles el miedo a las bicicletas. Eso es sinónimo de desarrollo”.
Empresas privadas
Iván Páez Mora, CEO de la aplicación Kappo Bike, explica que el fenómeno se debe también al colapso de otros medios de transportes, como Metro, Transantiago y el auto. “La gente está buscando alternativas de movilidad donde se sienta cómoda y han descubierto que 10 km en bicicleta no es tanto como pensaba. En auto pueden ser 90 minutos en horario punta, en bicicleta te demoras máximo 30”.
Uno de los más beneficiados con esta explosión son las empresas privadas que prestan servicio de arriendo. Leonardo Estrada, country manager de Mobike Chile, dice que su empresa sumó más de 100 mil usuarios en menos de 10 días. Aunque por ahora solo operan en La Reina y Las Condes, estudian ampliarse a otras comunas. “Queremos llegar a 4.000 bicicletas en circulación”, dice.
Maite Rodríguez, gerente general de Clear Channel Chile, dueña de Bici Las Condes, indica que ya llevan tres años de funcionamiento en esta comuna. Suman 890 bicicletas en 89 cicloestaciones, “a las que sumaremos 11 en el corto plazo”, adelanta.
Dice que a la fecha tienen 3.200 usuarios llegando a los 1.400 viajes diarios.
Desde la Municipalidad de Las Condes, Juan Ignacio Jaramillo, jefe de Operaciones, señala que tras la llegada de Mobike, para sorpresa de muchos, los viajes de su competencia -Bici Las Condes- subieron 20% y los usuarios en 10%.
Asegura que desde que el sistema comenzó a cobrar, no se redujeron los clientes y hoy 122.000 personas han descargado la aplicación y 6.200 se han inscrito en el sistema de pago. “De golpe se inscribió mucha gente”, asegura.
Alberto Araya, gerente de marketing de Oxford, señala que la industria vive un buen momento, con buenas ventas, clientes informados y dispuestos a pagar más por un producto de calidad. “Tras el boom de 2013 y 2014, el mercado actual sigue con muy buenos niveles de venta”, señala.
Dice que las bicicletas de montaña son las favoritas, pues son más versátiles, “aunque muchos usuarios están optando por modelos urbanos y las e-bikes”.
Pese a los avances, Amarilis Horta, directora de Bicicultura y presidente del Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Transportes, cree que aún falta mucho en la implementación de ciclovías. “Parte de las que existen fueron construidas con criterios recreacionales, no son eficientes para fines vehiculares”.
Pero Páez Mora dice que no son imprescindibles. “Si bien ayuda a motivar el uso de la bicicleta, no es la única herramienta. En Japón el uso de la bicicleta alcanza el 14% y no existen ciclovías, para ellos no son necesarias ya que en su cultura abunda el respeto en las calles”.
Horta dice que entre un 7% y 8% de todos los viajes se realiza en bicicletas, pero que es un “milagro”, porque los ciclistas casi no tienen infraestructura propia, lo que podría cambiar con la Ley de Convivencia Vial, que está a punto de ser promulgada.