“Evaluación de riesgos basada en redes de dispersión mediada por buques de especies no nativas en puertos chilenos e internacionales” es un estudio liderado por el Dr. Antonio Brante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), en coautoría con el Dr. Javier Pinochet (UCSC) y el Dr. Reinaldo Rivera (Instituto Milenio de Oceanografía), publicado en Scientific Reports.
Las invasiones biológicas marinas amenazan la biodiversidad mundial, por lo que es esencial concentrar los esfuerzos en la identificación de las vías de entrada más riesgosas. En el océano, el tráfico marítimo es uno de los principales vectores de transporte de especies invasoras a través del agua de lastre y de los organismos adheridos a los cascos de los buques. Para estimar el riesgo de introducción de especies marinas en puertos chilenos, este estudio cruza redes de tráfico marítimo y similitud ambiental para ubicar los barcos, rutas y puertos con mayor probabilidad de introducir y establecer especies no nativas. “Ambos son los vectores de introducción más conocidos de las comunidades marinas. Proponemos un método fiable para identificar cuáles son los barcos más riesgosos, de acuerdo a sus rutas de viaje, y concentrar allí el esfuerzo de muestreo”, señaló el Dr. Pinochet.
Con esa base, el modelo ordena por prioridad los puertos según su flujo y recurrencia de conexiones, y según cuánto se parecen sus condiciones oceanográficas con las de los puertos de origen. Cuando un puerto está muy conectado y opera con destinos ambientalmente similares, el riesgo aumenta. Así se definen los puntos críticos donde conviene reforzar inspecciones, muestreos y medidas de control. “A diferencia de modelos anteriores, en nuestro trabajo integramos varias aproximaciones en el contexto de análisis de redes que hacen más robustas las estimaciones de riesgo”, indicó el Dr. Brante.
Puertos más expuestos
A partir de los análisis, el estudio ubica los puntos críticos de la red marítima. En Chile, los puertos de San Antonio, San Vicente y Talcahuano aparecen como puertos claves por su alto tráfico y conexión con otros puertos. A escala internacional, resaltan las rutas que vinculan Chile con Panamá y Shanghái, combinaciones en que el elevado flujo y la similitud de condiciones ambientales aumentan la probabilidad de llegada y establecimiento de especies no nativas. En el extremo opuesto, los puertos de Corral y Mejillones muestran menor conectividad y, por lo mismo, un riesgo relativo más bajo. “Cuando se juntan las variables de alto tráfico y ambientes parecidos, el riesgo sube, es por eso que priorizamos esas rutas y puertos”, agregó el Dr. Pinochet.
El ordenamiento por riesgo no solo señala puertos, sino también rutas y naves específicas donde conviene actuar primero. Con esa información, las autoridades pueden programar inspecciones dirigidas, planificar muestreos en arribos críticos y mejorar la gestión del agua de lastre y la limpieza de cascos en los tramos de mayor riesgo, optimizando recursos y tiempos de respuesta.
El equipo proyecta ir mejorando las estimaciones y escalar el uso del modelo a nivel nacional en coordinación con autoridades portuarias y marítimas. “Actualmente se están implementando nuevas tecnologías que combinan datos filogénicos, ecológicos y fisiológicos bajo enfoques bayesianos, con el objetivo de desentrañar los procesos y mecanismos que explican las invasiones biológicas en los ecosistemas marinos de Chile”, agregó el Dr. Reinaldo Rivera.