CH4-O metano: Día Mundial Sin Carne

En este día es crucial tomar conciencia de la importancia de reducir la ingesta de carne para abordar la emisión de metano. Cada decisión individual cuenta, y el cambio hacia dietas más sostenibles puede tener un impacto significativo en la mitigación del cambio climático.

Desde 1985, cada 20 de marzo se conmemora el Día Mundial Sin Carne, una fecha destinada a sensibilizar sobre la importancia de adoptar una dieta que incluya legumbres y verduras, al tiempo que se reduzca el consumo de carne. Las razones para hacerlo son diversas y fundamentales: desde consideraciones éticas sobre el sufrimiento animal hasta beneficios para la salud y la conservación del medio ambiente. Entre estos últimos, destaca el papel crucial que desempeña la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo el metano (CH4) uno de los más significativos.

Pamela Poo, directora de Políticas Públicas e Incidencia en Fundación Ecosur 

En el contexto actual, enfrentamos el desafío urgente de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius. Esta tarea monumental no será posible si no abordamos los patrones de consumo del Norte global y su demanda creciente de productos, muchos de los cuales provienen del Sur. Es un escenario grave y complejo, pero cada ciudadano puede contribuir, y una de las formas más efectivas es ajustando nuestras dietas para reducir la producción de metano, un gas que intensifica nuestra crisis climática y ecológica.

La ganadería es una de las principales fuentes de emisiones de metano, un gas de vida media corta en la atmósfera pero que tiene un potente efecto invernadero, hasta 80 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2) en un período de 20 años. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la actividad ganadera representa aproximadamente el 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, siendo la mayor parte producida por los rumiantes.

En este Día Mundial Sin Carne, es crucial tomar conciencia de la importancia de reducir la ingesta de carne para abordar la emisión de metano. Cada decisión individual cuenta, y el cambio hacia dietas más sostenibles puede tener un impacto significativo en la mitigación del cambio climático. Si logramos reducir de manera sostenida el consumo de carne, estaremos contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y abriendo una ventana de oportunidad para acciones más amplias por parte de los estados y las empresas.

En última instancia, como ciudadanos, tenemos el poder de influir en el curso de los acontecimientos. Al comprometernos con prácticas que promuevan un estilo de vida más sencillo y un consumo más responsable, podemos ser agentes de cambio en la lucha contra el cambio climático. Reducir el consumo de carne es un paso tangible hacia soluciones colectivas que buscan preservar nuestro planeta y ofrecer un futuro sostenible para las generaciones venideras. En este contexto, decir «CH4-O metano» nos brinda una esperanza renovada en la lucha contra nuestros desafíos más urgentes: la codicia y el tiempo.

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