Tras una expedición internacional en la Antártica, las investigadoras Juliana Vianna y Fabiola León, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fueron las primeras científicas latinoamericanas que, desde Chile, obtuvieron muestras de pingüino emperador, luego de realizar una campaña de 15 días al inhóspito mar de Weddell.
El trabajo fue realizado en condiciones extremas: temperaturas bajo cero, protocolos de bioseguridad y caminatas de más de cinco horas sobre hielo, con el desafío de tomar muestras de sangre de cuatro pingüinos emperadores adultos (Aptenodytes forsteri). Esta información será analizada los próximos meses gracias a metodologías de última generación que desarrollarán equipos científicos del Laboratorio de Biodiversidad Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas UC. Los resultados, permitirán conocer detalles de la historia genética y evolutiva de los pingüinos emperadores, y cómo esta especie afronta el cambio climático en el continente antártico.
“Fue un importante trabajo de preparación, que inició con un monitoreo de la labor científica que se ha estado realizando a nivel mundial en materia de pingüinos emperadores, junto con el trabajo en terreno, que exigió caminar durante varias horas sobre una plataforma de hielo flotante en la llamada Antártica oriental en el océano Atlántico”, destacó la Dra. Juliana Vianna, profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile , investigadora del Instituto Milenio BASE, y también directora alterna del Centro de Regulación del Genoma (CRG).
Años de investigación en pingüinos
Los resultados de la expedición complementarán el trabajo que por años han realizado las científicas respecto a la genética de pingüinos, como el Penacho Amarillo Austra (Eudyptes chrysocome), Papúa (Pygoscelis papua) y Adelia (Pygoscelis adeliae).
“Nuestra labor, pionera en el campo de la investigación científica con pingüinos emperadores, incluyó estrictos protocolos de bioseguridad -como el uso de mascarillas, antiparras y guantes- y que además tuvo el resguardo de no perturbar los emperadores, poco acostumbrados a la presencia humana en estas alejadas latitudes”, señaló la Dra. Fabiola León, asistente de investigación del Instituto Milenio BASE.
Los pingüinos emperadores adultos llegan a pesar entre 20 y 45 kilos, y superar los 120 cm de altura. Las muestras de sangre fueron obtenidas de la pata de las aves, a través de un procedimiento que duró entre cuatro a cinco minutos, y que finalizó con una pequeña marca de tintura al agua, en el pecho de los pingüinos, permitiendo a las científicas identificar a las especies que serían estudiadas.
Durante las semanas de investigación estuvo en la Antártica, las científicas, junto con el apoyo de Julieta Orlando de la Universidad de Chile, y el equipo logístico de las empresas francesas SEDNA Expeditions y Ponant, tomaron muestras de pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), gaviotín antártico (Sterna vittata) y cormorán antártico (Leucocarbo bransfieldensis), en el marco de la Expedición de Colaboración Científica Internacional: Mar de Weddell y Plataforma de hielo Larsen B, realizada por el Instituto Milenio BASE y científicos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos a principios de este año.
Las investigadoras polares destacaron la importancia de la colaboración e interdisciplina, adelantando que durante este año los pingüinos seguirán haciendo noticia desde Chile: “Entre el 4 y el 9 de septiembre toda la comunidad científica se reunirá en Viña del Mar ya que realizaremos el XI Congreso Internacional de Pingüinos (https://www.penguin-conference.com) que aún cuenta con algunos cupos”, puntualizó Vianna.