Aprovechar la coyuntura de la ratificación del permiso ambiental del proyecto Cuervo para reactivar la venta de Energía Austral, que impulsa la construcción de esta central hidroeléctrica en la Región de Aysén, sería el siguiente paso que tiene previsto dar la suiza Glencore.
Precisamente esa es la decisión que se espera que la minera oficialice en los próximos días, en el marco de la reunión del directorio de esta firma, donde la europea posee el 66% y es socia de la australiana Origin Energy, con el 34% restante.
La decisión del Comité de Ministros, que a inicios de esta semana se pronunció favorablemente con algunas observaciones respecto de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la primera de las tres centrales hidroeléctricas que considera el proyecto original de Energía Austral, abre una ventana de interés para eventuales interesados en Cuervo, que tendrá 640 MW de capacidad instalada en las inmediaciones del lago Yulton, a 45 kilómetros al noroeste de Puerto Aysén.
A inicios de 2014 Origin Energy declinó ejercer su opción para asumir el control de Energía Austral y optó por una posición minoritaria, lo que marcó un alejamiento entre ambas firmas, quedando todas las decisiones en manos de Glencore.
En ese momento, la europea habría iniciado gestiones para encontrar un tercer socio o bien desprenderse de este negocio, el que había sido inicialmente desarrollado por Xstrata. El proyecto no forma parte del core business de Glencore.
Conocedores de esos intentos comentaron que la compañía estuvo en avanzadas conversaciones con al menos dos compañías, pero ambos procesos chocaron con la falta de un permiso a firme, dadas las reclamaciones a la RCA otorgada en septiembre de 2013 que presentaron grupos opositores.
Ahora, en momentos en que la enajenación de activos prescindibles asoma como la fórmula para que grandes mineras como Glencore reduzcan sus elevados niveles de deuda, Glencore tiene varias alternativas para desprenderse de Energía Austral, ya que podría vender sólo su porcentaje o bien arrastrar a sus socios en una operación conjunta con un tercero. Una tercera opción sería ofrecer el negocio a Origin.
Esta tercera vía, advirtieron especialistas, prosperaría sólo en el marco de una propuesta ventajosa para la oceánica, que por estos días hace frente a una compleja situación financiera, por la caída en el precio del petróleo.
A tal punto llegaría la situación, que Credit Suisse plantea que el mejor camino para Origin sería una megafusión con Santos, otra firma que ha realizado fuertes inversiones para el desarrollo del gas natural licuado en Australia, las mismas que ahora la tienen bajo presión.
Consultada Glencore, no realizó comentarios.
Transmisión pendiente
Otro tema que atentaría contra el precio de venta de Energía Austral es la ausencia de una solución de transmisión para evacuar la energía del complejo hidroeléctrico que encabeza Cuervo y al que se sumarían otras dos unidades -aún no tramitadas ambientalmente- que aportarían otros 425 MW.
Tras analizar varias fórmulas para concretar este tendido, la empresa decidió trabajar en un diseño de línea submarina, el cual Glencore habría suspendido y abandonado hace tiempo, ya que el negocio eléctrico no está entre sus prioridades.
En la industria comentan que un eventual comprador del 66% de Glencore se encontraría con un diseño alternativo del proyecto que Origin tiene considerado y que, al ser menos invasivo, podría encontrar menos detractores y obstáculos.
Fuente: DF