“Al año 2026, el consumo de agua fresca (en la minería) alcanzará 10,8 m3/s, lo cual casi se iguala al uso de agua de mar, cuyo registro será de 10,7 m3/s”, sostuvo la ministra de Minería, Aurora Williams. La autoridad participó en un panel sobre “Seguridad Hídrica: Respuesta a los desafíos locales, regionales y mundiales”, actividad que se enmarcó en las XX Jornadas de Trabajo del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la Unesco, CONAPHI-Chile.
Williams recordó que “Chile es un país minero, pues ostenta los primeros lugares en producción y reservas de cobre, litio, molibdeno, oro, y plata. Tenemos una riqueza geológica que nos da una ventaja competitiva real en materia minera. Por lo tanto, el agua tiene una importancia estratégica. Y en el devenir del tiempo ésta se agudiza más”.
“El desarrollo minero de los próximos 35 años se va a ir trasladando desde el norte de Chile -de alta aridez y por ende con más requerimientos de agua- hacia el norte-centro donde habrá mayor competencia por obtener el recurso, dado que allí se concentran otros sectores productivos como la agricultura y grandes ciudades. Por eso es fundamental tener una mirada de futuro con enfoque de ahorro del recurso”, precisó.
La secretaria de Estado indicó que otro factor desafiante es que la generación de concentrados -que requiere mayor cantidad de agua- será mayor respecto a la de cátodos.
Indicó que cada faena tiene distintas leyes de corte, lo que implica distintos requerimientos de agua. “Esto nos lleva a una conclusión fundamental: el desarrollo de la minería está fuertemente ligado a la desalación o impulsión de agua de mar”, destacó.
Williams afirmó que la cartera de proyectos al año 2026 sumará inversiones por US$50.000 millones y lo que se pretende es que disminuya al mismo tiempo la demanda de agua territorial superficial o subterránea para esas ejecuciones.
SINERGIAS Y COORDINACIÓN
“Hoy existen varios proyectos con agua desalada y una mirada futura es cómo la minería establece relacionamientos con sus entornos, no solo con comunidades indígenas sino que con toda la sociedad. Por eso hay que ver formas y sinergias sobre cómo desarrollamos recurso hídrico que satisfaga los requerimientos mineros así como los de las comunidades cercanas a la cadena logística del rubro”, resaltó.
La secretaria de Estado destacó además que el sector registra una alta tasa de reuso del recurso hídrico, que alcanza el 75%. “Se siguen haciendo esfuerzos importantes por aumentarla”, aseveró.
A nivel público, la ministra Williams destacó el Pacto Estratégico de Codelco al 2019 desarrollado por la estatal y la Federación de Trabajadores del Cobre. “Este propone reducir en un 30% el consumo de agua territorial en la actividad minera estatal. Así vemos cómo se refuerza que la minería siga mirando al mar”, indicó.
La autoridad advirtió que no puede haber una desaladora por cada faena minera de Chile, ni tampoco al lado de otras que abastezcan a sectores productivos o la comunidad. “Esperamos que la Ley de Descentralización corrija esta carencia en el ordenamiento territorial”, dijo.
Además, según expresó, hay que fortalecer el rol del Estado para poder establecer una coordinación dentro de un conjunto de actores. “Hemos tomado parte activa en el Comité de Recursos Hídricos, pensando con un horizonte amplio y en una política que pueda acoger esta nueva dimensión. Es decir, estamos inmersos en este camino, sabiendo que la tecnología tiene avances exponenciales y que la ambición declarada tiene un terreno fértil por delante”, sostuvo.
Williams agregó que “hoy es sumamente necesaria la coordinación, en particular entre el sector público y privado, para las grandes obras relacionadas con agua potable”.