La consigna parece sumamente fácil. La vemos a diario en distintos medios, compañas televisivas, spot radiales y publicidad masiva –que parece sumamente invasiva- en todas las redes sociales. El mensaje suele ser muy lindo y hasta suena mejor: todos debemos unirnos y vivir una vida sustentable. Pero nos preguntamos, ¿es tan fácil como suena? ¿Estás dispuesto a vivir una vida sustentable con todas las implicaciones que esto trae? Si tu respuesta es correcta, sigue leyendo que este tema es para ti.
Primero tenemos que explicar de qué estamos hablando. Según el Programa de las Naciones Unidas Para el Medio Ambiente, “se consideran estilos de vida sustentables aquellas formas de vida, elecciones y comportamientos sociales que minimizan su impacto al medio ambiente (uso de recursos naturales, emisiones de CO2, residuos y contaminación), y favorecen un desarrollo socioeconómico equitativo y una mejor calidad de vida para todos.” Siguiendo esta definición, la primera interrogante que debemos plantearnos es ¿mi estilo de vida cumple con ello?. Ya que definimos hacia donde vamos hay que colocar el contexto actual en el que vivimos y ser, en su mayoría, lo más claros posibles.
En realidad no somos tan sustentables como creemos. Nuestra capacidad de consumo es muy alta y aunque los hábitos de reducir y reciclar los hemos comenzado a digerir, aún no los implementamos en un porcentaje que pueda influenciar al cuidado del medio ambiente. Ejemplos claros de lo que hablamos son los siguientes. Cuántos de nosotros en nuestras casas tenemos más de un TV, cuántos teléfonos móviles tenemos. Y lo mismo pasa con los notebooks, tablets, radios, vestimenta y la mayoría de los artículos que nos rodean en nuestro vivir diario. Y esto se debe a algo sumamente sencillo consumimos todo lo que está a nuestro alcance que no significa que realmente lo necesitemos.
A veces desconocemos la vida útil de distintos componentes que tenemos y utilizamos, un error cometido por muchos y que nos lleva a buscar innecesariamente artículos nuevos que aumentan la huella de carbono a nivel mundial.
Desde nuestra fundación tratamos de aportar en colectivo, de hacer que Chile aporte su grano de arena con respecto a los hábitos que hay que poner en práctica para tener no solo una vida, sino un planeta más sustentable.
Chile es de los países dentro de Latinoamérica que más residuos electrónicos por persona produce, de ahí nace la misión de Chilenter de democratizar el acceso a tecnologías, como computadores de escritorio, reacondicionando cerca de 100 toneladas de estos equipos durante 2019. Lo que se traduce en una reducción exponencial de la huella de Carbono.
Se espera que los chilenos aumenten su consumo de aparatos electrónicos en más de un 40% en los próximos 10 años, de ahí lo esencial de reciclar estos aparatos» (Fuente: FCh, MMA). El trabajo de la fundación de reacondicionar y reutilizar aparatos electrónicos disminuye los impactos ambientales asociados y tú puedes ayudarnos.
Hemos hablando de reducir y reciclar, pero no hay que olvidarse de la tercera “R” que es “Reacondicionar”. En este Día Mundial del reciclaje les dejamos esta reflexión, porque en cada uno de ustedes está la decisión de poner en práctica los hábitos para una vida sustentable.
