Histórico: miles de donaciones desde Chile y el mundo logran proteger 133 mil hectáreas en Cochamó

La campaña Conserva Puchegüín, impulsada desde Chile, superó su meta de recaudación gracias a donaciones de personas y organizaciones en todo el mundo. Con esto, empieza un trabajo de siete años para implementar un plan de conservación y manejo participativo. ● La tierra adquirida se protegerá a través de un modelo mixto que combina apoyo a los medios de vida locales y conservación estricta para resguardar los ecosistemas.

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Créditos_ José Miguel Calvo

Marcando un hito para la conservación en Chile y en el mundo, Conserva Puchegüín —una coalición internacional impulsada localmente por la ONG Puelo Patagonia— logró recaudar más de US$78 millones para comprar, proteger y gestionar a largo plazo 133 mil hectáreas de naturaleza salvaje en la comuna de Cochamó, Región de Los Lagos.

Con donaciones provenientes de miles de personas en 21 países, se logró concretar la compra del predio conocido como Fundo Puchegüín, la mayor propiedad privada en la comuna y la pieza que faltaba para dar forma a uno de los corredores biológicos más importantes de Latinoamérica, conectando 1,6 millones de hectáreas de áreas protegidas entre Chile y Argentina. Este refugio climático único, alberga 58 mil hectáreas de bosques primarios, casi el 11% de los alerces del planeta, y especies únicas como el huemul, el monito del monte, el pudú y la ranita de Darwin.

Pero el esfuerzo de la campaña Conserva Puchegüín no solo beneficiará a los ecosistemas. La compra de estas tierras también asegurará la continuidad de las prácticas culturales y oficios tradicionales de quienes viven en un sector que representa un tercio de la comuna de Cochamó. Por décadas, estas comunidades han enfrentado la incertidumbre ante amenazas de subdivisión de la tierra y desarrollo inmobiliario, proyectos industriales de alto impacto y turismo no regulado.

Desde su lanzamiento en abril de 2024, la campaña movilizó a personas y organizaciones alrededor del mundo hasta alcanzar la cifra millonaria.

“Este es un hito histórico no solo por la magnitud del territorio protegido, sino por la forma en que se ha hecho: con participación ciudadana y con un profundo respeto por las comunidades que habitan en la comuna de Cochamó. Y esa es la base sobre la que se construirá la etapa que comienza ahora”, comentó Andrés Diez, director ejecutivo de Puelo Patagonia.

Además de Puelo Patagonia, Conserva Puchegüín está conformada por The Nature Conservancy, Freyja Foundation, The Wyss Foundation y la marca outdoor Patagonia. La alianza se ha destacado por unir la recaudación de fondos con un trabajo técnico y territorial continuo. En paralelo a la movilización de recursos, el equipo desarrolló monitoreos de fauna y bosques, aportó medidas de regulación del turismo y procesos de consulta temprana con las comunidades locales, que serán parte fundamental del futuro modelo de manejo del área.

Una nueva etapa

En agosto de este año la alianza constituyó la Fundación Conserva Puchegüín, una entidad chilena sin fines de lucro que se ha convertido en la propietaria del Fundo Puchegüín y ha asumido la tarea de garantizar su protección a largo plazo. La fundación cuenta con un directorio independiente cuya misión es velar por el cumplimiento de sus principios fundacionales: custodiar el objetivo de conservación y asegurar la participación de la comunidad local en el modelo de gestión.

El proyecto de conservación propuesto contempla un área protegida mixta, con hasta un 20% destinado a usos sostenibles como actividades agrícolas, turismo de bajo impacto, entre otras; y desde un 80% para conservación estricta. Gracias a la nueva ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), se podrá establecer, por ejemplo, un Área de Conservación de Múltiples Usos en las zonas que actualmente utilizan las comunidades locales y los miles de visitantes que recibe anualmente el Valle Cochamó; mientras que las zonas de alto valor ecológico, además de aquellas que son altas e inaccesibles, se proyectan como parque nacional. Con esto se asegura la protección integral y la continuidad de las actividades tradicionales del lugar.

Juan José Donoso, director ejecutivo de TNC Chile, agregó que: “la recaudación marca el cierre de una etapa, pero también el comienzo de otra. Ahora viene el trabajo más desafiante y apasionante: implementar un modelo de conservación de largo plazo que, bajo una gobernanza compartida y con financiamiento sostenible en el tiempo, proteja la naturaleza mientras impulsa los medios de vida locales”.

Por su parte, Macarena Sánchez, directora de Marketing y Activismo Ambiental de Patagonia Chile, sostuvo que: “en un planeta que se sobrecalienta rápido, proteger un territorio como Puchegüín es un acto de valentía colectiva y demuestra que, cuando las comunidades se organizan, pueden cambiar el destino de un territorio entero. Para Patagonia, como compañía, este proyecto refleja el tipo de futuro que vale la pena defender y que nos motiva a trabajar cada día”.

La filántropa Anne Deane, presidente de Freyja Foundation, señaló: “desde nuestra primera visita a Cochamó en 2017, supimos que queríamos contribuir a su protección a largo plazo. Puelo Patagonia ha defendido el Valle Cochamó durante décadas y, cuando surgió la oportunidad de asegurar la protección permanente de la zona, vimos que era una instancia decisiva en la que los queríamos apoyar. La compra de Puchegüín es un hito de conservación para Chile y el mundo, y será un honor para nosotros ser parte de su cuidado a largo plazo”.

Molly McUsic, presidente de The Wyss Foundation, agregó: «El Valle Cochamó es uno de los lugares más impresionantes del planeta, y su protección es una victoria para el pueblo chileno, la vida silvestre y el planeta. Para Wyss Foundation es un orgullo apoyar a la coalición Conserva Puchegüín y a las organizaciones que se unieron para proteger para siempre una zona de belleza y biodiversidad incomparable. Este esfuerzo colaborativo ayudará a garantizar que las generaciones futuras puedan conocer y sentirse inspiradas por este territorio extraordinario».

El siguiente paso para resguardar el territorio será finalizar un plan de conservación y concretar el proceso de zonificación participativa para permitir usos sostenibles alineados con la conservación. Este trabajo incorporará criterios ecológicos, culturales y de uso, y aportará al diseño de un Derecho Real de Conservación (DRC) sobre la propiedad. “Sabemos que la protección legal y definitiva de este lugar tomará varios años, y que este proyecto recién comienza. Lo importante es que hoy existe un compromiso claro y un camino compartido para asegurar su conservación a largo plazo”, finalizó Andrés Diez.

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