Opciones para cuando el agua se está acabando: Tecnologías de “Descarga Cero” o ZLD

Uno de los desafíos está en aumentar la recuperación, manteniendo una alta calidad del agua tratada, que permita su uso y posterior reúso en una amplia variedad de procesos industriales y permita expandir las opciones de cerrar los circuitos de agua internos de consumo de agua en las empresas.

Para quienes cada día nos relacionamos con el agua, su escasez, empeoramiento de calidad y dificultad de extracción, ya no es novedad que cuando diseñamos, fabricamos y operamos sistemas de purificación y reúso de agua, las exigencias técnicas de tratamiento y eficiencia son cada día mayores.

Tomás Carvacho, gerente negocios VIGAflow 

Esto nos lleva desarrollar, buscar e integrar nuevas tecnologías a las soluciones tradicionales, a aumentar la recuperación (o reducir la pérdida) en los tratamientos de agua, para ser sustentables en lo económico y en lo ambiental. Aquí destacan los sistemas de “Descarga Cero” o ZLD (Zero Liquid Discharge), por sus siglas en inglés, que se han diseñado y fabricado para alcanzar una recuperación por sobre un 98% del agua tratada y así, buscan bajar las pérdidas de agua y a la vez minimizar los residuos industriales líquidos.

Uno de los desafíos está en aumentar la recuperación, manteniendo una alta calidad del agua tratada, que permita su uso y posterior reúso en una amplia variedad de procesos industriales y permita expandir las opciones de cerrar los circuitos de agua internos de consumo de agua en las empresas.

Entre estas tecnologías surgen soluciones con el uso de sistemas de ultrafiltración cerámica, combinadas con osmosis inversa de media, alta y ultra alta presión (alcanzado valores sobre las 1.800 psi de presión de operación), sistemas EDR (electrodiálisis reversa), de cristalización y precipitación continua que, en combinación con sistemas de control, operación y monitoreo de variables críticas, permiten alcanzar niveles de recuperación que hasta hace unos años eran imposibles desde el punto de vista técnico y de un costo económico de implementación y operación que las hacia inviables. Gracias a los desarrollos tecnológicos, el uso de manera más recurrente y el impulso dado por las necesidades la industria de recuperar el máximo de agua y minimizar o directamente evitar disponer residuos líquidos, es que los costos de tratamiento han bajado, las tecnologías han crecido en confiabilidad y los sistemas se han hecho viables. Lo anterior ha quedado demostrado en diferentes ejemplos alrededor del mundo y pronto veremos en proyectos que estamos implementando en Chile.

Para alcanzar estos niveles de recuperación, se requieren variados procesos y pasos, donde en las últimas etapas normalmente es necesario el uso de sistemas de cristalización, los que si bien no son nuevos y desde hace muchos años se utilizan en otros procesos industriales, su integración en este tipo de sistemas es una novedad y ha tenido sus propios desafíos, los que gracias al desarrollo e inversión en estudios y tecnología hoy están disponibles en forma de sistemas que permiten lograr desde la evaporación de una parte de una corriente altamente cargada en sales, hasta lograr una cristalización total de las sales, permitiendo disponer un residuo sólido y eliminar definitivamente cualquier corriente liquida a disponer, en ambos casos además, consiguiendo recuperar un corriente de agua altamente purificada y de valor para su uso industrial.

La combinación de estos equipos y tecnologías han logrado lo que por mucho tiempo había sido una meta no cumplida: la descarga cero, es decir, partiendo de una corriente de agua o un residuo industrial líquido, recuperar tal cantidad de agua, que el residuo restante final no es más que un residuo sólido en forma de sal, el cual, dependiendo de su composición, incluso puede tener valor comercial.

Hoy en Chile estamos en proceso de instalación de una primera planta de tratamiento y recuperación de agua industrial, para alcanzar una recuperación por sobre un 98% de la corriente líquida inicial, que considera una combinación de sistemas de tratamiento, tales como una planta biológica de lodos activos para remover carga orgánica, un sistema de filtración por UF (ultrafiltración) y un sistema EDR (electrodiálisis reversa), los que combinados tratarán cerca de 200 m3/día de agua para ser reutilizada en procesos industriales.

Esto es de por sí, un logro magnífico del avance en las tecnologías de tratamiento de agua que esperamos poder replicar, como contribución a la escases de agua que golpea a nuestro país, la cual es una condición que debemos aprender a enfrentar usando la tecnología disponible y la capacidad local de desarrollo e implementación de proyectos de alta demanda técnica.

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