Desde 2004, el Decreto 148 del Ministerio de Salud ha sido fundamental en la regulación del manejo de residuos peligrosos, estableciendo normativas que protegen tanto la salud de las personas como el medio ambiente. Sin embargo, la creciente complejidad de los desafíos ambientales están empujando su revisión y actualización, con el fin de adecuarlo a la realidad país, a la adopción de tecnologías y a nuevos métodos de gestión de residuos.
En ese contexto, el pasado 28 de octubre, Codexverde y la Facultad de Ingeniería y Negocios de la Universidad de Las Américas, con el apoyo de Hidronor, realizaron el seminario online «20 Años del Decreto 148: Balance y Desafíos para la Gestión de Residuos Peligrosos», el que contó con más de 150 personas conectadas, entre ellas, profesionales y técnicos relacionados a la gestión de residuos, funcionarios municipales y de servicios públicos, consultores, académicos y estudiantes.
La jornada se inició con las palabras de bienvenida de Ivannia Cordero Flores, periodista de Codexverde, quien moderó el evento, seguido de Carmen Gloria González, directora de la Escuela de Biotecnología y Medio Ambiente de la UDLA.
Exposiciones
La primera presentación fue de Gonzalo Aguilar, ingeniero civil quien desde 1992 es el encargado del Programa de Control de Residuos Peligros del Ministerio de Salud. El profesional expuso los logros alcanzados en la gestión de residuos peligrosos desde la entrada en vigencia del Decreto 148, recordando, además, las dudas que había al momento de su promulgación.
“Había mucha presión por parte de la industria, o temor, respecto al impacto de este reglamento, especialmente el sector minero. Estaban muy preocupados porque pensaban que los relaves iban a ser manejados como residuos peligrosos, que iba a haber un gran desempleo a nivel nacional (…) No obstante, más que la pérdida de empleos, se han generado muchos. Hay una cantidad importante de empresas transportistas y destinatarias que hacen la gestión de estos residuos y que generan empleo. Y, adicionalmente, hemos visto cómo este reglamento ha logrado que estos residuos, que son peligrosos tanto para la salud como para el medio ambiente, no sean dispuestos inadecuadamente en nuestro país”.
Sobre la cantidad y tipos de residuos que actualmente se están declarando en el Sistema de Seguimiento y Declaración de Residuos Peligrosos (SIDREP), Aguilar comentó que, según cifras del 2023, los aceites lideran con 129 mil toneladas, seguido por residuos de arsénico con 109 mil toneladas.
Finalmente, el funcionario indicó los lineamientos principales que tendría la actualización del decreto. «Queremos homologar el lenguaje a la ley 20.920 (Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor), incorporando la instalación de transferencia. También buscaremos mejorar nuestro sistema de declaración de seguimiento, que en algunas oportunidades tiene problemas de operación. Asimismo, queremos que la población conozca, en línea, el origen, el destino y los tipos de residuos que se están manejando a nivel nacional”, explicó Aguilar.
La siguiente exposición fue desarrollada por el ingeniero civil bioquímico, Rolando Chamy, quien es académico y director del Núcleo Biotecnología Curauma de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y presidente electo de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS).
Chamy propuso que los residuos peligrosos pueden ser transformados en oportunidades para el desarrollo sostenible, enfatizando la importancia de la innovación en el tratamiento y gestión.
“Nuestro rol es diseñar procesos 100% sostenibles, es decir, deberíamos buscar ser cero residuos. Los residuos en sí son un recurso, por lo que va a existir una oportunidad con el uso de tecnología que garanticen la eficiencia, factibilidad, reúsos y revalorización. En este sentido, nuestra pregunta es ¿si los residuos peligrosos pueden ser también un recurso? Este es el gran desafío que tenemos”, reflexionó el académico.
“La economía circular debe ser parte integrante de todo sistema de gestión ambiental, aunque se trate de residuos peligrosos”, enfatizó.
Finalmente, Chamy indicó que las empresas con una buena política ambiental «están conscientes de que su competitividad está fuertemente ligada, no solamente al componente económico, sino también al social y ambiental».
En tanto, la última exposición estuvo a cargo de Carolina Escandón, licenciada en Ciencias Ambientales y jefa de Ventas en Hidronor quien se refirió a la experiencia de esta empresa respecto al tratamiento de residuos peligrosos en Chile.
La profesional comentó que en 25 años Hidronor ha gestionado más de 7 millones de toneladas de residuos industriales y peligrosos, y que, a su vez, han saneado más de 500 mil toneladas de suelos contaminados. «En nuestra planta de gestión integral de residuos, ubicada en Pudahuel, Hidronor comenzó a tratar residuos peligrosos mucho antes de la entrada en vigencia del Decreto 148, lo que sirvió como ejemplo para que otras compañías del sector se prepararan para cumplir con las exigencias del citado cuerpo normativo».
Sobre la actualización del decreto, Escandón señaló que en Hidronor plantean que «se debería hacer énfasis en la valorización de residuos, fomentar la cultura y la educación en materia de residuos peligrosos. También creemos que se podría hacer la declaración SIDREP por menos de dos toneladas para las empresas más pequeñas, aumentar las tasas de valorización en residuos industriales y peligrosos, y, finalmente, estar en capacitación permanente”.
Finalmente, la profesional destacó cómo la gestión adecuada de los residuos peligrosos no solo cumple con la normativa, sino que también protege la salud pública y el medio ambiente, reafirmando la necesidad de una mayor conciencia y responsabilidad en este ámbito.
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