Eficiencia energética: herramienta vital para combatir el cambio climático

Chile espera disminuir un 10% la demanda energética, lo que se traduce en un ahorro de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones de toneladas de CO2 al año 2030.

El 5 de marzo del año 1998 se llevó a cabo en Austria la I Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética, donde se debatió sobre la creación de estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes, como las energías renovables (solar, eólica, biomasa) y la reducción de la quema de combustibles fósiles.

Juan Fernández, seremi (s) del Medio Ambiente RM

Desde ese momento, hasta la fecha, se conmemora este hito como el Día Mundial de la Eficiencia Energética para crear conciencia y recordarle al mundo que es posible optimizar la energía que utilizamos cotidianamente, con el fin de reducir nuestra demanda de recursos y emisiones en pos del bien humano y del planeta.

Es de todos sabido que la situación climática mundial atraviesa por un momento crítico y que la solución pasa por un real compromiso global de las naciones en reducir sus emisiones contaminantes y en ser un activo promotor de una cultura de la eficiencia energética a nivel local.

Con esto en mente, este año Chile dio un paso importantísimo a nivel normativo: el 8 de enero pasado se aprobó la primera Ley de Eficiencia Energética (LEE) en la historia, luego de más de dos años de tramitación en el Congreso. Esta ley promueve el uso racional y eficiente de los recursos energéticos para mejorar la productividad, la competitividad económica, la calidad de vida de las personas, y la reducción de las emisiones contaminantes en el país.

En este contexto, Chile espera disminuir un 10% la demanda energética, lo que se traduce en un ahorro de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones de toneladas de CO2 al año 2030. Todo esto en el marco del compromiso de nuestro país con la Agenda 2030 de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible.

Entre las medidas que se podrán apreciar con esta ley, destaca la implementación de etiquetas de eficiencia energética en las viviendas que revelen los gastos energéticos de la edificación, para que de esta forma la gente se informe correctamente al momento de comprar o arrendar.

Otro gran aspecto a destacar de la ley es que declara al hidrógeno, expresamente, como combustible y le entrega atribuciones al Ministerio de Energía para normarlo y  tratarlo como recurso energético.  En este sentido, ya se están dando pasos concretos con la Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde dada a conocer en noviembre pasado, energía que se genera a través de una electrólisis del agua a partir de la electricidad proveniente de fuentes renovables, como el sol o el aire, y su producción es “verde”, esto porque no genera emisiones.

Todo apunta a que quizás para el 2030 la frase profética de Julio Verne -en uno de sus libros del año 1874- termine convirtiéndose en realidad: “el agua será el carbón del futuro”. Hoy el agua está considerada no solo como un vital elemento para subsistencia del planeta si no como la fuente de energía más prometedora para un futuro sostenible.

Sin duda, la primera Ley de Eficiencia Energética en Chile generará un cambio muy positivo en nuestro país en las distintas áreas de la industria energética, ya que ayudará a optimizar la productividad y competitividad del sector, mejorando la calidad de vida de todos los chilenos.

Pero, los esfuerzos institucionales en este ámbito deben ir acompañados de acciones conjuntas con la comunidad, fundamentalmente a que se entienda que cuando se ahorra energía en cada proceso o acción, se está emitiendo menos CO2 a la atmósfera y con ello se está favoreciendo a reducir los efectos adversos del cambio climático.

Resulta clave conectar a las comunidades con los lineamientos gubernamentales de protección al planeta, y pareciera que la eficiencia energética le resulta más fácil a la sociedad de entender, porque al final se trata de identificar la mejor alternativa energética en la vida diaria, en tomar pequeñas decisiones en lo cotidiano para contribuir a reducir nuestro impacto en el medio ambiente.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Ingrese su nombre aquí