El pasado miércoles 2 de octubre se realizó en el auditorio del Campus de Viña del Mar de la Universidad Andrés Bello el conversatorio “Valparaíso en Movimiento: el rol de las universidades en el Transporte Regional del Futuro”, organizado por la Dirección de Sostenibilidad UNAB y Codexverde.
La actividad, que se realizó en contexto de la estrategia de carbono neutralidad al 2038 de la universidad, contó con la participación de Edgardo Piqué, seremi de Transporte y Telecomunicaciones de la Región de Valparaíso; Daniela Suau, activista de movilidad sostenible y periodista; y Francisco Vergara, director de ONG Andes. En la moderación estuvo Lesly Orellana, directora de Sostenibilidad de UNAB.
Durante la jornada, los tres panelistas discutieron sobre los retos y oportunidades para transformar el sistema de transporte urbano en la Región de Valparaíso más sostenible, verde y eficiente.
Por su parte, el seremi Piqué destacó las políticas públicas que se están implementando para fomentar el uso de energías limpias en el transporte público y reducir la huella de carbono en la región.
Además, puso sobre la mesa un tema que invita a la reflexión académica: el acceso equitativo a la movilidad. “Una persona que vive en Chincolco, que queda en la Provincia de Petorca, una comunidad aislada y rural, no tiene la misma capacidad de desplazamiento que una persona que quiere moverse entre Valparaíso y Viña (del Mar). Entonces, la pregunta que yo hago para la academia, para la universidad, es que ¿la persona de Chincolco tiene menos derecho a desplazarse que quien va de Valparaíso a Viña del Mar?”, cuestionó la autoridad.
Un laboratorio para la movilidad sostenible
Durante el conversatorio, la activista Daniela Suau destacó el potencial de la academia para experimentar y desarrollar soluciones de infraestructura ciclovial que puedan implementarse a nivel local.
“Me parece muy atractivo que desde la academia se pudiese contribuir con otro tipo de experiencias que se estén implementando en otros países a nivel de infraestructuras ciclovial, que pudiesen hacerse pequeños pilotajes a nivel universidad y que después escalar a nivel local, ver cómo se comporta una comunidad tal vez más pequeña, como puede ser una universitaria, y después ir expandiendo a nivel local y regiones”, comentó.
Sobre esto mismo, Suau explicó que muchas veces los proyectos a nivel estatal se ven frenados por obstáculos como la rentabilidad social, lo que los detiene en su fase de planeación. Sin embargo, destacó que la academia puede funcionar como un «laboratorio viviente», donde se experimenten prácticas sostenibles que podrían replicarse en otros territorios si se demuestran eficaces.
El director de la ONG Andes, Francisco Vergara, respaldó la propuesta de Suau, sobre implementar proyectos piloto específicamente de bicicletas compartidas, destacando su viabilidad a nivel universitario y regional. “La propuesta de Daniela de empezar con proyectos con pilotos de bicicletas compartidas es algo muy aterrizable para la misma academia, indicar cuáles serían los puntos de mayor interés para los estudiantes y hacer un piloto interno, o de repente un piloto a nivel de Viña del Mar, o de Viña y Valparaíso para hacer conectividad”.
Un espacio para la reflexión y acción conjunta
Francisco Vergara comentó que el tema que se dio en este espacio organizado por UNAB, ha comenzado a tomar más fuerza en las regiones y no sólo en la capital.
“Normalmente es una conversación que suele centralizarse en Santiago, sobre la cual no se toma tanto interés acá (Región de Valparaíso), y la comunidad suele indicar que es algo que no nos es muy atingente. Pero en verdad el cómo nos movemos por nuestra ciudad es el principal factor de cómo disfrutamos y cómo vivimos la ciudad. Entonces yo encuentro muy buena iniciativa y además felicito a la universidad de tomar este rol activo, de comenzar a hablar y de querer ser parte de esta conversación a nivel regional, que es algo que no hace mucha falta”.
Asimismo, Daniela Suau estimó como “muy interesante que la universidad abra este tipo de espacios, en el que no solamente convoca a quienes trabajan propiamente en la universidad, sino que atrae a otras personas que vienen del ámbito público a quienes pertenecemos al segmento de la sociedad civil y que finalmente se generen estos puntos de encuentro. Me parece que esta es la manera en la que debiéramos pensar todas las soluciones de movilidad y cualquier otro tipo de solución que quisiéramos implementar a nivel país”.
Movilidad más consciente
Finalmente, Suau enfatizó la importancia de integrar a diversos actores en el desarrollo de una movilidad sostenible y en la promoción de un sentido de responsabilidad colectiva. “Creo que lo primero es una conversación a nivel familiar sobre el autocuidado y la responsabilidad en los modos de transporte que elegimos a diario. No solo por cómo afecta a nuestra propia movilidad, sino también a los demás», comentó la también periodista.
Suau también abordó la necesidad de una perspectiva comunitaria, especialmente en el contexto de la coexistencia de diferentes modos de transporte. Subrayó la falta de conciencia por parte de aquellos que se desplazan en vehículos más grandes y que pueden causar mayor daño a quienes optan por medios sostenibles, como las bicicletas.
“Me gustaría sentir mucha más responsabilidad por parte de quienes se movilizan en vehículos cuya dimensión pueden provocar mucho más daño a quienes nos movemos en modo sustentable, que fuesen más conscientes de su irrupción en la ciudad. No están adelantando solo una bicicleta, están adelantando a una persona, a una vida humana que tiene el mismo derecho a llegar segura a su destino”, enfatizó.
Suau afirmó que, a través de su trabajo con organizaciones de la sociedad civil, ha aprendido a valorar la importancia de abandonar una visión individualista en las decisiones diarias de movilidad. “Tenemos que dejar de lado esta mirada de ‘mi modo, mi sistema, mi vida’ y entender que nuestras decisiones impactan en los demás. Debemos ser más conscientes, más cuidadosos y, literalmente, más amorosos con quienes nos rodean para lograr cambios reales en el paradigma de la movilidad y el cuidado de las personas en las ciudades”.
Por su parte, Vergara coincidió con Suau sobre la necesidad de un enfoque más colectivo en la movilidad y subrayó la importancia de cambiar la cultura y la percepción. «Tenemos que abrir un poquito la mente y entender que lo que hacemos impacta a los demás. No somos los únicos que queremos nuestras ciudades o nuestros espacios. Es fundamental salir de esta visión de ‘yo’, de cómo me muevo y cómo hago mis cosas, y empezar a pensar en el ámbito colectivo», expresó Vergara.
El director de la ONG Andes agregó que este cambio de mentalidad es crucial para empezar a transformar el paradigma actual. «Somos comunidades, estudiantes, ciudadanos. Todo lo que hacemos impacta en la ciudad y en los demás, y debemos abrir la mente a nuevas formas de vida y a cómo las generaciones más jóvenes interactúan entre sí y con su entorno», concluyó.
El conversatorio generó un espacio de reflexión sobre cómo las universidades pueden contribuir al desarrollo de sistemas de transporte más sostenibles, y se consolida como un espacio clave para la discusión de temas relevantes en el ámbito del transporte sostenible, fomentando la conciencia sobre la urgencia de adoptar medidas que no solo beneficien al medio ambiente, sino también a la calidad de vida de los ciudadanos de la Región de Valparaíso.