El 17 de mayo es el Día Internacional del Reciclaje, conmemoración que se fijó oficialmente el 2005 por UNESCO, con el fin de generar conciencia sobre la responsabilidad que tiene la sociedad a la hora de consumir los bienes y su posterior desecho. Reciclar es esencial para establecer una economía circular que permita hacernos cargo de los residuos, tanto para su reutilización, como también para su valorización.
Lo anterior es fundamental si queremos abordar la crisis climática y ecológica, debido a la envergadura de está y la necesidad de generar soluciones que se engranen en un marco que aborde las diversas aristas que implica. Es por ello que el reciclaje debe ser una preocupación en nuestra sociedad, dado que estamos inmersos en una cultura del comprar y botar, en donde se hace urgente abordar los múltiples factores que agravan dicha crisis.
En la actualidad una de las industria que produce numerosos residuos, es la de la moda, esta industria desde diversas aristas es una de la más contaminantes, debido a sus aguas residuales, utilización de químicos, pesticidas, utilización de mano de obra en condiciones infrahumanas, como también cuando esta se convierte en residuo.
Actualmente, el caso más dramático en Chile, lo tenemos en el desierto de Atacama en la comuna de Alto Hospicio, donde existe un vertedero ilegal de ropa, según un reportaje de la BBC. Se indica que la Zofri importa alrededor de 59 mil toneladas de ropa usada, libre de impuestos de las cuales 40 mil toneladas van a parar a vertederos ilegales entre ellos el que tenemos en nuestro desierto, generando problemas como incendios, vectores, emisiones, entre otros, como también refleja la nula política que ha habido sobre la temática en nuestro país.
A su vez, tenemos la problemática que genera el fast fashion, la moda rápida, creada para usar y tirar, con componentes como el polyester el cual se demora 200 años en degradarse y que fomenta el sobre consumo de las personas, dicha modalidad de venta es un problema creciente, ya que no se aborda ningún estándar para la ropa que se importa, como tampoco se ha generado conciencia en la población sobre el sobreconsumo y los efectos que tiene sobre el medio ambiente y las personas.
En este escenario, se hace urgente generar políticas públicas para el reciclaje de la ropa. Si bien esta se incorporó como un séptimo producto prioritario de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, aún falta conocer el decreto de metas que se le impondrán a los importadores y productores de ropa. Finalmente, debemos comprender que como consumidores/as de un bien de uso masivo, como la ropa, requiere que haya un abordaje, con el fin de implementar realmente una economía circular, ya que, como sociedad, no podemos quedarnos en el concepto, sino que este debe hacerse real y tangible, medir la metas y tener una fiscalización constante para su correcta implementación.
