Miradas sectoriales país y el cambio climático

Chile ha asumido de forma consistente compromisos respecto a sus emisiones y su forma de uso de los recursos, generando estrategias y políticas, que conducen a planes, programas y proyectos en diversos ámbitos, siendo el más transversal el relativo a los recursos hídricos

Chile cuenta con su Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) con un horizonte de 30 años, ella declara sus lineamientos de largo plazo para hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático; (i) transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, hasta alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de los mismos; (ii) reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático; (iii) y, dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado de Chile en la materia. A esta estrategia confluyen una serie de otras estrategias que el país está desarrollado, estrategias que en su construcción debieron incorporar el escenario de cambio climático, entre ellas:

La Política Energética (PEN 2050), que tiene como visión lograr y mantener la confiabilidad de todo el sistema energético, al mismo tiempo que se cumple con criterios de sostenibilidad e inclusión y, se contribuye a la competitividad de la economía del país. Esta visión se sustenta en los cuatro pilares: Seguridad y Calidad de Suministro, Energía como Motor de Desarrollo, Compatibilidad con el Medio Ambiente y Eficiencia y Educación Energética.

La Estrategia de Movilidad Sostenible, que pretende mejorar la capacidad de planificar, financiar y ejecutar proyectos y medidas destinados a satisfacer las necesidades de movilidad de personas y empresas, en las ciudades y sus alrededores, de manera sostenible, basándose en políticas y reglamentaciones existentes, armoniza leyes, normas, estrategias sectoriales, inversiones y programas de apoyo pertinentes con miras a un enfoque integrado en beneficio de las ciudades y sus habitantes. Con ello se apunta a reducir emisiones del sector transporte.

La Estrategia de Hidrógeno Verde, al año 2025, iniciará una industria local mediante esfuerzos y regulación que incentiven la producción y fomenten la demanda de este elemento limpio y sus derivados.  Se generará conocimiento, escala, infraestructura y cadenas de suministro que permitirán a Chile acceder a mercados de exportación. Para el 2030, se levantará una industria de producción y exportación de amoniaco verde mediante la atracción y promoción de consorcios de escala de GW. Además, se establecerán acuerdos para acelerar el desarrollo de la exportación de hidrógeno. De esta forma se espera con esta estrategia llegar a la carbono-neutral al 2050.

Considerando todas las acciones que el país desarrolla respecto al agua, que apuntan a los compromisos y acciones del país relacionados con cambio climático, se puede destacar que Chile está elaborando el Plan Nacional de Adaptación de Recursos Hídricos, el cual integra componentes ambientales con los recursos hídricos. Este pretende centrar su atención en la gestión sustentable de los recursos hídricos, para una adecuada protección de la cantidad y calidad de las aguas. Plantea, además, una mejora de la institucionalidad para la planificación del recurso, su asignación, protección, fiscalización y resolución de conflictos.

Respecto a las condiciones de escasez hídrica, busca superar la escasez a corto plazo y abordarla de forma permanente, acoplando la comprensión del ciclo hidrológico en el manejo de los recursos, recarga artificial de acuíferos, obtención de recursos desde nuevas fuentes, como plantas desalinizadoras, construcción de infraestructura hídrica, entre otros.

Dentro de las líneas de acción se contempla fortalecer y ampliar los sistemas de monitoreo, con especial atención en la instalación de estaciones en altura, extender y mejorar el monitoreo de la calidad de las aguas y de los acuíferos, para estos últimos a través de un programa nacional de monitoreo. Especialmente relevante se vuelve la mantención y fortalecimiento del inventario, monitoreo y estudio de los glaciares.  Lo anterior integra el cambio climático en la discusión de la Ley de Glaciares.

El proyecto de Ley de Cambio Climático, ingresado al Congreso en enero del año 2020 y aprobado por unanimidad, alcanzó casi 850 indicaciones en octubre pasado, ya 500 de ellos poseen avances en su tramitación en particular, contempla para su desarrollo la incorporación d la mirada regional en los planes regionales de cambio climático, actualmente en construcción.

El Plan de Acción Regional de Cambio Climático está abordando cuatro pilotos en Atacama, O´Higgins, Los Ríos y Los Lagos contemplando los recursos hídricos por sectores. Complementando esta mirada regional, un proyecto de toma de decisiones robustas apoya al capítulo de recursos hídricos en su diseño, teniendo como información lo contemplado en los trabajos realizados en las cuencas.

Nuestro país ha estado preparando su Plan Nacional de Adaptación para los Recursos Hídrico, para lo cual el Fondo Verde del Clima otorgará recursos, el cual considera como ámbitos de acción el nivel país y el nivel de cuenca, y es a partir de esa dimensión temporal es que contempla aspecto de vulnerabilidad al cambio climático y su gobernanza

Estudios complementarios como el que da vida al Atlas de Riesgo Climático (ARClim), de alta importancia para el sector agropecuario y el estudio de Costos de la Inacción ante el cambio climático, son fundamentales para poder alimentar y mantener al día la información que reside en cada cuenca que posee un Pla Estratégico de Gestión Hídrica. Estos son empujado y realizados por la Dirección General de Aguas.

Los escenarios de cambio climático y la integración de estos en la oferta natural del agua, información con una resolución espacial de escala país, constituyen información de base para el desarrollo de modelos numéricos a escala de cuenca, que integran hidrología con hidrogeología. De esta forma las tendencias de cambio climática están integradas en modelos que explican en detalle la disponibilidad y sustentabilidad del agua en la cuenca y con ello sustentan las decisiones de inversión para una adecuada gobernanza hídrica en el país.

Chile ha asumido de forma consistente compromisos respecto a sus emisiones y su forma de uso de los recursos, generando estrategias y políticas, que conducen a planes, programas y proyectos en diversos ámbitos, siendo el más transversal el relativo a los recursos hídricos. Es así que compromisos para el término de esta década, mirando al 2050 integran la tendencia a la escasez del recurso, lo que trasciende incluso los cambios de énfasis de gobiernos y coaliciones.

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