Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), emitió recientemente una advertencia, en donde hizo un llamado a las personas de todo el mundo a unirse y tomar medidas contra el cambio climático.
“El cambio climático está aquí, es aterrador, y es solo el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado; la era de la ebullición global ha llegado”, expresó la autoridad.
Esta frase encapsula una realidad alarmante que ha estado en desarrollo durante décadas. Los récords de temperaturas del aire, suelo y mar en casi todos los rincones del planeta brindan pruebas irrefutables de que estamos experimentando un cambio climático sin precedentes.
El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente provocadas por la actividad humana, ha llevado a una aceleración del calentamiento global y sus consecuencias devastadoras.
Para el medio Meteored, “la mayor responsabilidad es de aquellos seres humanos que manejan los poderes económicos y políticos de los países más contaminantes y poderosos del hemisferio norte. Precisamente son ellos quienes guardan silencio para continuar con su inacción ante las emergencias climáticas, de pérdida de biodiversidad y contaminación que están matando la vida tal como la conocemos en la Tierra”.
El mes más cálido de la historia
Este año ha sido testigo de un fenómeno alarmante y sin precedentes en materia climática. Un informe presentado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) logró demostrar que julio es el mes más cálido jamás registrado.
En este contexto, Peteru Taalas, secretario general de la OMM, expresó que esta situación muestra “la dura realidad del cambio climático”, destacando que desde primavera ya se detectó un aumento “inusual” en las temperaturas de las superficies de océanos, provocando olas de calor en regiones costeras a nivel global.
Carlo Buontempo, líder del Servicio Copernicus, señaló que el fenómeno de calor que afecta al planeta ha provocado “las tres semanas y los tres días más calurosos jamás registrados”, lo que se evidenció cuando, el pasado 3 de julio, la temperatura mundial promedio superó por primera vez los 17 grados.
El director de Servicios Climáticos de la OMM, Chris Hewitt, hizo hincapié en la creciente preocupación por la situación actual, ya que se ha alcanzado un nuevo máximo en las temperaturas. Los últimos ocho años (2015-2022) han sido los más calurosos jamás registrados: incluso regiones frías, como la Antártida, no están exentas de estos efectos devastadores, ya que el hielo marino en el polo sur ha alcanzado su mínimo histórico, mientras que el hemisferio norte se enfrenta a un verano extremadamente cruel.
A ello se añade la presencia de El Niño, con el cual se potencia la probabilidad de que “uno de los próximos cinco años sea el más cálido”.
La inacción climática y ecológica, por parte de los tomadores de decisión en los países del mundo, es inhumana. «Los líderes deben liderar. Basta de vacilaciones. Basta de excusas. Basta de esperar a que otros se muevan primero», sentenció Antonio Guterres. Sin embargo, el secretario general externó que, pese al pronóstico desalentador, aún “es posible limitar el ascenso de las temperaturas globales y evitar lo peor del cambio climático”.
